Jordi Teixidó, investigador de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, ​​ha sido partícipe de un estudio hechos a candidatos a ocupar un lugar fijo de docente en la educación primaria y secundaria en Cataluña. El objetivo era estudiar cómo afecta en la decisión de los comités evaluadores el hecho de que un candidato ocupe una posición determinada en la lista de personas examinadas. En la investigación, publicada en Science Advances, se identifica un nuevo sesgo cognitivo que los investigadores han llamado erosión de la generosidad (generosity-erosion). Según este sesgo, una vez los evaluadores han puntuado de manera generosa un candidato, actúan con más dureza con los siguientes. En el trabajo se proponen algunas explicaciones para esta erosión de la generosidad. Una podría ser la aversión a la culpa: los evaluadores tenderían a ser generosos y aprobarían candidatos dudosos para evitar el sentimiento de culpa; ahora bien, una vez aprobados varios candidatos con un 5, disminuiría este sentimiento de culpa y cada vez juzgarían con más dureza.