Un estudio reciente llamado “Social impact in social media (SISM): A new method to evaluate the social impact of research”, liderado por Ramon Flecha (UB School of Sociology), Cristina Pulido, Gisela Redondo-*Sama y Teresa Sordé-Martí introduce la metodología SISM (Social Impact through Social Media) y define la Social Impact Coverage Ratio (SICOR) como un enfoque innovador para evaluar el impacto social de la investigación compartida a las plataformas de redes sociales, en concreto Twitter y Facebook. La co-creación del SISM (2018) respondió a la demanda de la DG Research (CE) al Dr. Flecha, cuando fue contratado como Presidente de los científicos que desarrollaron los criterios de impacto social para los Programas Horizon, el SISM jugó un papel importante en los primeros meses de la pandemia fomentando la evidencia sobre la COVID en las redes sociales occidentales y chinas. Ahora se está utilizando en campos muy diferentes.
Los autores argumentan que mesurar el impacto social de la investigación es cada vez más necesario para asegurar su relevancia para la sociedad, especialmente a medida que la comunidad científica toma más conciencia de la necesidad de mejoras sociales derivadas de la investigación.
El estudio identifica un vacío en las metodologías existentes para evaluar el impacto social, que a menudo carecen de marcos conceptuales ampliamente aceptados. Utilizando la metodología SISM, los autores pretenden reunir evidencias cuantitativas y cualitativas de impacto social compartido en las redes sociales. El SICOR está diseñado específicamente para mesurar el porcentaje de tuits y publicaciones de Facebook que proporcionan información sobre el impacto social real o potencial en relación con la cantidad total de datos de redes sociales recopiladas para proyectos de investigación específicos.El análisis, que incluye diez proyectos seleccionados, revela que solo el 0,43% de los tuits y publicaciones analizadas contienen evidencias de impacto social. Sin embargo, algunos proyectos demuestran un SICOR mucho más alto del 4,98%, mientras que otros no muestran ninguna evidencia de impacto social. Estos hallazgos sugieren que las redes sociales pueden servir como una plataforma vital para difundir la evidencia de impacto social, con usuarios que actúan como intermediarios para hacer esta información más visible.
En general, la investigación hace hincapié en la necesidad de un desarrollo continuo de metodologías que mesuren eficazmente el impacto social. Al fomentar un diálogo más rico entre la ciencia y la sociedad, los investigadores pueden mejorar la visibilidad y la relevancia de su trabajo, contribuyendo en última instancia al bienestar y la mejora de la sociedad.