Janet Sanz: “Un tercer mandato será clave para acabar la transformación que hemos puesto en marcha”

Camila Beraldi

Durante sus años en el Ayuntamiento, ¿cuál considera que fue su mayor logro?
Creo que el mayor logro es haber puesto el urbanismo al servicio de las personas. Un urbanismo que no se haga a medida de promotores, lobbies y de un modelo económico centrado en el turismo, sino que sirva para mejorar la vida de los barrios. En este sentido, han sido claves el impulso del modelo Superilla Barcelona, con la transformación de calles y plazas para hacerlas más verdes, más saludables y más paseables. Hemos recuperado un espacio público que estaba dedicado al vehículo privado. Ahora pueden disfrutarlo los niños y niñas, las familias y la gente mayor. Estamos garantizando el derecho a la ciudad y gobernando el turismo, y para ello también ha sido clave la aprobación del PEUAT (Plan especial urbanístico de alojamientos turísticos). Cuando llegamos a la ciudad, los pisos turísticos legales e ilegales estaban descontrolados, y el crecimiento de hoteles ahogaba algunos barrios que corrían el riesgo de convertirse en aparadores para los visitantes. Ahora esto ha cambiado: hemos ordenado los alojamientos turísticos, que no pueden crecer en el centro, y tenemos en marcha una campaña de inspección contra los pisos turísticos ilegales, que ya ha conseguido que más de 3.500 pisos vuelvan a ser viviendas. 

¿Cuál es hoy en día el mayor desafío para la gestión municipal?

El mayor reto a día de hoy es, sin duda, el derecho a la vivienda. Poner fin a la especulación en la ciudad, para que ningún vecino tenga que marcharse de casa porque no puede pagar el alquiler. Desde Barcelona ya hemos impulsado medidas como el 30%, que obliga a los promotores privados a hacer vivienda asequible en las nuevas promociones y grandes rehabilitaciones. Asimismo, hemos impulsado planes de usos en muchas zonas para impedir la gentrificación de los locales comerciales. Esto protege el comercio de proximidad y evita que la sustitución de vecinos salte de los bajos a los edificios. Pero los municipios necesitamos urgentemente una Ley de Vivienda que regule el precio de los alquileres y nos dote de herramientas y competencias para poder combatir la especulación.

¿Qué visión a futuro tiene de Barcelona?

Que Barcelona sea una ciudad mejor, más confortable, tranquila y saludable, donde se pueda y quiera vivir. Tenemos claro que frente a la emergencia climática, no podemos conformarnos con sobrevivir. Por supuesto, necesitamos impulsar muchas medidas que nos ayuden a reducir la contaminación y el calentamiento del planeta. Pero, al mismo tiempo, necesitamos impulsar un cambio de modelo urbano y productivo que nos ayude a vivir mejor. Y esto es lo que estamos haciendo con el modelo Superilla Barcelona: no se trata solo de descarbonizar la movilidad o de optimizar la obtención de energías renovables. Estamos impulsando un cambio de modelo que subvierte las prioridades y pone a los vecinos en el centro, atendiendo especialmente a aquellas personas que siempre habían quedado excluidas del diseño urbano: las mujeres, los niños y niñas, la gente mayor. Por lo tanto, mi visión de Barcelona para el futuro es el de una ciudad con calles en las que se pueda pasear, llenas de verde, con sombra y frescas en verano; calles en las que veamos a gente sentada, charlando, a niños jugando; una ciudad donde las escuelas puedan abrir las ventanas, donde se respire un aire limpio; una ciudad mediterránea, con los bajos llenos de vida, con comercio de proximidad y fuertes lazos vecinales; una ciudad donde la vivienda no sea un bien de lujo; una ciudad que tenga buenos sistemas de recogida de aguas pluviales, que genere energía limpia y que cada vez más edificios sean autosuficientes. En fin, me imagino un futuro para Barcelona que ya empieza a ser presente.

¿Qué la motiva a querer afrontar otro mandato?

Un tercer mandato será clave para acabar la transformación que hemos puesto en marcha. Con Superilla Barcelona, tenemos el objetivo de conseguir que 1 de cada 3 calles de la trama Cerdà sea un eje verde antes de 2030. Tenemos en marcha la conexión del tranvía por la Diagonal, que en 2024 ya llegará hasta Verdaguer. Tenemos en marcha un programa de regeneración urbana en los barrios del Besòs, con una inversión histórica, que afronta un momento clave y no puede detenerse. Y también actuaciones urbanísticas clave en muchas zonas de la ciudad: la antigua fábrica Mercedes-Benz, el espacio ferial de Montjuïc, el litoral y los polígonos del Besòs. Y, por supuesto, iniciamos la transformación de los grandes ejes de ciudad: Meridiana, Pi i Margall, Via Laietana y  Diagonal. Me motiva poder dar continuidad a todos estos proyectos, y a muchos más, especialmente en un momento donde algunas otras fuerzas políticas se presentan a las elecciones con un único programa: detener o revertir todas estas actuaciones. En plena emergencia climática, nos jugamos seguir siendo un referente internacional, a la cabeza de Europa en la lucha contra el cambio climático.

¿Por qué razones Barcelona en Comú debería seguir siendo la primera fuerza en el ayuntamiento?

Porque es la única garantía de que el parque de vivienda pública siga creciendo. Es la única garantía de que sigamos siendo la primera gran capital en inversión social. Es la única garantía de que la ciudad siga viviendo un gran momento económico y que este buen momento económico tenga un retorno en los barrios. Es la única garantía que la ciudad siga apostando por el transporte público y la movilidad sostenible. Y, por último, porque es la única garantía de que se recupere más espacio público de calidad, con calles renaturalizadas y logremos una ciudad más jugable.