¨Gracias al Bici Bus un lugar hostil, peligroso y ruidoso como puede ser la calle se transforma en pocos minutos en algo positivo para los niños¨. Guille López, portavoz en Barcelona del movimiento Revuelta Escolar, es uno de los centenares de padres que todos los viernes pedalean juntos a sus hijos para ir a la escuela. El Bici Bus es una ocasión de socialización, pero es ante todo la reivindicación de un espacio urbano seguro, silencioso y menos contaminado.
SOFIA LUCIANI
El viernes, poco antes de las 8.25 por la mañana, en la intersección entre Calle de Tamarit y Calle del Comte Borrell, se escuchan los timbres de pequeños ciclistas llegando a la plaza del Mercado de Sant Antoni. Las camisetas azules con la inscripción ´Bici Bus` cubren por la mitad las grandes mochilas, mientras que los padres se reparten los chalecos fosforescentes que designan los supervisores del grupo. Escoltado por un coche patrulla de la Guardia Urbana y acompañado por una música motivadora, el pelotón avanza hacia las escuelas Entença y Xirinacs, en el distrito del Eixample. Se trata de la segunda línea de Bici Bus en Barcelona, después de la primera impulsada por el Colegio Reial Monestir de Santa Isabel en Sarria, y llega hasta la antigua prisión Modelo. Aquí una cola de niños impacientes espera en la puerta su turno para poder aparcar sus bicicletas, patinetes y patines. Sin embargo, Guille López, del colectivo de padres, explica que el reto principal es obtener que el ayuntamiento reserve el espacio alrededor de la entrada al instituto para los pequeños vehículos de dos ruedas, reemplazando así los voluminosos y contaminantes coches. Por el momento algunos colegios pueden contar con la generosidad de entidades privadas. Es el caso del concesionario Volkswagen en la esquina Urgell- Mallorca, que dos viernes al mes concede un local para aparcar las bicis de los estudiantes del Colegio Auró, por el cual acaba de desarrollarse una tercera línea de Bici Bus con punto de partida Plaza Dr. Letamendi.
Los padres al frente
La aparición del Bici Bus en el distrito del Eixample se debe a Eixample Respira, una asociación de vecinos preocupada por los efectos de la contaminación atmosférica y acústica sobre la salud de los ciudadanos, que en el caso de los niños aumenta por el hecho de pasar por ¨calles que son autopistas y aceras que son parking¨, así describe Guille López la ciudad de Barcelona. La mayoría de los padres que se adhieren al Bici Bus son los que cada primer viernes del mes participan en Revuelta Escolar, una protesta que ve la luz en diciembre de 2020 y que consiste en bloquear las calles adyacentes a las salidas de los colegios para convertir este espacio en un ambiente más seguro y con una mejor calidad del aire.
La evidencia científica condena el coche
Según la epidemióloga ambiental Mireia Gascón del Instituto de Salud Global (ISGLOBAL), las cifras hablan claro: uno de cada tres casos de asma en Barcelona es derivado de la polución del aire, y a esto se añade un mayor número de pacientes con diabetes, problemas cardiovasculares y obesidad que en la población infantil española alcanza el 40%. La plataforma Entornos Escolares, en la que participa la experta, se propone visibilizar los efectos negativos que el desplazamiento en coche puede conllevar sobre la calidad del aire, y por consiguiente sobre la salud de los niños. El manifiesto defiende el concepto del Bici Bus, aunque un estudio realizado por un equipo de profesionales ha determinado que el camino a la escuela en bici representa el momento del día en el que el niño absorbe más rápidamente los contaminantes, alcanzando el 20%. Mireia Gascón justifica este resultado con el hecho de que ¨los niños siendo muy bajos tienen el tubo de escape prácticamente en la cara¨. Las partículas contaminantes más finas, que se generan a partir de la combustión del Diesel, son las que más preocupan a los estudiosos por su facilidad en entrar en el torrente sanguíneo y llegar a órganos que suelen ser muy protegidos, entre ellos el cerebro.
Caminos escolares seguros para una mejor salud
El Bici Bus genera un mejoramiento del estado físico y mental gracias al movimiento y la socialización, pero para lograr que estas ventajas sobrepasen los efectos negativos del entorno urbano contaminado, hacen falta caminos seguros y saludables donde el coche desaparece progresivamente. Los beneficios de una atmósfera más limpia se pueden ver también en clase, donde un estudio realizado por el Instituto de Salud Global ha demostrado que la atención de los niños alcanza niveles más altos en días con una menor contaminación, porque ¨ la actividad física tiene un impacto en muchos aspectos de nuestra salud, no solo física sino también mental y psicológica¨. Además, si se lograra obtener itinerarios más protegidos de los peligros del tráfico se podría reducir o eliminar completamente la presencia de la Guardia Urbana, que por el momento es necesaria debido al elevado número de participantes y la falta de espacio en las calles. ¨ El objetivo es que las patrullas desaparezcan para que sean los padres los responsables de cortar las carreteras. Al final no estamos haciendo nada ilegal porque lo único que hacemos es circular en bici, pero yendo con niños hay que priorizar la seguridad¨, así explica López el segundo reto del Bici Bus.
Una cuestion de habito
Participar en el Bici Bus requiere inevitablemente unos cambios en la rutina del viernes para estas familias, porque como explica López ¨ hay que levantarse casi media hora antes y a nivel logístico es un reto porque hay que bajar las bicis que están colgadas en el piso, y preparar los cascos¨. Sin embargo, en esta ocasión los niños vuelven a conectarse con el entorno urbano que deja por un momento de ser percibido como una fuente de peligro, y que en cambio se convierte en un terreno de juego donde socializar y redescubrir su ciudad, esta vez como protagonistas.