NO ERES UN HOMBRE (Y NO LO SABES)

Justo M Gallego

Idea inicial y declaración de intenciones.

Con una mirada situada en la actualidad de la lucha social, con una intención crítica y de indagación, me gustaría tratar el tema de la masculinidad. Qué situación tiene el hombre de hoy en día. Qué supone ser un hombre en la actualidad. Cómo recibe las evoluciones provenientes del feminismo, del movimiento LGTBI... Y al fin y al cabo cómo se puede abordar una autorreflexión que ofrezca una mirada interna.

Al respecto se me ocurre cómo elaborar una especie de catálogo de cuerpos masculinos, desde la indagación sobre qué retos o en qué dirección puede evolucionar una autoconciencia masculina situada, capaz de asimilar conceptos raciales, decoloniales, feministas, al fin y al cabo desde un pensamiento situado.

En cuanto al formato: tengo muchas ganas de generar un objeto, con una elaboración cuidada, en papel. También aplicando la idea de archivo y catálogo. Mi idea es hacer una labor de investigación para recopilar imágenes de un imaginario masculino y confrontarlo a sus contradicciones o su problematización. Con la intención de generar un humilde muestrario que obedezca a una mirada crítica, que confronte una mirada desde la masculinidad hacia sí misma. Huyendo del ensimismamiento, problematizando el hecho de ser yo mismo un hombre y de que plantear una mirada del hombre hacia el hombre recuerde al sistema heteropatriarcal del que pretendemos desprendernos.

 


 

Abstract

 

            No eres un hombre (y no lo sabes) es una publicación de pequeño formato que pretende lanzar una mirada crítica y autorreflexiva acerca de la masculinidad, de su representación visual en el contexto de nuestro tiempo y de las problemáticas que la rodean, con especial atención en apreciaciones decoloniales, feministas, posthumanistas y de género. Con aspiraciones abiertas en las que tenga más peso la pregunta que la respuesta. El título hace referencia crítica a las etiquetas de género a las que también los hombres tienen que obedecer, y cómo apenas nadie cabe en márgenes tan estrechos.

 

 

 

Marco teórico

 

            Llegados al siglo XXI el debate sobre las cuestiones de género tienen una ingente literatura feminista, movimiento que desarrollado en sucesivas olas, ha elaborado todo un campo de conocimiento crítico que repercute en el movimiento y la autopercepción social. No obstante, esta visión arrancó de una reacción y resistencia ante la injusticia social que impone un sistema patriarcal y heteronormativo. Uno de los problemas que establece este sistema normalizador es confundir víctima y verdugo como interno y externo. Como intentaré desarrollar en mi trabajo, un escollo ante la investigación de la masculinidad consiste en la apariencia nada inocente de que el hombre no participa o no es afectado por las reglas dispuestas por una estructura patriarcal. Una configuración de la realidad en la que todos los integrantes están sometidos a las exigencias de sus principios. En contraste con el enorme debate feminista, esta paralización de quien se percibe fuera de la opresión de la norma retrasa el avance de una autorreflexión desprejuiciada del lugar que dispone el hombre en el mundo y de su ambición en términos de conquistas sociales.

 

            Lo vemos en la reacción de fuerzas políticas de ultraderecha ante el feminismo. Nunca cuentan con la posibilidad de que les repercutan sus avances. De hecho, la crítica desde estos sectores a menudo viene acompañada de una lista interminable en la que el hombre siempre sale peor parado en términos de muertes, drogadicción, trabajo precario, drogadicción... pero a la vez parecen promover que no cambie nada. Desde luego es una victoria que hay que revertir esta conciencia separada en la que la problemática asociada al género sólo afecta a una parte de la población, no por menospreciar ningún tipo de injusticia sino por poder generar precisamente una fuerza de resistencia situada en un contexto del que todos nos hacemos cargo de la responsabilidad de nuestra posición.

 

            En la cultura visual que vivimos, un ejercicio al que me dispongo es también encontrar la mirada crítica acerca de la representación del hombre, de la masculinidad. Con su epítome en los anuncios de perfume, por ejemplo, donde se agotaron todas las sutilezas acerca de la representación del género. El hombre tiene también la exigencia de la categorización. Y esta carencia en el muestrario de la representación de la realidad genera inevitablemente una fricción cuyos resultados pueden ser imprevisibles. Si la realidad en la que creemos devotamente solo tiene dos etiquetas y no encajo en una de ellas, sólo puede estar en mí el problema. Aquella insignia que me pusieron al nacer no sabe de mi contexto, de mis fases vitales, de mis apetencias de ningún tipo. Y sin embargo estamos educados en que la etiqueta preceda a la persona.

 

            Con esta intención abierta al cuestionamiento, quiero indagar a nivel visual en el collage como método de derramar ideas, que sea el espectador el que reciba y ordene según su percepción. Contando con una especie de efecto Kuleshov, en el que las imágenes se contagian recíprocamente y cuya contaminación hable también del contexto en el que la propia saturación de información sea un elemento en sí mismo.

 

 

 

Objetivos

 

            Este trabajo busca servir de pantalla y reflejo. Intentando devolverle la mirada al hombre que tan acostumbrado está a ser el que mira. Y resituar en el centro del debate el racismo, la mirada colonial, la posición masculina hegemónica, como elementos que atraviesan toda nuestra percepción como un aura invisible que sustenta todo nuestro orden. No desde una visión punitiva y culpabilizadora sino como una manera de abrir puertas y ventanas a todos los prejuicios autoculpabilizadores que nos someten a la inmovilidad. Señalar la problemática de un tema poco tratado, y señalar que el hecho de que esté poco tratado es un síntoma en sí mismo, de algo de lo que no se puede hablar (no hace falta) por un mecanismo invisibilizador contrario al de otras injusticias invisibilizadas por causas de raza, género o clase. Intentar despegarse un poco del ambiente para coger perspectiva, por el mecanismo de romper las evidencias que el sistema patriarcal nos ofrece como colchón de normalidad. Visibilizar una masculinidad que por fuerza escapa de las etiquetas de género que la restringen, para mostrar una lógica más orgánica, una masculinidad fluida que tenga más que ver con un contexto espacial, temporal o vital más que con una etiqueta que no sabe leer evoluciones, herencias históricas o excepciones orgánicas.

 

            Estas pretensiones no pretenden dar una respuesta tanto como acercar al debate herramientas que lo posibiliten, ya que vienen dadas en parte por la crítica a esta falta de introspección. Son, en resumen, una serie de aportaciones a una lucha social a la que primero hay caer en la cuenta de que se pertenece.

 

 

 

Metodología de trabajo

 

            Toda esa reflexión acerca del atolladero del género me lleva a pensar en traslaciones visuales que tengan que ver con estos objetivos en los que importan más los procesos que los resultados. No por más importantes sino por antecederlos y sobre todo, por la diferencia filosófica entre el movimiento de la pregunta y la inmovilidad de la respuesta.

 

            Así que me centré mayormente en una labor de recopilación, para generar un archivo en el que la comunidad de ítems pudiese producir un significado propio que el espectador pudiera rearmar según su percepción. La investigación tuvo que ver con este tipo de procedimientos, enriquecidos por artistas que conocía y que descubrí en el proceso. Artistas que me servían como pantalla, porque directamente tratan temas que entroncan con mi indagación. Y artistas que me permiten señalar lo invisible que a veces es una evidencia: la categorización a menudo no tiene que ver con la esencia de un individuo sino con la burocracia organizativa de una cultura. Por eso cuando hablamos de masculinidades disidentes en realidad el énfasis viene de una catalogación incapaz de abarcar una realidad, un contexto. Y que además viene disfrazado de normalidad por la sencilla razón de que estar sumergidos en la cultura dificulta la perspectiva que nos inlustraría de inmediato nuestra herencia colonial, sexista y racista.

 

            Mi búsqueda no se ha centrado en un tipo de trabajo. Me han sido útiles diversos tipos de referencias. Desde videoclips, libros, podcasts hasta reflexiones generadas en otras asignaturas del grado o sesiones fotográficas de investigación y experimentación. Pongo el ejemplo del artista, bailarín y DJ Kiddy Smile, cuya masculinidad sólo puede percibirse como provocadora vista desde el ambiente heteronormativo en el que nos encontramos. Es decir, el valor está en la reacción ante una masculinidad que escape en cualquier medida a aquello que queda establecido en la norma. En otro caso nada parecido quedaban masculinidades muy famosas formalizadas en Prince, cuya sexualidad era tratada como una excentricidad permitida a eminencias, cuyo talento disculpaba. El sistema pide cuentas en todo momento.

 

            Al respecto fueron bien enriquecedoras dos conferencias a las que asistí. Una, La colonialidad del algoritmo, de Flavia Dzoudan, en el Macba, explicaba cómo quedamos sumergidos en la creencia de que los datos que manejamos están libres de la sospecha de sesgo. Y cómo desde la época de las colonias, de la esclavitud... no ha habido ninguna ruptura de paradigma, por lo que la herencia es directa y queda apenas bajo una delgada capa superficial. Pero aun así nos sorprendemos ante nuestras propias ideas racistas, sexistas o clasistas. Porque esta cultura occidental trabajó por normalizar un sistema en el que escribíamos el guión y teníamos poder y permiso para inventar el personaje que íbamos a creernos en adelante. Así occidente se indigna cuando va a ayudar; así los hombres se ofenden cuando no se les agradece la caballerosidad, y así tantas contrariedades que confunden el contenido con el continente.

 

            Otra conferencia, Biomitografía situada: una propuesta de fuga al régimen colonial-sexual desde la negritud, de Esther (Mayoko) Ortega, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, describía esta herencia que discrimina y expulsa del relato toda racialidad ajena al que lo escribe. Con el ejemplo de que a día de hoy todo inmigrante (con la connotación xenófoba de que denominamos inmigrante al extrangero racializado, o en las fronteras de occidente, o ambas cosas y en cualquier caso sin poder adquisitivo) parece recién llegado. O versiones igualmente dolorosas de inmigrante de tercera generación. La gracia que nos hace el concepto de los ocho apellidos vascos no deja de esconder una realidad más dolorosa. Pero que tenemos a la vuelta de la esquina. La conciencia occidental de que el territorio le pertenece a la blanquitud por derecho y por historia. Esta conferencia me ayudó bastante a tomar conciencia de otro mecanismo útil a este sistema patriarcal colonial. Es esta conciencia de que el problema está siempre fuera de nuestro ámbito. En la historia del reino de España se pasó por operaciones de higiene racial que tienen que ver con que el sistema genera un clima de opinión que homogeiniza nuestra realidad. De tal manera que el abusador machista es un elemento que no termina de discernir la sociedad porque «era un chico normal», sin percatarnos que la palabra normal es la que tendría que encender nuestras alarmas. Con este mismo mecanismo, el colonialismo no tiene sólo una dirección que nos haga volver a caer en un discurso caritativo hacia culturas lejanas a las que les debemos una disculpa. Es esta ideología culpabilizadora religiosa la que nos atenaza en una inmovilidad en la que pareciera que tenemos que escondernos. Y que esconde que participamos de ella y todos por lo tanto somos sujetos, con nuestros propios roles, por más que estemos convencidos de que no.

 

            Además, algunos podcast me ayudaron también en mi labor. Los hombres de verdad tienen curvas, un podcast de Clara Serra para La Casa Encendida de Madrid, tiene mucho que ver con esta visión que busco y comparto desprejuiciante que permita una masculinidad autoliberadora, que se permita reconocer responsabilidades en lugar de esconderse de ellas como niño pequeño. Otro podcast que pude aprovechar fue Aló Miami, en la que una expatriada española describe choques culturales con EEUU. Y en referencia a la otra estrategia paralela, aquella de reflejar la realidad, topé con un capítulo que habla de las fraternidades universitarias estadounidenses en las que por ejemplo la tasa de violaciones o abusos sexuales contra mujeres se dispara de una manera desorbitada.

 

            Por último, y aprovechando el momento, queriendo que el fanzine se impregnase del momento que vivo y el contexto que me rodea, quise plantearme el reto, consciente de toda la problemática cercana a este experimento, de hacer una sesión de fotos a los hombres que acudían a las manifestaciones feministas del 8M en Barcelona. Todos los hombres anónimos que aparecen en el fanzine son fruto de esta sesión de fotos de calle. Intentando descubrir cómo se representa, cómo se performan los hombres en una situación como una manifestación feminista. Y, sorpresa, qué diferencia puede haber con ningún otro día, si la calle nos pertenece a los hombres.

 

            Todas estas confluencias las fui usando y poniendo en conversación. Y generaron en mí por un lado un impulso de reflexión en el que volcar ideas y por otro una estrategia en la que trabajase desbaratando o adueñándome de una cultura visual descrita y/o reflejada en los hombres.

 

 

 

Formalización

 

            La formalización de todo este trabajo se concreta en un fanzine doble, dos cuadernillos en pliego de una grapa. Dos hojas dina5 apaisado (105mm alto x 297mm ancho), a color y papel brillo. Con un alma (105mm alto x 1039,5mm ancho) que une y abraza en sus dos extremos los dos cuadernillos para invocar el lema de la portada sea cual sea su posición de presentación. Haciendo cualquier dirección de lectura una opción posible. Para redondear la experiencia el contenido tiene aspectos puramente visuales, otros más enfocados al diseño, con colores saturados y un brillo que acerque a un aspecto mundano de revista. Y siempre un discurso compartido con la reflexión, la pregunta abierta y el humor.

 

            Para mí era importante que contase con varias patas que sustentasen mi trabajo. Una de las cuales también era crear un objeto, un acordeón cuya extensión permitiese también su disposición expositiva. Generando así un elemento autónomo e independiente. Cuyo significado formase parte de la suma entre lo visual, la reflexión, el humor, el objeto y la percepción del espectador/lector.

 

 

 

Conclusiones

 

            Este trabajo se engloba como una fase más en mis investigaciones y aprendizajes acerca de un tema que me resulta tan interesante y del que parece que haya tantísimo que decir todavía, como es la masculinidad situada en el día de hoy. A nivel formal entiendo lo que ayuda una materialización física, en la que además se pueda sumar las herramientas más teóricas con esa confrontación en los imaginarios de la masculinidad con una realidad que no es tan fácilmente etiquetable en realidad. Este trabajo además me ha permitido tomar mayor conciencia de lo intrínseco del discurso sistémico heteropatriarcal en la representación del hombre en lo visual y de la masculinidad en lo teórico. Hasta el extremo de constatar cómo literalmente lo masculino-bélico se asocia a lo bueno. Y todo lo que quede fuera pertenece a lo rechazable en proporción directa a la distancia diferencial que los separa. A color era importante porque rescataba la cultura visual de la revista, como cebo despreocupado para atraer a una reflexión autocrítica y consciente de la problemática que toda la sociedad sufre.

 

            En resumidas cuentas, me gusta pensar que mi trabajo tiene más de aportación que de conclusión, para pensar más en el movimiento que en un posible descubrimiento de una verdad que en realidad performamos y nos compromete a todos. No es en vano insistir en tomar conciencia de que un primer paso que apenas empezamos a dar es comprender aquello a lo que pertenecemos. Y de que, solo aireando las estancias, sin el miedo puritano que nos inculcaron para no mover los muebles, podemos desentrañar algunos de los problemas de los que a veces sólo percibimos sus consecuencias, por más que la pistola siga humeante aún.

 

 

 

 

Podcast Los hombres de verdad tienen curvas, de Clara Serra https://www.youtube.com/results?search_query=los+hombres+de+verdad+tiene...

 

Podcast Aló Miami, episodio fraternidades universitarias en EEUU https://www.youtube.com/channel/UCeQVtthW9slwaYpwPCXvJeA/featured

 

Vídeo US Army indentity 

https://www.youtube.com/watch?v=0d2xeXQG398

 

Vídeo anuncios machistas

https://www.youtube.com/watch?v=4O-g9jXuJm0&t=80s

 

Vídeo Metal men lose their heads in New DC Nation Short

https://www.youtube.com/watch?v=wdCRZroEOvw

 

Vídeo Bq Vogue Fem @ Latex Ball 2019

https://www.youtube.com/watch?v=2ydTfwnNScM&t=415s

 

Vídeo Drag Kings of the UK

https://www.youtube.com/watch?v=3YaSDN_Rw_8&t=45s

 

Vídeo Elton John & Rupaul, Don't go breaking my heart 1993

https://www.youtube.com/watch?v=wFCGqjsmSOQ

 

Vídeo Kiddy Smile, Let a bicht now

https://www.youtube.com/watch?v=bIwRLWnP_p8

 

Vídeo mi bebé es gay

https://www.youtube.com/watch?v=pJx8ivVAwNc&t=7s

 

Vídeo Naâman, Maputo

https://www.youtube.com/watch?v=8e0AC3yZ16U

 

Vídeo Network, un Mundo Implacable (1976)

https://www.youtube.com/watch?v=XDG2olLY8_s&t=2s

 

Video The New Masculinity, The Future Laboratory

https://vimeo.com/277653639

 

Vídeo Sasha Velour's Pirate Jenny

https://www.youtube.com/watch?v=dIjms29rFA0

 

Vídeo Zelensky visita Jarpov y despide al jefe de seguridad

https://www.youtube.com/watch?v=G_zJjxQyF3Y

 

 

Conferencias:

 

La colonialidad del algoritmo - Conferencia de Flavia Dzodan | MACBA Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Macba. Recuperado el 30 de mayo de 2022, de https://www.macba.cat/es/exposiciones-actividades/actividades/colonialidad-algoritmo

 

Biomitografía situada: una propuesta de fuga al régimen colonial-sexual desde la negritud - Conferencia de Esther (Mayoko) Ortega, Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Mayo 2022

 

 

Bibliografía:

 

 

Bacete, R. (2022). Nuevos hombres buenos: La masculinidad en la era del feminismo. Booket.

Benitez, O. S. (2022). Masculinidades Y Ciudadania. Los Hombres Tambien Tenemos Genero. Dykinson.

Butler, J. (2017). El género en disputa. Ediciones Paidós.

Carabí, A., & Segarra, M. (2000). Nuevas masculinidades. Icaria.

Carballo, A. J. S. M. (2017). Masculinidades y feminismo (1.a ed.). Virus Editorial.

Hooks, B. E. L. L. (2017). El feminismo es para todo el mundo. Traficantes de Sueños.

Jablonka, I. (2021). Hombres justos. Del patriarcado a las nuevas masculinidades. Anagrama.

Kimmel, M. (2022). Hombres blancos cabreados. Barlin.

Penny, L. (2022). De esto no se habla. Continta Me Tienes.

Rodríguez, A. J. (2020). Nueva masculinidad de siempre. Anagrama.

Triviño, R. B. (2021). Desarmar la masculinidad (1.a ed.). Catarata.

Imatges: 
Grup/Projecte: 
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