El Plan de Educación Financiera (PEF) es un proyecto colaborativo promovido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, en el que, bajo la marca de “Finanzas para Todos”, participan más de 50 instituciones. Su finalidad última es incrementar la educación financiera de los españoles.

La Educación Financiera ha adquirido un papel protagonista como elemento de desarrollo y estabilidad de las sociedades avanzadas y maduras y, por ende, del sector financiero. Es también un instrumento fundamental de protección del consumidor y una materia que debe impulsarse desde los organismos públicos y privados, con la colaboración de todos los agentes e instituciones financieras.

El objetivo es ambicioso y sus resultados únicamente se podrán valorar observando los hábitos y la toma de decisiones de los consumidores financieros a lo largo del tiempo.

Pese a ello, ya se van viendo algunos resultados positivos. El pasado mes de noviembre se publicó la Encuesta de Competencias Financieras 2021, elaborada por el Banco de España, que refleja que, con respecto a 2016, el porcentaje promedio de respuestas correctas a tres preguntas que miden el nivel de conocimientos financieros ha aumentado en todos los grupos educativos. Destaca que el aumento es más acusado entre los menores de 34 años.

Por ello, el PEF debe seguir trabajando con los jóvenes, porque la adquisición de habilidades y conocimientos financieros en esta etapa les permitirá tomar decisiones responsables y adecuadas durante toda su vida: mejores decisiones de ahorro, un mayor control de los gastos, una gestión adecuada de las deudas y la toma de conciencia sobre la necesidad de ahorrar para la jubilación. Además, tendrán en muchos casos que llevar adelante proyectos de emprendimiento, ya sea como Pymes o como autónomos.

El PEF ya desarrolla muchas iniciativas para esta población, como un programa escolar, talleres, actividades con universidades, podcast, etc. Todas ellas adaptadas a los retos que se presentan a corto plazo en diversos ámbitos como son las finanzas sostenibles, los criptoactivos, las redes sociales y los influencers financieros o la digitalización.

Pero no dejamos de lado al resto de colectivos necesitados de educación financiera. Los consumidores especialmente vulnerables, los deudores en dificultad, los mayores, o los inmigrantes, entre otros, son también objeto de iniciativas de educación financiera.

Es necesario subrayar que la realización de todas estas actividades y el cumplimiento de los objetivos del PEF no serían posibles sin la participación de los colaboradores que, desde distintos sectores, están comprometidos con la promoción de la educación financiera, disponen de materiales de educación financiera de calidad, y contribuyen a mejorar la difusión y la infraestructura de la educación financiera a nivel nacional.

Autora: Gloria Caballero Núñez, subdirectora del Área de Educación al Inversor de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.