Presentación

  • La Sindicatura

    Es el órgano de la universidad desde el que se ejercen las funciones que el Estatuto de la UB encomienda al síndico de agravios. Se encarga de velar por los derechos y las libertades del alumnado, del personal docente e investigador, y del personal de administración y servicios ante las actuaciones de los diversos órganos y servicios universitarios; así como de ejercer una actividad informativa permanente sobre el funcionamiento de la universidad.
    Las actuaciones que le corresponden están siempre dirigidas a la mejora de la calidad universitaria en todos los ámbitos, no están sometidas al mandato imperativo de ninguna instancia universitaria y se rigen por los principios de independencia y de autonomía. El síndico de agravios es elegido por el Claustro, a propuesta del rector, una vez escuchados los representantes de la comunidad universitaria y con el informe previo del Consejo Social.

  • Antecedentes
    La Sindicatura de Agravios de la UB fue puesta en funcionamiento en 1988. En sus inicios el síndico era nombrado por el Consejo Social, pero desde 2003 es elegido por el Claustro a propuesta del rector o rectora. La Sindicatura de Agravios en la UB ha pasado de ser una herramienta asociada a la esperada apertura de la universidad a la sociedad, a ser una figura propia del funcionamiento institucional ordinario de la institución.
    Inicialmente, el despacho del síndico se ubicó en la sede del Consejo Social de la UB, en el número 21 de la calle de Balmes. En 2006, la Sindicatura trasladó sus dependencias a la finca Agustí Pedro Pons en la avenida de Vallvidrera.

 

Enlaces en catalán

Exsíndicos

    Dr. Lluís Casassas i Simó
    Lluís Casassas i Simó (1988-1992)

    Puso en funcionamiento la Sindicatura de Agravios. En sus primeros escritos apuntaba a la falta de referencias del encargo; lo cual es inherente a toda figura que empieza de cero.

    Dr. Artur Juncosa Carbonell
    Artur Juncosa Carbonell (1993-1998)

    Indicó que en la labor de síndico era necesario superar los parámetros de la estricta legalidad para buscar la justicia; recetaba el humanismo como medicina para mitigar los excesos de la burocracia. Tuvo un papel muy activo en los encuentros de síndicos y defensores, reuniones que fueron el embrión de la actual Conferencia Estatal de Defensores Universitarios.

    Dr. Ramón Valls Plana
    Ramon Valls Plana (1998-2003)

    En sus informes constataba que lo que hería a las personas era que las resoluciones administrativas evitaban dar relevancia a las circunstancias que los afectados entendían que debían ser analizadas. Para explicar la figura del síndico invocaba, por analogía, la figura de Antígona, y decía que a la Sindicatura le correspondía paliar la situación, apelar a las leyes no escritas.

    Dr. José Antonio González Casanova
    José Antonio González Casanova (2003-2006)

    Se propuso ejercer la función con paciencia, cordialidad y buen humor, porque entendía que eran los ingredientes que debían acompañar toda buena gestión administrativa. En 2004 impulsó el reglamento de la sindicatura que ha regido su funcionamiento hasta la actualidad. También elaboró el informe que fue decisivo para la configuración de los medios materiales y personales al servicio de la Sindicatura.

    Dr. Antoni Mirambell i Abancó
    Antoni Mirambell i Abancó (2006-2015)

    En sus informes al Claustro insistió en la idea de atender y responder a las personas. Durante los dos mandatos que encadenó, la Sindicatura estableció su sede en la finca Agustí Pedro Pons, se incorporó la figura del adjunto o adjunta al síndico y se diseñó e implementó la base de datos de la Sindicatura, que permitió el seguimiento de la gestión de los expedientes y el tratamiento estadístico de sus actuaciones.