¿Qué es el SARS-CoV-2?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que infectan tanto humanos como animales. En la especie humana, suelen causar infecciones respiratorias pudiendo afectar a otros sistemas, por ejemplo el digestivo (debido a la analogía entre receptores de la membrana celular). Los coronavirus causan desde resfriados comunes hasta enfermedades más graves como el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio –MERS- (identificado en Arabia Saudí en 2012), el Síndrome Respiratorio Agudo Severo –SARS- (aparece por primera vez en China a finales de 2002) o el actual COVID-19. ​

La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el SARS-CoV-2 que es su agente etiológico descubierto más recientemente. Por lo tanto, son términos muy relacionados pero que hacen referencia a conceptos diferentes.Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de pequeñas gotículas >5 micras que transmite la persona infectada al exhalar o toser. Los contactos se pueden infectar directamente a través de estas gotas esparcidas si se encuentran a menos de dos metros del enfermo. Es importante saber que estas gotas se depositan en superficies de distintos materiales pudiendo permanecer en ellos desde 4 horas hasta varios días. En concreto, algunos autores escriben que el virus permanece viable e infeccioso 72 horas en superficies de plástico, 48 horas en acero inoxidable, 24 horas en cartón y 4 horas en cobre. La vida media en aerosol se estima que es de 2,7 horas (condiciones experimentales: 21-23ºC y humedad relativa del 65%). De modo que cuando una persona sana toca algún objeto contaminado y se lleva la mano a los ojos, nariz o boca, el virus puede entrar en contacto con las mucosas y provocar la enfermedad. Se cree que las personas son más contagiosas cuando presentan síntomas más fuertes pero estudios recientes postulan que también en fase asintomática e incluso hasta 15 días después de la curación, la persona puede ser infecciosa. El riesgo de contraer COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser muy bajo y no existe evidencia, aunque el virus puede encontrarse en ellas. ​

El ritmo reproductivo básico es un parámetro matemático que estima la velocidad con que una enfermedad puede propagarse en una población. Por sí solo, el Ro es una medida insuficiente de la dinámica de las enfermedades infecciosas y debe evaluarse junto a otros parámetros epidemiológicos. Al SARS-CoV-2 se le asigna un Ro de 2,2 (1,4-3,9). Esto significa que cada persona infectada por el nuevo coronavirus puede transmitirlo a 2,2 personas. El ritmo reproductivo básico varia en función de la zona donde nos encontremos. El objetivo del confinamiento es precisamente, disminuir la curva de contagios (reducir Ro) para reducir el número de infectados, así como evitar el colapso del sistema sanitario.

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