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Realidad virtual para reducir los niveles de estrés y de ansiedad provocados por el confinamiento
Vivir en la época del coronavirus significa experimentar no solo una emergencia de salud global sino también tener que gestionar un estrés psicológico extremo que pone a prueba nuestra identidad y nuestras relaciones. Un protocolo de realidad virtual de autoayuda llamado COVID Feel Good, en el que participa la Universidad de Barcelona, ayuda a afrontar esa carga psicológica reduciendo los niveles de estrés y de ansiedad que conlleva el confinamiento y mejorando las relaciones interpersonales. Es gratuito y solo es necesario disponer de un móvil con la aplicación de Youtube, unas gafas de realidad virtual del tipo Google Cardboard (que se pueden adquirir fácilmente en los establecimientos de venta en línea a un coste de en torno a los diez euros), y dedicarle treinta minutos al día durante una semana.
El protocolo consiste en ver durante una semana, como mínimo una vez al día, un vídeo de diez minutos titulado «El jardín secreto». Es necesario hacerlo con las gafas de realidad virtual, que se adaptan al móvil. A continuación, hay que seguir una pauta de ejercicios que se proponen en la web del proyecto, con objetivos concretos para cada día de la semana.
Tres dilemas psicológicos muy difíciles de manejar durante esta crisis
Todos los ejercicios van destinados, prioritariamente, a gestionar tres dilemas psicológicos que aparecen como consecuencia del confinamiento. En primer lugar, el estrés de la enfermedad: la sensación de riesgo se ve reforzada por el flujo continuo de información, a menudo contradictoria, que nos llega a través de las redes sociales. En segundo lugar, la desaparición de los lugares: definimos quiénes somos a través del recuerdo de personas y eventos asociados a los distintos lugares que frecuentamos y que ahora no podemos visitar. Y, por último, la crisis del sentido de comunidad, que es consecuencia del segundo punto: sin la oficina, el lugar de trabajo, la escuela u otros, los lazos se debilitan y la habilidad de compartir y aceptarse mutuamente disminuye, lo que conlleva un aumento de los conflictos.
Cada día, un objetivo
El primer día sirve para evitar que nos obsesionamos con el coronavirus. La segunda jornada se destina a aumentar nuestra autoestima. El tercer día sirve para trabajar la memoria autobiográfica (qué somos y qué queremos). El cuarto quiere que despertemos el sentido de comunidad para evitar que nos sintamos solos. El quinto día toca recuperar los sueños y las metas que teníamos antes del confinamiento. El sexto debe servir para potenciar la empatía, y el último ejercicio, el último día, sirve para planificar un cambio.
COVID Feel Good es el resultado del trabajo de diferentes investigadores multidisciplinares de todo el mundo y tiene por objetivo aprovechar el potencial experiencial y transformador de la realidad virtual para reducir la carga psicológica de la cuarentena. El Grupo de Investigación sobre Aplicaciones de Realidad Virtual y Otras Nuevas Tecnologías en Psicología Clínica y de la Salud (VR-PSY Lab) de la Universidad de Barcelona, coordinado por el profesor José Gutiérrez Maldonado, ha colaborado traduciendo el protocolo y el vídeo al catalán y al castellano.
A partir del mes de junio, se empezará un estudio en tres países para evaluar la eficacia del protocolo a la hora de mejorar el estado de ánimo y afrontar la situación de confinamiento. Según explica Gutiérrez Maldonado, con este estudio también se quiere comprobar «la adaptación a la nueva situación, en la que permaneceremos durante mucho tiempo y en la que tendremos que aceptar que debemos convivir con el virus». El experto señala que «una de las paradojas de esta crisis sanitaria es que, pese a ser un problema, también puede ser una oportunidad única». «De hecho, lo queramos o no, nos obliga a cambiar y gestionar nuevas situaciones como la cuarentena, la convivencia con los hijos y el cónyuge, o la falta de relaciones, entre otras», concluye el profesor, que es miembro del Instituto de Neurociencias de la UB.
Realidad virtual: la herramienta perfecta para el aprendizaje experiencial
Específicamente, lo que distingue la realidad virtual de otros medios es el sentido de presencia asociado con un mayor nivel de implicación emocional, que convierte esta tecnología en una herramienta óptima para explorar lo que es posible y apoyar el cambio personal clínico.
Los vídeos en 360º, también conocidos como vídeos inmersivos o vídeos esféricos, están creados con una cámara de múltiples lentes o un equipo de múltiples cámaras, procedimiento que permite grabar todas las direcciones simultáneamente y da una visión completa de lo que hay alrededor de la cámara.