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¿Cómo responde el cerebro de las personas a las que no les gusta la música?

Notícia | 16-11-2016

Investigadores del Grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral de la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), en colaboración con investigadores de la Universidad McGill, de Montreal (Quebec), han publicado un estudio en el que determinan los mecanismos cerebrales que explican la falta de sensibilidad a la música. El trabajo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ofrece pistas sobre la importancia de la música desde el punto de vista evolutivo basándose en la conexión entre las áreas auditivas y emocionales del cerebro.

A pesar de que escuchar música se considera como una actividad gratificante en todo el mundo, entre un 3 y un 5 % de la población sana no experimenta sensaciones placenteras en respuesta a ningún tipo de música. Esta condición se conoce con el nombre de anhedonia musical específica. Según explica Noèlia Martínez Molina, autora principal del estudio, «las personas anhedónicas no tienen problemas para percibir y procesar correctamente la información contenida en una melodía (como intervalos o ritmos) y presentan una respuesta de placer normal frente a otro tipo de estímulos agradables (por ejemplo, ganar dinero en un juego), pero no disfrutan de los estímulos musicales». Aunque este fenómeno se conoce desde hace unos años, no se sabía cuál era el motivo por el que se produce.

En la investigación, los expertos estudiaron a 45 voluntarios sanos utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI). Los participantes se dividieron en tres grupos en función de la puntuación obtenida en un cuestionario desarrollado por el propio grupo de investigación, el Barcelona Music Reward Questionnaire (BMRQ). Durante la sesión de fMRI, los participantes tenían que escuchar fragmentos de canciones del género clásico y proporcionar valores de placer en una escala del 1 al 4 en tiempo real. Para controlar la respuesta cerebral ante otros tipos de recompensas, los participantes también tenían que jugar en una actividad de apuestas monetarias en que podían ganar o perder dinero real.

Los resultados mostraron que la disminución de respuesta placentera ante la música de los participantes con anhedonia musical está relacionada con una reducción en la actividad del núcleo accumbens, una estructura subcortical clave del sistema de recompensa. Por el contrario, la actividad de esta estructura se mantiene frente a otros reforzadores, como el dinero ganado en el juego de apuestas.

«Desde el punto de vista evolutivo, resulta interesante considerar la importancia de la conexión entre las áreas auditivas (corticales) y el sistema más primitivo de evaluación emocional (subcortical)», señala Martínez Molina. Esta conexión es muy clara en las personas hedónicas musicales —las que disfrutan con la música— y, en cambio, se encuentra disminuida en los anhedónicos. «El vínculo entre áreas garantiza que la música sea experimentada como muy gratificante, al tiempo que asegura la importancia evolutiva, incluso cuando no parece evidente cuál es la ganancia biológica de esta producción cultural», concluye la investigadora.

 

Referencia del artículo:

Martínez Molina, N.; Mas Herrero, E.; Rodríguez Fornells, A.; Zatorre, R. J., y Marco Pallarés, J. (2016). «Neural correlates of specific musical anhedonia». Proceedings of the National Academy of Sciences, octubre de 2016. Doi: 10.1073/pnas.1611211113


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