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Un estudio en colaboración con UGT sobre el uso de la lengua indica que un 85 % de los delegados de este sindicato utilizan el catalán en el trabajo
La Universidad de Barcelona ha analizado en un estudio el uso de las lenguas y necesidades lingüísticas en diversos centros de trabajo de Cataluña. El proyecto, llevado a cabo en colaboración con UGT de Cataluña, ofrece un punto de partida para reflexionar sobre posibles actuaciones que deben aplicarse dentro de las empresas para fomentar el uso del catalán, pero también para reducir posibles desigualdades relacionadas con las competencias lingüísticas.
Antonio Di Paolo, vicedecano de Investigación y Doctorado de la Facultad de Economía y Empresa de la UB y profesor agregado del Departamento de Econometría, Estadística y Economía Aplicada, lidera el informe, junto con Amado Alarcón, profesor de Sociología de la Universidad Rovira i Virgili. La investigación ha contado con el apoyo de la Fundación Bosch i Gimpera, la oficina de transferencia de conocimiento de la UB.
El estudio ofrece una radiografía detallada sobre las dinámicas sociolingüísticas en los centros de trabajo de Cataluña y sirve de base para futuras políticas que puedan mejorar su integración lingüística en los entornos laborales. En 2023 se distribuyó un cuestionario anónimo con el que se recogieron datos de 935 delegados y delegadas sindicales de UGT de diversos sectores y regiones de Cataluña, incluidos el área metropolitana de Barcelona; las comarcas de Girona, Lleida y Tarragona, y la Cataluña central, entre otras.
Entre los resultados más destacados, los datos revelan que el 85 % de los representantes sindicales de UGT que respondieron a la encuesta utilizan el catalán en los puestos de trabajo. Sin embargo, se observan variaciones territoriales y sectoriales significativas. Por ejemplo, la lengua catalana predomina en regiones como las Terres de l’Ebre o las comarcas gerundenses, mientras que el castellano es más frecuente en zonas con una alta concentración de migración histórica como el Baix Llobregat y l’Hospitalet de Llobregat.
Según Di Paolo, las evidencias que se presentan en este estudio «complementan las estadísticas que existen sobre usos y conocimientos lingüísticos en el ámbito laboral y confirman que el catalán está bastante presente dentro del tejido productivo de Cataluña».
Uso y relevancia de las lenguas en los centros de trabajo
Los delegados y delegadas sindicales que respondieron a la encuesta consideran que los trabajadores de los centros laborales utilizan el catalán como lengua de comunicación en el trabajo con una frecuencia alta, que se incrementa en las empresas que pertenecen a la Federación de Servicios Públicos de UGT y en determinadas uniones territoriales, como las Terres de Lleida y las Terres de l’Ebre. Sin embargo, el uso del castellano o de combinaciones de castellano y catalán es más preponderante en otras federaciones y zonas geográficas.
El informe también resalta que existe la impresión de que, en el 41,6 % de los casos, la lengua más relevante en el centro de trabajo es el castellano, mientras que el 35 % de las personas encuestadas considera que es el catalán. Sin embargo, respecto a la percepción de la relevancia de las lenguas, existen diferencias sectoriales y territoriales significativas.
Di Paolo remarca que «las evidencias sobre la percepción de delegados y delegadas sindicales de UGT en cuanto al uso y relevancia de las lenguas en los centros de trabajo apuntan hacia la naturaleza bilingüe del mercado laboral de Cataluña, pero también confirman la necesidad de adoptar una perspectiva territorial y sectorial a la hora de analizar sus dinámicas lingüísticas».
Interés por mejorar las competencias en catalán
En el cuestionario también se preguntó sobre la percepción que se tiene sobre las necesidades de mejora en las competencias en lengua catalana que tienen los empleados en su centro de trabajo, así como la tipología de formación que consideran que preferirían.
Los datos obtenidos muestran que la necesidad de formación en catalán de los trabajadores es bastante generalizada, y que existe una tendencia elevada a preferir que la formación lingüística se lleve a cabo en horario laboral, independientemente de si es mediante formación en línea o bien presencial. Esto se observa tanto en las tres federaciones —la Federación de Industria, Construcción y Agroalimentarios; la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo, y la de Servicios Públicos— como en todos los ámbitos territoriales analizados.