¿Por qué es importante preservar el medio ambiente?
Nuestro planeta nos proporciona gran parte de los recursos que necesitamos para sobrevivir, como los alimentos, el agua, la energía, el oxígeno y ciertos medicamentos. Por este motivo, el ser humano es totalmente dependiente de las especies animales, vegetales y de los microorganismos presentes en la Tierra.
Se calcula que en nuestro planeta conviven entre 5 y 30 millones de especias. Pero debemos ser conscientes de la importancia de cada una de ellas, ya que la pérdida de una sola especie puede llegar a poner en peligro todo el ecosistema.
Gran parte de las actividades que cada uno de nosotros realiza a diario provoca un cierto impacto ambiental, como por ejemplo el consumo de agua y energía. El agua es un bien escaso y limitado, por lo que un uso no racional puede provocar la sobreexplotación de acuíferos, sequías, contaminación de aguas, incumplimiento de los caudales mínimos necesarios en los ríos, entre otros. Además, también debemos tener en cuenta que se consume mucha energía en los procesos de depuración y potabilización del agua que utilizamos.
Por otra parte, los impactos ambientales derivados de la generación de energía varían en función de la fuente, siendo más negativos si proceden de fuentes de energía no renovables. Algunos de los principales efectos son la contaminación y alteración del medio, sobre todo por la emisión de gases de efecto invernadero como el CO₂, o el impacto acústico y visual que generan las instalaciones productoras de energía.
Conservar los recursos naturales, mantener unas buenas condiciones ambientales y proteger la biodiversidad deberían ser prioridades en nuestra actividad diaria, tanto para garantizar que en el futuro disponemos de estos recursos como para evitar que nuestra calidad de vida y nuestra salud empeoren .
¿Qué puedo hacer yo?
Con el fin de conseguir la preservación de nuestro planeta, es muy importante que nuestras acciones diarias provoquen el menor impacto ambiental posible.
Aunque los gestos y pequeñas acciones de mejora ambiental que cada uno de nosotros pueda realizar individualmente puedan parecer insignificantes, la suma puede llegar a producir un gran beneficio ambiental, incluso superior al de grandes proyectos o iniciativas gubernamentales.
Este manual pretende dar a conocer una serie de buenas prácticas ambientales para reducir al máximo nuestro impacto sobre el ecosistema que nos rodea.
Ejemplos de buenas prácticas de consumo responsable de energía y agua
A continuación se muestran unas fichas con ejemplos de buenas prácticas de consumo responsable de energía y agua que pueden aplicarse a las diferentes actividades y situaciones que tienen lugar en la UB, y también a otras acciones que la población universitaria realiza fuera de la universidad . Se trata de unos consejos que tienen por objetivo informar y sensibilizar a la comunidad universitaria sobre cómo conseguir reducir el consumo de energía y agua asociado a nuestra actividad universitaria.
Cada una de las fichas está enfocada a una temática concreta, incluye una pequeña descripción de la buena práctica, los criterios y consejos a seguir para ponerla en práctica, y un icono de valoración de la incidencia positiva que estas buenas prácticas tienen sobre el medio ambiente:
Imágenes:
1. Autor: Matthew Bowden www.digitallyrefreshing.com (http://www.sxc.hu/photo/174332) [atribució], vía Wikimedia Commons (http://commons.wikimedia.org/wiki/File:African_waterfall.jpg)
2. Chimeneas de una fábrica de azúcar, en Peñafiel (Valladolid). Autor: Luana Fischer Ferreira. Fuente: Banco de imágenes y sonidos del Ministerio de Educación (http://recursostic.educacion.es/bancoimagenes/web/) bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC-SA 3.0)
3. El Pensador de Rodin. Autor: Adrian Arellano (trabajo propio) [Domini públic], vía Wikimedia (http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pensador.jpg)
4. Campaña de ahorro de agua en la Universidad de Barcelona, 2005