Las vacaciones, además de ser una oportunidad para relajarse y desconectar del estrés cotidiano, también tienen un impacto significativo en el cerebro. Descansar adecuadamente no solo rejuvenece nuestro cuerpo, sino que también es crucial para el funcionamiento óptimo de nuestras capacidades cognitivas.

Algunas investigaciones han demostrado que las vacaciones y el descanso tienen efectos profundos en nuestro cerebro. Un estudio realizado por la Dra. Jessica de Bloom y su equipo reveló que los períodos de descanso pueden mejorar significativamente nuestra salud mental y bienestar general. El estudio, titulado «Effects of Vacation on Health and Well-Being: Lots of Fun, Quickly Gone,», mostró que las vacaciones pueden reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, con efectos positivos que pueden durar semanas después del regreso.

Cuando descansamos, nuestro cerebro tiene la oportunidad de recuperarse del desgaste diario. Durante las vacaciones, se observa una disminución en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que permite a las áreas cerebrales asociadas con el aprendizaje, la memoria y la creatividad funcionar de manera más eficiente. El descanso y las actividades relajantes pueden mejorar la conectividad funcional en la red neuronal por defecto, una región del cerebro crucial para la memoria y el aprendizaje (Bloom, Geurts, y Kompier. 2012).

Las vacaciones también proporcionan un descanso necesario para la corteza prefrontal, la parte del cerebro responsable de funciones ejecutivas como la toma de decisiones, la planificación y el control del comportamiento social. En el estudio «Rest is not idleness: Implications of the brain’s default mode for human development and education» , se demostró que el tiempo libre y las experiencias nuevas y variadas durante las vacaciones pueden mejorar la flexibilidad cognitiva, es decir, nuestra capacidad para adaptarnos a situaciones nuevas y cambiantes.

Para aprovechar al máximo las vacaciones, es importante desconectar verdaderamente del trabajo y de las rutinas diarias. Esto puede incluir limitar el uso de dispositivos electrónicos, pasar tiempo en la naturaleza y dedicar tiempo a actividades placenteras y relajantes. El estudio de la Dra. de Bloom también sugirió que la anticipación de las vacaciones puede aumentar el bienestar, por lo que planificar y tener algo que esperar también juega un papel importante.

Las vacaciones son mucho más que un lujo; son una necesidad para el bienestar mental y la salud cerebral. Al permitirnos desconectar y recargar, las vacaciones ayudan a reducir el estrés, mejorar la memoria y aumentar la creatividad.

Así que, la próxima vez que te sientas culpable por tomarte un descanso, recuerda que estás haciendo un favor a tu cerebro y, en última instancia, a tu bienestar general.


Bloom, J., Geurts, S., y Kompier, M. (2012). Vacation (after-) effects on employee health and well-being, and the role of vacation activities, experiences and sleep. Journal of Happiness Studies. 14. 10.1007/s10902-012-9345-3.

Bloom, J., Geurts, S., Taris, T., Sonnentag, S., Weerth, C., y Kompier, M. (2010). Effects of vacation from work on health and well-being: Lots of fun, quickly gone. Work & Stress 24, 2, pp. 196-216. 24. 10.1080/02678373.2010.493385. Available from: https://www.researchgate.net/publication/45523646_Effects_of_vacation_from_work_on_health_and_well-being_Lots_of_fun_quickly_gone#fullTextFileContent

Immordino-Yang, M. H., Christodoulou, J. A., y Singh, V. (2012). Rest Is Not Idleness: Implications of the Brain’s Default Mode for Human Development and Education. Perspectives on psychological science : a journal of the Association for Psychological Science7(4), 352–364. https://doi.org/10.1177/1745691612447308