por David Bueno y Anna Forés

Conocer cómo es y cómo funciona el cerebro, cómo va cambiando a través de los aprendizajes y experiencias y cómo estos cambios influyen en la manera en que las personas nos relacionamos con nosotros mismas, con nuestro entorno social, cultural y físico, y en cómo gestionamos nuestros aprendizajes futuros contribuye, sin duda, a optimizar las pedagogías educativas. Hay muchos trabajos aplicables a las aulas que abordan este aspecto en los distintos niveles educativos preuniversitarios, pero todavía muy pocos los que se han focalizado en los estudios superiores.

por David Bueno

por Anna Forés, Teresa Hernández, Marta Ligioiz y Carme Trinidad

Las aulas universitarias mantienen esas filas de mesas fijas, asientos donde la mirada y el centro de atención es el profesorado. Crece la cantidad de contenidos a recordar y nos lamentamos cuando la salud mental de los jóvenes los lleva a la autolisis, depresiones y abandono. ¿Cuánto hay de supervivencia en todo este proceso? ¿Cuánto de asombro y de creatividad desbordante? ¿Cuánto de pasión, coherencia y sentido vital?

por Jesús Guillén

por Rosa Casafont

Tomar consciencia y corresponsabilizarse del aprendizaje son dos cuestiones fundamentales en la docencia universitaria, en la cual interaccionan adultos estudiantes con adultos docentes (…) dos propuestas complementarias para que cumplamos con nuestra misión de ser, día a día, mejores educadores.

por Coral Elizondo

Nuestra sociedad actual es una sociedad diversa, plural, inclusiva, globalizada, interconectada, y la universidad es un reflejo de ello. ¿Cómo debe enfrentarse la universidad a los retos, dilemas éticos, desafíos, de esta sociedad? ¿Cómo debe avanzar para asegurar el bienestar social de todas las personas y, más especialmente, de las personas más vulnerables? ¿Cómo debe enfrentarse la universidad a esta modernidad líquida que disuelve todo lo sólido y ofrece procesos líquidos?

por Laia LLuch e Iolanda Nieves de la Vega

La neuroeducación, una amalgama de neurociencias, psicología y educación, se centra en el cerebro y su relación con el aprendizaje. En este contexto, las funciones ejecutivas, como la planificación, memoria de trabajo, atención, flexibilidad cognitiva y autocontrol, juegan un papel crucial. Estas habilidades cognitivas superiores son fundamentales para la autorregulación y el éxito académico.

por David Bueno y Anna Forés

por Laia LLuch e Iolanda Nieves de la Vega

La evaluación formativa también respalda la autorregulación y la motivación, alineándose con los hallazgos de la neuroeducación sobre las funciones ejecutivas y su papel en el aprendizaje. Se sugiere que las tareas de evaluación tienen que fomentar la planificación, manipulación y autorreflexión de información, y adaptación de estrategias basadas en el feedback autorregulador, para el desarrollo de competencias transversales en los estudiantes.

No te pierdas la próxima entrada donde desvelaremos los siguientes capítulos.