«El optimismo es indispensable para lograr objetivos, y se puede aprender.»
Incertidumbre, miedo, pesimismo. Son términos que se escuchan de forma repetida en contextos económicos difíciles, como el actual. Conversamos con la psicóloga y especialista en Gestión y desarrollo de equipo, María Palacín Lois, de cómo optimizar la ilusión y gestionar la adversidad.
Parece fundamental, en estos momentos de incertidumbre y pesimismo, afrontar la vida con fuerza y optimismo. Pero, ¿cómo?
Es indispensable contar con una actitud de superación, con ilusión y energía para conseguirlo, con esfuerzo para mantenerse en la dirección decidida. Esto se logra con los soportes que se pueden recibir, además de la propia actitud. El soporte es necesario para mantener la energía, para optimizar la ilusión y para gestionar la adversidad. La incertidumbre es un fenómeno del que siempre huye el ser humano. Se intenta minimizar a toda costa. Pero es necesario aprender a manejar la incertidumbre, hay que aceptarla como parte de la vida: esto nos hace más fuertes, más resistentes y más libres. El aprendizaje de tolerar la incertidumbre es un proceso necesario. Por tanto, buena parte de las aptitudes y de las actitudes se pueden aprender a lo largo de la vida, y se pueden modificar.
¿Es cierto que las personas optimistas consiguen de forma más fácil sus propósitos?
No es que consigan más fácil sus propósitos. Tienen más energía incombustible para conseguirlos, porque poseen la ilusión que requieren para mantenerse en la dirección correcta. Los objetivos requieren esfuerzo, pero la energía no se pierde por el camino. Las personas optimistas no malgastan energía en actitudes negativas, en quejas, ni reproches que agotan y minimizan el alcance de lo que uno se ha propuesto. El Optimismo-Inspirador, como afirma Jaime Tomás, es fundamental para conseguir los propósitos personales y grupales.
Nuestra forma de ser, ¿está más condicionada por nuestras aptitudes o somos una consecuencia de nuestros modelos y vivencias?
Nuestra forma de ser, está condicionada por nuestra genética y por nuestros modelos de aprendizaje y de socialización, como la familia, los amigos ya la propia escuela. Son los denominados “grupos primarios” que inducen una socialización primaria. Los “grupos secundarios”, como las relaciones laborales, las aficiones, la formación recibida, tienen que ver con nuestras aptitudes y habilidades, y son las que vamos desarrollando a lo largo de la vida. Desde luego, los modelos de referencia recibidos condicionan nuestra manera de ser y pueden modelar hasta la propia genética heredada.
¿Por qué reaccionan diferente las personas ante los mismos hechos?
El temperamento heredado produce diferencias en las reacciones de las personas, pero los modelos de referencia producen un estilo con el que afrontamos las situaciones diversas de la vida. La forma en que valoramos emocionalmente lo que nos ocurre, induce a formas diferentes de afrontarlo. Por ejemplo, ante una situación de cambio en nuestra vida, hay personas que, por su forma de valorar los hechos, pueden reaccionar rápidamente, buscando recursos. Otras, en cambio, se pueden bloquear. El denominador común es que cualquier persona reacciona con resistencia frente a los cambios no deseados. Dicha resistencia difiere en cada uno de nosotros en función de nuestras valoraciones, y de los recursos que tenemos disponibles para hacer frente a las situaciones. Los recursos son las fuentes de soporte que ayudan a que las reacciones puedan modificarse, ya que son actitudes, al fin y al cabo.
¿Podrías compartir con nosotros alguna historia de superación que te haya llegado o te haya impactado?
Una buena amiga, como una hermana para mí, perdió a su familia en un accidente de coche. Se encontraba en el último trimestre de embarazo de su segundo hijo. Perdió a su hija, marido y suegros en dicho accidente. Fue muy duro seguir, y solo el nacimiento de su hijo, tan esperado por todos, podía ayudar biológicamente a seguir hacia delante. Fue la fuerza, su resistencia y la ayuda de grupos de amigos y familiares las que le permitieron tener una vida plena. Admiro profundamente su servicio a los demás, su trabajo y la forma en que vive este modelo de superación.
Hay muchas historias reales que nos enseñan, experiencias de personas que aprenden a superar situaciones realmente de gran adversidad. Por ejemplo, la de Langui es una historia de esfuerzo constante desde su niñez. Un ejemplo de cómo su madre le ponía el ColaCao en una altura, de forma que tenía que esforzarse en cogerlo. Esto suponía un beneficio para su salud. No hay gestión de adversidad sin esfuerzo. Hay que resistirse a la compasión que uno siente de sí mismo, y soportarla.
A veces nos protegemos bajo una dura corteza llamada personalidad, que esconde el miedo bajo una aparente valentía. ¿Cómo se supera el miedo que induce a tomar decisiones desacertadas?
El miedo es una emoción saludable cuando es funcional, es decir, cuando nos alerta de los peligros. Pero, cuando este miedo pasa a ser disfuncional, cuando nos bloquea, o cuando nos hace huir hacia delante sin valorar los aspectos favorables o desfavorables, es cuando debemos plantear su superación. Es posible aprender a soportar el miedo, a afrontarlo de cara.
¿Crees que la psicología, en todos sus matices, debiera tener más cabida en la formación académica, como instrumento útil para el éxito personal y laboral?
¡Por supuesto que debiera tener mayor cabida! ¡Es necesario que las personas puedan tener un mayor conocimiento de sí mismas! Que sepan cómo pueden afrontar situaciones, o conocer qué sienten en cada momento y no asustarse por sentirlo.
Ayer mismo, en una reunión de colegio de mis hijos, nos decían como novedad que se dará mucha importancia a la educación emocional, admitiendo que existen muchos tipos de inteligencia. ¡Por fin! El aprendizaje de nuestras emociones, de cómo nos relacionamos con los demás, de saber cómo somos y cómo reaccionamos frente a lo que nos ocurre en la vida, debería ser materia de la asignatura obligatoria: “psicología del vivir”. Nos prevendría de muchas desorientaciones vitales, incluso de psicopatologías, seguro. Definitivamente, la Psicología es una disciplina que tiene mucho de preventiva, por ello es imprescindible su uso y aplicación.