«Encontrar el equilibrio entre el enfoque a resultados y personas, asumir el error y saber gestionarlo correctamente, inspirar y tener visión.»
Valores y competencias: Los principios de liderazgo de Eva García
Eva García es Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por el IQS de Barcelona. Ha realizado un postgrado en Análisis y Conducción de Grupos en la Universitat de Barcelona y Master en Inteligencia Emocional en las Organizaciones y actualmente está cursando el Corporate MBA en ESADE.
Se incorporó a la compañía en 2007 como responsable de Exportación, con un equipo de 4 personas, desde donde también lideró la implantación de Logistics Prisma Clarify. En 2009 fue nombrada responsable de la Zona Norte de Servicios Comerciales, gestionando un equipo de 11 personas. Con la nueva organización anunciada a principios de 2013, fue nombrada responsable de Pedidos y Facturación, gestionando un equipo de 16 personas.
¿Que son para ti los principios de liderazgo?
Son una filosofía de empresa, el comportamiento que se espera de los managers para conseguir las metas y una alineación con nuestros valores de Integridad, Coraje y Pasión.
Explícanos cuál de los principios te parece el más importante
Interesarme en las personas de mi equipo es para mí el más importante, por muchos motivos. Forma parte implícita de mi función, es una premisa básica, una necesidad. La clave es preguntar y aprender a escuchar. Sin interés sincero, no hay liderazgo.
¿A qué reto te enfrentas cumpliendo con los principios?
El mayor reto es influir positivamente (hacia arriba y hacia abajo) e identificar los puntos fuertes de las personas para obtener lo mejor de cada uno. Se consigue mucho más potenciando lo bueno que resaltando lo malo y si tratas a las personas en vez de por lo que son, por lo que deseas que sean, estimulas el cambio y su desarrollo.
¿Qué es ser un buen líder?
Tiene que ver con crear equipo, facilitar la motivación del grupo, dotarlo de responsabilidades y conducirlo, generando sinergias para el éxito de la organización. Encontrar el equilibrio entre el enfoque a resultados y las personas, asumir el error y saber gestionarlo correctamente, inspirar y tener visión. Nuestra visión va a determinar nuestra manera de actuar, nuestro comportamiento y nuestros hábitos influyendo, por supuesto, en la actitud frente a diferentes situaciones. Adquirir una actitud enérgica, positiva, motivada, tanto en mí como en los que me rodean, es el multiplicador del resultado.