El barrio del Raval, desde sus orígenes, fue una zona deprimida. De calles estrechas y mohosas, fue pasto, en la década de los 70, de la delincuencia y la mala vida. Tan es así que la primera edición de la guía turística Lonely Planet sobre Barcelona recomendaba directamente no ir a parar allí.
El piso de Jose María fue derruido bajo el “BA188”, que es el nombre que le dieron al plan de urbanismo con el que varias manzanas de edificios como el suyo fueron derrumbados. El objetivo era abrir una Rambla de 58 por 317 metros…