Las mujeres pakistaníes pertenecen a la segunda comunidad extranjera más numerosa en Barcelona y son poco visibles. Llegaron a la ciudad condal para reencontrarse con sus maridos, no hablan castellano, se expresan en urdu o pungabi y salen poco de casa, ya que se dedican exclusivamente al cuidado de los niños y a las labores domésticas. Pero también se nota la presencia de «una nueva generación» compuesta de jóvenes pakistaníes, principalmente » las hijas», que asisten a colegios de Barcelona y que ya han incorporado costumbres occidentales a su formación musulmana y tradicional.