He aquí cómo llegué a amar a mi madre, cómo vi en ella mi propia naturaleza verdadera, lo que había bajo mi piel, en el meollo de mis huesos.
Tan, Amy
biografía
Los padres de Amy Tan son inmigrantes chinos establecidos en los Estados Unidos. Ella nació en 1952, en California, y es graduada en Lingüística. Entre sus libros destacan Un lugar llamado Nada, El Club de la Buena Estrella o Los cien sentidos secretos. Algunas de sus obras han sido adaptadas a la gran pantalla e incluso a la ópera como La hija del curandero. También ha escrito relatos breves publicados en revistas y antologías. Actualmente vive entre Nueva York y San Francisco.
sinopsis
El Club de la Buena Estrella lo crean en China cuatro mujeres con el objetivo de apostar por la vida y la esperanza. Años después, el Club sigue vivo en San Francisco y gracias a sus reuniones conocemos la historia de las cuatro mujeres que lo forman y de sus familias. El presente lejos de China, de su lengua y de su cultura, en un país donde la integración resulta difícil y donde la comunicación con las nuevas generaciones no siempre es posible. Los recuerdos de un pasado que inevitablemente dejan un poso de creencias en el hoy y un futuro que no se corresponde con el imaginado, encarnado en las relaciones con sus hijas ya americanas.
reseña
El Club de la Buena Estrella muestra la dificultad de las relaciones humanas cuando existen distancias de tipo generacional y cultural, incluso entre integrantes de una misma familia.
Hay dos temas que actúan como ejes vertebradores de la obra: la incomunicación y la intolerancia, que conllevan una crisis de identidad en las protagonistas. Madres e hijas están llenas de prejuicios respecto a las dos culturas a las que pertenecen, la china y la americana, y hacia sí mismas porque los esquemas culturales que rigen sus vidas están demasiado fijados. No se reconocen en la alteridad porque tanto unas como otras están invadidas por corsés mentales y generacionales que les impiden acercarse.
El universo mítico chino y las supersticiones son algunos de los aspectos en los que chocan las dos culturas y generaciones. Las hijas creen en lo concreto y las madres están aferradas al imaginario chino. El lenguaje de la obra nos acerca a este doble código de creencias, ya que las palabras del pasado y de los recuerdos de las madres se tiñen de expresiones populares chinas casi poéticas, mientras que el presente se representa con un lenguaje más directo, práctico y concreto. Precisamente, en la adaptación cinematográfica de la obra (homónima), llevada a cabo por Wayne Wang en 1993, el poder de connotación del lenguaje es uno de los rasgos que queda más deslucido al representarse en imágenes.
La temática del desencuentro entre generaciones se resuelve porque con el paso de los años, las hijas ven reflejado el pasado de sus madres en sus propias palabras, supersticiones y esperanzas, como si se tratara de una huella genética. Sólo cuando las hijas conocen los secretos y misterios de las vidas de sus madres superan los prejuicios que tienen hacia sus familias y hacia sí mismas y llegan a la comprensión e identificación. Se demuestra así que en la vida, pasado, presente y futuro se abrazan con el conocimiento. En las primeras páginas "June" Woo dice: "imaginaba que las reuniones del Club eran una vergonzosa costumbre china". Pero al final del libro y gracias al Club, con el reencuentro con sus hermanas y sus raíces, afirma: "Y me doy cuenta de cuál es mi parte china. Es algo tan evidente… algo que está en la familia, en la sangre, algo que por fin puedo liberar". La estructura circular de la obra refuerza la idea de que el ayer se comunica con el hoy y de que con el conocimiento y la tolerancia es posible conciliar dos estilos de vida, dos generaciones y dos culturas.
Querol Calvet, Gemma (2010), "Amy Tan. El Club de la Buena Estrella", Lletra de Dona in Centre Dona i Literatura, Barcelona, Centre Dona i Literatura / Universitat de Barcelona.