Lletra de dona és un espai de publicació i difusió de ressenyes d'obres escrites per dones, dins els àmbits tant de la creació literària (narrativa, teatre, poesia, assaig, autobiografia) com de la teoria crítica.
"le produce un raro placer –el placer de la transgresión– y a menudo recrea posibles escenas que incluyen una intervención policial, la detención del Viejo, un interrogatorio lleno de preguntas con borrosas connotaciones sexuales […]. Pero una cosa es imaginar y otra muy distinta es tentar al diablo." (62)
“tan altos que los clientes pedían por favor que no te los sacaras, y los lamían esperando saborear un poco de esa gloria travesti, esa frivolidad tan honda, esos piesotes de varón coronados por zapatos de princesa puta.” (Sosa 173)
"La Maria es va quedar parada, mirant. A poc a poc, li va venir la por: ells se n’anaven, la vida ara era seva; però quantes coses en una vida! Un regal així tan gran, que el podria, que el podria carregar?"
Il s'approcha de la porte, sans bruit avec de nombreux temps d'arrêt, et finit par s'appuyer au battant. Il sentit qu'elle s'y appuyait aussi; le tremblement de leurs deux corps se communiquait aux boiseries. Il faisait entièrement noir: chacun écoutait dans l'ombre le halètement d'un désir pareil au sien.
Però sí que es compren els somnis; aquesta mercaderia impalpable se subministra sota diverses formes. Els pocs diners que Paolo Farina donava a Lina cada setmana li servien per pagar una il·lusió espontània, és a dir, potser l'única cosa al món que no pot enganyar.
La palabra escrita me enseñó a escuchar la voz humana, un poco como las grandes actitudes inmóviles de las estatuas me enseñaron a apreciar los gestos. En cambio, y posteriormente, la vida me aclaró los libros.
En la poesía encontramos directamente al hombre concreto, individual. En la filosofía al hombre en su historia universal, en su querer ser.
“Mandásteme, señora mía, que contase esta noche un desengaño, para que las damas se avisen de los engaños y cautelas de los hombres, […] siendo mayor entretenimiento decir mal de ellas: pues ni comedia se representa, ni libro se imprime que no sea todo en ofensa de las mujeres, sin que se reserve ninguna.” (p. 124)
“para ser una mujer desdichada […] no bastan ejemplos ni escarmientos; si bien servirá el oírla de aviso para que no se arrojen al mar de sus desenfrenados deseos […], temiendo que en él se aneguen, no sólo las flacas fuerzas de las mujeres, sino los claros y heroicos entendimientos de los hombres, cuyos engaños es razón que se teman”.
Quién es la voz del libro. Quién me habla -quién te habla- desde estas líneas. Alguien bien distinto a mí emerge, y yo no lo veo -y tú no lo ves- pero aquí está, -aquí estoy, para servirte y contarte que yo existo.