Quien se dedica, sea en la calidad que sea, al fascinante mundo de la educación, bien sabe que septiembre es un mes muy particular. Muchas y muchos pensamos que este es el mes en el que empieza, realmente, nuestro año. Y es que tenemos la suerte de vivir dos “años nuevos”, el de septiembre y el de enero. No obstante, es difícil negar que nuestro “año nuevo” de septiembre es singularmente especial. Llegamos con ilusiones renovadas, los reencuentros son aún más efusivos y los proyectos se encaran con las baterías bien cargadas.
El equipo del Instituto de Investigación en Educación os desea un formidable nuevo curso que dé paso a la posibilidad y al éxito en todo aquello que os propongáis.