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Scripta Nova |
DE LA POLÍTICA DE INNOVACIÓN AL DESARROLLO TERRITORIAL INNOVADOR EN CIUDADES MEDIAS: EL CASO DE ARANDA DE DUERO
Basilio Calderón Calderón
Departamento de Geografia – Universidad de Valladolid
basilio@fyl.uva.es
José Luis García Cuesta
Departamento de Geografia – Universidad de Valladolid
josgar@fyl.uva.es
Henar Pascual Ruiz-Valdepeñas
Departamento de Geografia – Universidad de Valladolid
pascual@fyl.uva.es
De la política de innovación al desarrollo territorial innovador en ciudades medias: el caso de Aranda de Duero (Resumen)
Se analizan en este trabajo los principales componentes del sistema de innovación castellano leonés, destacando el papel transversal de la financiación, así como la entidad y resultados sectoriales y territoriales del conjunto de ayudas anuales gestionadas por la Agencia de Inversiones y Servicios de Castilla y León (Ade), para impulsar las actividades y empresas vinculadas a la I+D por un lado y las iniciativas emprendedoras que presentan algún componente innovador por otro, ya que se consideran como una de las mejores alternativas de futuro a la base productiva tradicional de Castilla y León. Se ha analizado preferentemente la vertiente socioinstitucional de los procesos de innovación en la escala local, identificando los agentes y redes creadas ad hoc, relacionando ambas vertientes –empresarial y social- y, en lo que constituye probablemente la más genuina aportación geográfica, tratando de analizar las consecuencias que estos procesos tienen en Aranda de Duero (Castilla y León).
From the politic of innovation to the innovational territorial development in middle cities: the case of Aranda de Duero (Abstract)
The aim of this paper is to analyse the principal components of Castilla y León's innovation system, placing a particular emphasis on the transversal role played by financing as well as the body and results by sector and territory of the total financial aid administered by Ade, Castilla y León’s Investment and Service Agency, destined to boost both R&D related activity and companies, as well as innovative enterprising initiatives, considered to be potentially one of the most promising future alternatives for Castilla y León’s traditional productive base. In this paper, we have opted to focus on the socio-institutional aspects of innovation processes on a local scale, identifying those agents and networks created ad hoc, relating both corporate and social considerations, and attempting to analyse the impact of these processes in Aranda de Duero (Castilla y León)
Key words: innovation, territorial development, innovation territorial systemsEn los últimos años, prácticamente todas las regiones españolas y por ende las mayores ciudades de sus respectivos sistemas urbanos han comenzado a desarrollar estrategias de innovación de lo que podemos denominar primer nivel, vinculadas por lo general a la investigación y desarrollo, y apoyadas en una red de centros tecnológicos, parques científicos o parques tecnológicos; en no pocos casos, estas estrategias son compatibles con aquellos procesos innovadores de lo que podríamos denominar segundo nivel, entendiendo como tal aquellos que no son necesariamente tributarios de las rutinas de investigación amparadas por el sistema nacional o regional de ciencia y tecnología y que desarrollan tanto las universidades, o por otros centros de investigación públicos o privados radicados en cada territorio, sino que se nutren de pequeñas iniciativas empresariales con un cierto componente innovador ya sea en procesos o ya en organización con los que buscar una posición competitiva en su perfil funcional o en su entorno territorial[1].
Pese a su carácter genuinamente emprendedor, esta actividad innovadora de carácter local, surgida en entornos locales innovadores, en los que el conocimiento se acumula mediante el aprendizaje, y en los que se materializa la “…cooperación entre las instituciones, asociaciones y agentes que de una u otra forma tienen presencia activa en el funcionamiento del sistema productivo” [2], es obviamente tributaria de las normativas y las políticas –especialmente las políticas de innovación- impulsadas por los gobiernos en sus diversas escalas territoriales[3]; desde esta perspectiva, el primer objetivo de este trabajo consiste en analizar los principales componentes del sistema de innovación en Castilla y León, poniendo especial énfasis, por una parte, en la entidad y resultados sectoriales y espaciales del conjunto de ayudas habilitadas por el gobierno regional a través de la Agencia de Inversiones y Servicios –Ade-, para impulsar las actividades y empresas vinculadas a la I+D. Conocidos estos, se procederá a valorar, en segundo lugar, las iniciativas emprendedoras a escala local, siempre que, ya sea en sus procesos productivos, o en su organización o comercialización, presenten un cierto componente innovador, frecuentemente tributario de las estrategias de cooperación y aprendizaje desplegadas en la escala municipal y que puede apreciarse con notable calidad en aquellas ciudades que por su situación, tamaño, tradición industrial y singularidad de su potencial endógeno, como en el caso de la ciudad de Aranda de Duero (Burgos), operan de forma relativamente autónoma y ajena a las grandes estrategias de I+D regionales y nacionales.
Geografía e innovación: redes socioinstitucionales y nuevas estrategias de desarrollo territorial en España
Una parte de las teorías sobre la innovación realizadas en las últimas décadas del siglo pasado han destacado el significado de dos elementos en la génesis de actividades innovadoras: la capacidad o necesidad de las empresas para innovar por un lado y la influencia de las organizaciones-instituciones sobre las empresas, materializada en la creación o apoyo a los denominados entornos innovadores por otro[4]. En este contexto resulta singular la aportación de las obras que tratan de la innovación en materia de organización[5] ya que en todas ellas se destaca el papel de las estructuras organizativas, los procesos de aprendizaje y la adaptación a la evolución de la tecnología y el entorno, incluyendo en este último el marco institucional y los mercados. Por otra parte, en el planteamiento de la innovación como sistema[6] se trata de destacar el papel e influencia de las instituciones externas, definidas en sentido amplio, sobre las actividades innovadoras de las empresas y de los otros agentes; y para hacerla factible resulta determinante la transferencia y la difusión de las ideas, de la experiencia, del conocimiento, de la información y de otros muchos elementos que se lleva a cabo a través de canales y redes que se imbrican en un marco social, político y cultural que guía y delimita las actividades y la capacidad de innovación.
En todo caso, queda fuera de toda duda que en un sistema de innovación, entendido como aquel contexto en el que el conocimiento y tecnología que se genera es resultado de la interacción social con su entorno[7], lo verdaderamente relevante no es sólo la existencia de un conjunto de actores –empresas, instituciones de educación superior e investigación, agencias de transferencia de tecnología, cámaras de comercio, asociaciones de empresas, etc.…- sino la capacidad de alcanzar un determinado tipo de relaciones asociativas, incluyendo algunas infraestructuras físicas y de relación, donde contactan los diferentes agentes: centros de trabajo, consorcios o modelos asociativos[8] y en general el territorio, que es escenario y recipiente de la innovación. Un territorio que ha sido contemplado en ocasiones únicamente como límite de la organización que la impulsa y contenedor de los resultados en innovación a ella atribuida, evaluándose a partir de variables que pueden enmascarar la implicación social y la incidencia en la organización territorial de los mismos.
La aportación de la Geografía al conocimiento de los procesos de desarrollo territorial en los que está implicada la innovación es relativamente reciente, pero viene a cubrir parcialmente el vacío señalado, especialmente en el análisis de los sistemas territoriales de innovación, procediendo a la identificación tanto teórica como empírica, de las redes socioinstitucionales así como del papel de los actores locales en los nuevos espacios económicos y en general en el desarrollo territorial en España[9]. Los estudios de casos son cada vez más numerosos, como viene a demostrar la inclusión de ponencias específicas sobre la materia en diversos congresos y jornadas sobre Geografía o la publicación de manuales y números monográficos en revistas especializadas; y aunque en origen prestaron especial atención a la concentración de industrias de alta tecnología en el contexto de la transformación –crisis, reconversión, reindustrialización…- de algunos territorios, superada esta etapa, los análisis se han ido orientado a la demostración en unos casos del nexo existente entre el impulso organizativo y financiero a escala regional y los procesos de innovación contemplados desde la perspectiva de la empresa, en tanto que en otros se ha analizado preferentemente la vertiente socioinstitucional de los procesos de innovación en la escala local, identificando los agentes y redes creadas ad hoc, relacionando ambas vertientes –empresarial y social- y, en lo que constituye probablemente la más genuina aportación geográfica, tratando de analizar las consecuencias que estos procesos tienen en cada lugar, “no sólo en su crecimiento económico, sino también en los aspectos sociales, ambientales y territoriales”[10].
Esta última perspectiva ha dado pie a nuevas aportaciones que tienen como objetivo abordar la innovación a otras escalas, contemplando otros agregados territoriales dotados de cierta capacidad para operar de forma cooperativa, como es el caso de las ciudades medias y explorando la génesis de una suerte de desarrollo territorial policéntrico en España que parte de formas de innovación relativamente heterodoxas, es decir ajenas a los circuitos básicos del vertical y excluyente sistema de I+D y que responde en cambio a la existencia de nuevas formas de organización productiva caracterizada por la presencia de redes de empresas que llegan a formar un verdadero sistema productivo local, y formas de organización institucional en las que múltiples redes sociales de cooperación colaboran de forma activa en el impulso de las innovaciones[11]; este es el objetivo de un proyecto coordinado financiado por el MEC, liderado por el Instituto de Economía y Geografía del C.S.I.C. en el que, participaron las universidades de Lleida, Sevilla y Valladolid. En esta línea se inscriben, entre otros, los trabajos publicados –solos o en colaboración- de R. Méndez, (2002,2006) sobre estrategias y redes socio institucionales de innovación en ciudades intermedias y sobre desarrollo territorial en ciudades media en Castilla La Mancha, de I. Caravaca (2002, 2009) o de G. González (2006) sobre los sistemas productivos locales e innovación en algunas ciudades andaluzas.
En todos los casos se pone de manifiesto el necesario concurso de las instituciones regionales-locales, ya que en cierto modo son intérpretes de las necesidades surgidas del conocimiento de las relaciones de interdependencia entre lo local –sea ciudad aislada o redes de ciudades- y lo global, al tiempo que impulsoras de las estrategias que precisa un tejido económico y social para asegurar los procesos de innovación y de difusión tecnológica[12]. Obviamente, estas estrategias son más necesarias en aquellas regiones en las que, debido a la debilidad de su tejido productivo, y a la incapacidad secular para innovar, son las instituciones públicas a través de diversas instituciones interpuestas –o interfaz- las que terminan por asumir el liderazgo en un proceso tendente a coordinar y financiar las iniciativas del sistema educativo, del sector productivo local -pymes- y de las grandes empresas, con el objetivo de construir y financiar un verdadero Sistema de Innovación Regional[13], entendiendo como tal el “conjunto de redes entre agentes públicos y privados que interactúan y se retroalimentan en un territorio específico aprovechando una infraestructura propia, para propósitos de adaptar, generar y difundir conocimiento e innovaciones”[14].
Financiar la innovación en Castilla y León: programas de ayudas institucionales para el fomento de la innovación en el tejido productivo regional
La generación, difusión y trasferencia del conocimiento gravita especialmente sobre las iniciativas regionales y locales que crean y sostienen el marco que hace posible que todo el sistema de innovación -de producto, de proceso, de organización y comercialización- funcione, prestando apoyo y soporte a los agentes del sistema: universidades, centros tecnológicos y empresas, mediante una arquitectura administrativo-institucional que opera en buena medida como un conjunto de estructuras interfaz, es decir, como “…unidades que se crean en un entorno, para dinamizar sus elementos y catalizar las interrelaciones entre ellos y con los elementos de otros entornos”[15]. Se trata, en todo caso, de crear una muy tupida y bien articulada red de agentes socioeconómicos e institucionales, políticas y recursos públicos, con los que incentivar la creación de entornos innovadores, entendidos como aquellos territorios en los que puede adquirirse mediante gestión y cooperación, ganancias de innovación y aprendizaje[16].
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Figura 1. Principales componentes del sistema de innovación regional en Castilla y León. Fuente: Elaboración propia. |
La construcción de un sistema de innovación regional En Castilla y León dotado de capacidad para crear las condiciones para innovar en el tejido empresarial, precisa de la concurrencia de al menos cuatro grandes componentes (figura 1), de cuya combinación deriva tanto la actividad innovadora vinculada a la investigación básica y aplicada, como aquella otra que, sin hacer una aportación relevante al conocimiento –entendido en sentido estricto- sí lo representa para cada empresa, ya que contribuye a mejorar sus resultados, al tiempo que crea las sinergias necesarias para que la innovación, explotando las diversas redes de cooperación y mediante el recurso al aprendizaje, se extienda en su entorno alcanzando tanto al tejido productivo ya consolidado, como a la actividad promovida por emprendedores en cualquiera de sus niveles: los emprendedores nacientes (star up), los emprendedores nuevos (baby business) y los emprendedores consolidados, es decir aquellos que dirigen una empresa que cuenta con más de 42 meses de existencia.
En el contexto señalado, los aspectos formativos y en particular la adecuación de la oferta educativa reglada y no reglada a la demanda de formación necesaria para la creación y gestión de iniciativas empresariales innovadoras y los aspectos normativos –leyes, proyectos y planes-, especialmente los que fomentan los sistemas de transferencia del conocimiento, pueden considerarse como base del sistema y, aunque en cierto modo sean elementos pasivos, constituyen parte esencial de las políticas regionales de promoción de la innovación[17]. Imprescindible resulta también, el fortalecimiento de las infraestructuras de transporte y comunicación[18] y la dotación de nuevo suelo industrial que permita flexibilidad en los usos para facilitar su adaptabilidad a las transformaciones del sistema productivo, respondiendo, al tiempo, a la demanda empresarial de estructuras versátiles, calidad de los equipamientos y adecuadas condiciones ambientales de los emplazamientos[19].
Cuadro 1.
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
||||||
Total |
% |
Total |
% |
Total |
% |
Total |
% |
Total |
% |
|
Empresas |
193.919 |
52,9 |
228.342 |
54,0 |
242.270 |
55,5 |
286.890 |
56,1 |
366.067 |
59,0 |
Universidades |
139.881 |
38,1 |
159.231 |
37,6 |
157.963 |
36,2 |
182.235 |
35,7 |
198.282 |
32,0 |
Administración |
32.928 |
9,0 |
35.508 |
8,4 |
36.319 |
8,3 |
42.209 |
8,3 |
56.368 |
9,1 |
Total |
366.728 |
100,0 |
423.081 |
100,0 |
436.552 |
100,0 |
511.334 |
100,0 |
620.717 |
100,0 |
Fuente: INE. Gastos Internos en I+D por sectores de ejecución. |
En la cúspide del sistema se disponen dos elementos de carácter transversal absolutamente determinantes en el fomento de la innovación: el sistema regional de ciencia y tecnología y la financiación. Del primero resultan especialmente determinantes, por una parte, la Estrategia Regional de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación de Castilla y León (ERIDI) 2007-2013, adecuadamente coordinada con la Estrategia Universidad-Empresa 2008-2011, así como el conjunto de agentes e instrumentos que forman el interfaz que pone en contacto la investigación con la innovación empresarial, ya sean las universidades, los parques tecnológicos o científicos, las fundaciones universitarias, o los centros tecnológicos, entre otros; y, por otra, los departamentos en el seno de la empresa que, en conexión con la citada ERIDI 2007-2013, están implicados en la misma y cuya importancia es creciente ya que, de ocupar una posición complementaria en el esfuerzo inversor regional, con apenas un tercio del gasto total en I+D en Castilla y León a finales del siglo XX, han pasado en poco menos de una década a ser responsables del 59% (cuadro 1). Es cierto, no obstante, que la ejecución de este gasto no guarda relación con el número de personas empleadas en actividades de I+D, ya que éste es mayor en el sector de enseñanza superior -4.900 personas, el 50,2 % en 2007- , como consecuencia sin duda del mayor volumen de gasto en personal que precisa la investigación básica frente a las actividades de I+D desarrolladas por las empresas (figura 2).
|
Figura 2. Castilla y León: personal en I+D equivalente a jornada completa en el periodo 2003-2007. |
Es obvio, por otra parte que el entramado institucional diseñado para el fomento de la investigación y desarrollo en cualquier territorio precisa de un apoyo financiero que permita el anclaje de aquellas empresas capaces de generar innovación en el mismo; conscientes de esta necesidad, las comunidades autónomas han venido incrementado este capítulo en sus presupuestos, siendo Castilla y León (34,8%), la Región de Murcia (45,3%) y Andalucía (31%), las que según la Encuesta de innovación tecnológica de las empresas (INE) correspondiente al año 2007 presentan mayores tasas de crecimiento en el gasto en innovación. De ella se deduce también que en todas ellas, pero singularmente en Castilla y León, son las pequeñas y medianas empresas (menos de 250 empleados) las que destinan más recursos para la inversión en actividades innovadoras, entendiendo por éstas las actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico (I+D interna), adquisición de I+D externa, adquisición de maquinaria, equipos y software, formación, introducción de innovaciones en el mercado, así como la adquisición de otros conocimientos externos u otros preparativos para producción o distribución. Algo más de la mitad de los gastos en actividades innovadoras (54%) han sido generados por este tipo de empresas siendo éste un rasgo diferencial de Castilla y León respecto a la media nacional, ya que las cifras globales reflejan que en España son las empresas de mayor tamaño (250 y más empleados) las que aportan mayor volumen de gasto a las actividades innovadoras (cuadro 2).
Total |
Menos de 250 empleados |
Más de 250 empleados |
|
Total Nacional |
18.094.616 |
8.079.286 |
10.015.330 |
% |
100 |
44,65 |
55,35 |
Castilla y León |
756.396 |
408.900 |
347.496 |
% |
100 |
54,06 |
45,94 |
Fuente: INE. Encuesta sobre innovación tecnológica en las empresas, 2007. |
La responsabilidad de buena parte del esfuerzo inversor en general y en innovación en particular está delegada, en Castilla y León, en la Agencia de Inversiones y Servicios–Ade-; una entidad que tiene encomendada la promoción del desarrollo de la actividad económica y el sistema productivo en Castilla y León y que está conformada por diversas unidades funcionales especializadas de entre las que destacan Ade Internacional, Fundación Ade Europa, Ceical -Centros Europeos de Empresas e Innovación S.A-, dedicada al impulso de empresas innovadoras, y Ade Parques Tecnológicos y Empresariales de Castilla y León, sociedad operativa desde enero de 2009 como resultado de la fusión por absorción de la empresa pública Parques Tecnológicos por Gesturcal, creada en 1987. Y obviamente también Ade Financiación, una entidad concebida para completar la financiación de la empresas en la Región, mediante recursos propios, entre los que se incluye una amplia gama de soluciones como los denominados Fondos de Capital Semilla, Fondos de Capital Tecnológico, Fondos de Capital Desarrollo, la red de inversores informales – Business Angels o el préstamo participativo por una parte, o procurando financiación Ajena por otra, categoría a la que pertenecen entre otros instrumentos, los préstamos ADE Financia, los Préstamos ADE Financia ICO, o los préstamos directos con fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Al margen de esta actividad –la búsqueda de inversores- la Agencia de Inversiones y Servicios ha impulsado y normalizado desde el año 2006, un conjunto de programas de ayudas a las pymes, que se orientan siguiendo tanto criterios técnicos relacionados con la idoneidad y viabilidad del proyecto, como criterios geográficos. Éstos están relacionados o bien con la provincia en la que esté radicada la empresa solicitante, a cuyos efectos son de aplicación el Plan Especial de Actuación en las áreas periféricas de la Comunidad, aprobado por acuerdo de 3 de Octubre de 2002 y el decreto 174/2000 de 24 de Julio por el que declaran territorios menos desarrollados a los efectos de la ley reguladora del Fondo de Compensación Regional; o bien, con el tamaño del municipio, ya que en determinados casos constituye un incentivo adicional el que la empresa esté radicada en un municipio menor de 10.000 habitantes o también que esté emplazada en un Parque Tecnológico de la Comunidad.
El análisis del número y tipología de los proyectos presentados en la convocatoria de 2007, resueltos en el año 2008, -figura 3- no sólo pone de manifiesto el grado de dinamismo del tejido productivo regional sino que permite destacar el carácter innovador de una parte de las solicitudes, especialmente aquellas de que están vinculadas a la creación y consolidación de estructuras permanentes de I+D+i o de innovación tecnológica; pero también de aquellas en las que la ayuda se solicita para desarrollar ex novo un proyecto innovador, que lo será siempre para su entorno, o para mejorar por esta vía la competitividad de las empresas regionales.
Con el fin de destacar este componente –el perfil innovador de los proyectos- hemos procedido a clasificar el conjunto de los mismos en cuatro grandes categorías (figura 3), de las que dos, denominadas proyectos sectoriales y estratégicos, tienen un carácter relativamente ajeno al propósito de esta investigación, en tanto que los dos restantes abordan el problema de la innovación en un doble plano: el que se orienta a la creación de soporte para consolidar y crear estructuras de I+D, y el que, mediante el apoyo a las iniciativas de emprendedores, trata de introducir la cultura de la innovación en la empresa, habilitándose con tal objeto diversos subprogramas y muy especialmente el programa innoempresa, concebido para estimular la adopción de tecnologías y prácticas innovadoras como medio para aumentar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas regionales.
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Figura 3. Programas asociados a la convocatoria de ayudas Ade y Programa Innoempresa en el año 2007. |
Una de las líneas de apoyo empresarial más importantes es la orientada al estimular las inversiones en I+D. Dichas actuaciones se concretan en cuatro programas específicos pero complementarios entre sí; de un lado, el apoyo a la realización de proyectos de investigación industrial y desarrollo experimental en empresas, con el fin de mejorar su competitividad mediante la generación de innovaciones de producto, proceso o servicios. Son los sectores estratégicos para el desarrollo económico de la Región -como el de tecnologías de la información y la comunicación, el sector de automoción y componentes, biotecnología y biomedicina, aeronáutico y aeroespacial, desarrollo sostenible, medio ambiente y energías renovables- los considerados prioritarios para ser beneficiarios de dichas ayudas. Además de la capacidad innovadora de la empresa, en la evaluación de los proyectos se valora su grado de incidencia sobre el desarrollo económico, su capacidad de dinamización territorial, la creación de empleo o la repercusión del proyecto sobre las pequeñas y medianas empresas implantadas en Castilla y León.
Inversión |
Subvención |
|||||
Sector de actividad |
Proyectos |
% |
aceptada |
% |
concedida |
% |
Industria química |
21 |
5,0 |
20.825.474 |
12,7 |
6.079.185 |
11,6 |
Investigación y desarrollo |
77 |
18,3 |
20.564.437 |
12,5 |
9.211.001 |
17,5 |
Otras actividades empresariales |
55 |
13,1 |
17.074.223 |
10,4 |
6.131.367 |
11,7 |
Actividades informáticas |
36 |
8,6 |
13.892.577 |
8,4 |
4.279.458 |
8,1 |
Industria de productos alimenticios y bebidas |
35 |
8,3 |
13.181.739 |
8,0 |
3.440.228 |
6,5 |
Fabr.vehículos de motor |
10 |
2,4 |
12.130.017 |
7,4 |
3.100.255 |
5,9 |
Construcción de maquinaria y equipo mecánico |
34 |
8,1 |
11.620.714 |
7,1 |
3.516.722 |
6,7 |
Fabr. productos metálicos |
21 |
5,0 |
8.497.963 |
5,2 |
2.546.460 |
4,8 |
Construcción |
25 |
5,9 |
6.739.768 |
4,1 |
2.235.840 |
4,2 |
Fabr. otros productos minerales no metálicos |
13 |
3,1 |
5.634.386 |
3,4 |
1.322.316 |
2,5 |
Productos de caucho y materias plásticas |
9 |
2,1 |
5.442.531 |
3,3 |
1.706.993 |
3,2 |
Comercio al por mayor e intermed. del comercio |
12 |
2,9 |
5.053.798 |
3,1 |
1.089.339 |
2,1 |
Fabricación de maquinaria y material eléctrico |
8 |
1,9 |
2.930.571 |
1,8 |
1.266.660 |
2,4 |
Fabricación de material electrónico |
1 |
0,2 |
2.547.845 |
1,5 |
636.961 |
1,2 |
Industria de la madera y del corcho |
7 |
1,7 |
2.404.116 |
1,5 |
882.402 |
1,7 |
Agric., ganadería, caza y servicios relacionados |
5 |
1,2 |
2.141.819 |
1,3 |
465.095 |
0,9 |
Instr. médico-quirúrgicos y de precisión |
4 |
1,0 |
1.909.490 |
1,2 |
684.515 |
1,3 |
Industria textil |
6 |
1,4 |
1.774.427 |
1,1 |
638.034 |
1,2 |
Otras actividades industriales y de servicios |
42 |
10,0 |
10.201.485 |
6,2 |
3.394.960 |
6,5 |
Total |
421 |
100,0 |
164.567.380 |
100,0 |
52.627.789 |
100,0 |
Fuente: Ade Castilla y León. Expedientes resueltos en 2008. Elaboración propia. |
El apoyo a la creación y consolidación de estructuras permanentes de I+D constituye un segundo programa dirigido a compañías, centros tecnológicos y organismos de investigación, para la contratación de personal cualificado que participe en la realización de investigación industrial y desarrollo experimental. A estos dos programas se unen, finalmente, sendas líneas referidas a la elaboración de propuestas comunitarias de proyectos de I+D en el VII Programa Marco de la UE y el apoyo a la participación en concursos y licitaciones internacionales (figura 3).
En 2008 estos cuatro programas han agrupado un total de 421 proyectos empresariales –cuadro 3-, de los cuales 197 son actividades industriales que se diversifican en 22 ramas de fabricación. No obstante, la distribución sectorial de las inversiones es muy desigual ya que sólo cuatro sectores, la industria química, la industria de transformación alimentaria, la fabricación de maquinaria y equipo mecánico y el sector de automoción, concentran el 60% de las inversiones industriales, destacando éstos muy por encima del resto de actividades de fabricación beneficiarias de las ayudas. También se observan contrastes significativos en la dimensión de los proyectos industriales. La cifra promedio en todos los proyectos industriales es de medio millón de euros por proyecto pero en los sectores más intensivos en capital –química, electrónica, automoción-, las inversiones son considerablemente más elevadas. En contraposición, la mayoría de las ramas manufactureras agrupan proyectos empresariales de una cuantía inferior a la media.
Además de este tipo de proyectos, también han recibido respaldo público otras actividades de servicios incluyendo los servicios relacionados con la agricultura y la ganadería. En esta relación de actividades terciarias, que suman 234 proyectos, la dimensión es notablemente menor, puesto que el promedio de inversión aceptada por proyecto es de 295.000 euros. Entre las diversas actividades de servicios, las inversiones se distribuyen de manera algo más equilibrada que en el caso de la industria. A pesar de ello, predominan tanto en el cómputo de proyectos como en las variables económicas, las iniciativas empresariales relacionadas directamente con tareas de investigación y desarrollo así como las dedicadas a actividades informáticas y las clasificadas como otras actividades empresariales.
Desde el punto de vista territorial, la localización de los proyectos se identifica con menos de un centenar de municipios mostrando, en tal sentido, un nivel de concentración espacial muy elevado. Algo más de un tercio de las inversiones previstas en la Región se realizan en Valladolid y los municipios de su entorno metropolitano entre los que sobresale el de Boecillo que por sí solo suma 116 proyectos y casi el 20% de las inversiones. Evidentemente la agrupación de empresas intensivas en conocimiento, centros tecnológicos y organismos de investigación en el Parque Tecnológico es lo que hace bascular de manera tan desequilibrada la distribución geográfica de estas variables (figura 4). Entre el área urbana de Valladolid, como espacio de concentración de iniciativas de base tecnológica, y el resto de las ciudades con mayor capacidad industrial, esto es, las áreas urbanas de Burgos, León y Salamanca, se reúnen las dos terceras partes de los proyectos empresariales innovadores.
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Figura 4. Localización de las inversiones en proyectos de I+D+i, 2008. |
No obstante, también tienen una importancia destacable los proyectos generados en núcleos como Aranda de Duero (en los sectores farmacéutico, materiales de construcción, transporte, estructuras metálicas), Ponferrada (instalaciones eléctricas estructuras metálicas, ingeniería), Arévalo (materias plásticas), Aguilar de Campoo (industria alimentaria), Benavente-San Cristóbal de Entreviñas (industria de la madera, industria química), El Espinar (producción alimentaria), Merindad de Rio Ubierna (industria química) y Venta de Baños (maquinaria, componentes de automoción, distribución alimentaria). El resto de las iniciativas, que apenas alcanzan el 20% de las inversiones en I+D+i aceptadas por la ADE, se reparten en 70 municipios en cada uno de los cuales se ubica generalmente un solo proyecto.
La lógica territorial de los proyectos que están orientados específicamente a las acciones empresariales de carácter tecnológico y más innovador es, en definitiva, un reflejo elocuente del desigual potencial de las áreas de actividad económica de la Región. Bien es cierto que la fuente estadística en la que se basa este análisis está referida a un solo año y que sería necesario contar con una perspectiva temporal más amplia para apreciar con mayor nitidez cuál es la tendencia espacial de estos procesos. Con todo, al menos una aproximación a la incidencia territorial de estas acciones sí pone claramente en evidencia que el dinamismo y la intensidad tecnológica del tejido empresarial regional se genera casi exclusivamente en las áreas de mayor densidad industrial donde la concentración de recursos cualificados, tangibles e intangibles, favorecen la puesta en marcha de numerosas iniciativas innovadoras.
Dentro del amplio abanico de programas de apoyo empresarial desplegado por la ADE, éstas son, como se ha señalado, las líneas especialmente dirigidas a favorecer el incremento de las actividades y funciones tecnológicamente más avanzadas. No obstante, otros programas de ayuda incorporan también entre sus objetivos, el estímulo a la creación de empresas innovadoras en el territorio castellanoleonés y al desarrollo de nuevas líneas de actividad que contribuyan a diversificar el tejido económico regional y a impulsar el crecimiento de la competitividad del entramado empresarial.
Es el caso de las seis líneas cuyas cifras agregadas aparecen en el cuadro 4. La línea Incentivos para las inversiones de pequeñas y medianas empresas ha generado en 2008 el mayor volumen de inversión y pretende favorecer la constitución de empresas por parte de emprendedores que no hayan desarrollado con anterioridad actividad empresarial, así como consolidar las pymes existentes y estimular la creación de puestos de trabajo. Los sectores a los que se dirige esta línea agrupan en términos generales actividades intensivas en conocimiento como turismo, centros y establecimientos dedicados a la enseñanza del español para extranjeros, industrias de creación de contenidos multimedia -especialmente aquéllas que promocionen el castellano- y servicios de apoyo industrial, principalmente los que favorezcan la introducción de las nuevas tecnologías y la prestación de servicios en este área y en telecomunicaciones. Se pretende, de esta manera, primar la implantación de nuevos establecimientos y la ampliación de los existentes, diversificar la producción y estimular la adquisición de equipos tecnológicamente avanzados y la inversión en activos inmateriales como son patentes y licencias.
Por su parte, el programa Innoempresa, que se inició en 2007 y tiene vigencia hasta diciembre de 2013, se enmarca en una política orientada hacia el fortalecimiento del tejido empresarial y el incremento de la capacidad innovadora y la competitividad de las empresas mediante la realización de proyectos en los ámbitos tecnológico, organizativo y de gestión empresarial. En 2008, este programa se ha materializado en 74 proyectos agrupados en cuatro medidas: innovación organizativa y gestión avanzada (ayudas para diagnósticos de situación y elaboración e implantación de planes estratégicos); incorporación de diseño de producto; planes de mejora tecnológica (mediante el asesoramiento a empresas a través de la utilización de centros tecnológicos, de investigación y de consultoras técnicas); y proyectos de innovación en colaboración (proyectos de grupos de empresas integradas en la cadena de valor de un producto, proyectos de gestión logística, medioambiental o energética, y otros proyectos innovadores; identificación de necesidades tecnológicas, desarrollos de soluciones técnicas y organizativas comunes y utilización de servicios avanzados compartidos por grupos de pequeñas y medianas empresas).
Inversión |
Subvención |
Inv./ |
|||||
Línea ADE |
Proyectos |
% |
aceptada |
% |
concedida |
% |
proy. € |
Incentivos Inversión pymes |
133 |
10,3 |
48.188.969 |
54,4 |
6.874.302 |
30,5 |
362.323 |
Innoempresa |
74 |
5,7 |
10.926.070 |
12,3 |
5.360.400 |
23,8 |
147.650 |
Internacionalización |
177 |
13,7 |
6.032.114 |
6,8 |
2.251.580 |
10,0 |
34.080 |
Emprendiendo |
450 |
34,8 |
14.094.268 |
15,9 |
4.763.453 |
21,1 |
31.321 |
Sociedad de la Información |
210 |
16,2 |
6.533.400 |
7,4 |
1.860.458 |
8,3 |
31.111 |
Competitividad |
250 |
19,3 |
2.857.835 |
3,2 |
1.425.753 |
6,3 |
11.431 |
Total |
1.294 |
100,0 |
88.632.656 |
100,0 |
22.535.946 |
100,0 |
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Fuente: Ade Castilla y León. Expedientes resueltos en 2008. Elaboración propia. |
De las seis líneas mencionadas, los proyectos de mayor envergadura y peso económico aprobados en 2008 corresponden a estos dos primeros programas -Incentivos de Inversión e Innoempresa- mientras que las iniciativas del resto de las líneas son, en términos generales, proyectos de menor dimensión. Tal es el caso de Emprendiendo que es la línea de respaldo público a la iniciativa empresarial que ha agrupado el mayor número de proyectos y está dirigida a incentivar a los emprendedores de la Región para promover inversiones que generen nuevos empleos valorándose, en este caso, la constitución de sociedades de base tecnológica, la calidad del producto y el carácter dinamizador de la economía de la zona en la que se desarrolla el proyecto. Asimismo el programa denominado Mejora de la Competitividad ha amparado actuaciones de pequeña entidad económica dirigidas a mejorar la calidad y la gestión empresarial de las pymes así como a facilitar la sucesión de las empresas familiares de Castilla y León, mediante la implantación de sistemas de calidad y modelos de excelencia en la gestión, la elaboración de protocolos familiares y la puesta en marcha de las acciones derivadas de planes estratégicos de crecimiento.
Finalmente, hay que mencionar dos programas que registran cifras muy similares, tanto en el número de iniciativas aprobadas como en la inversión que generan y en la dimensión de los proyectos. Se trata de la línea Internacionalización que pretende facilitar la promoción y comercialización de productos y servicios en el mercado exterior y Sociedad de la Información para apoyar a la pymes en la implantación de servicios avanzados de gestión y comunicaciones: soluciones informáticas de gestión integral o parcial, comercio electrónico, incorporación de herramientas de gestión del conocimiento y de los procesos de negocio de la empresa a plataformas de prestación de servicios electrónicos, implantación de soluciones de movilidad y de sistemas de gestión que optimicen la relación con los clientes. El desarrollo de la actividad en áreas rurales, la calidad técnica del proyecto, el salto tecnológico que supone su ejecución para la empresa y la puesta en marcha de proyectos que se deriven de la realización previa de un plan de implantación de las TIC en las empresas, son los principales criterios de valoración de estos proyectos.
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Figura 5. Localización de las inversiones en proyectos básicos, 2008. |
Por las características y los objetivos concretos de los proyectos aprobados al amparo de este conjunto de programas, la localización de las iniciativas empresariales presenta un grado de concentración inferior al mostrado por las compañías tecnológicamente más avanzadas ya que los 1.294 proyectos se distribuyen en cerca de 300 municipios y no hay ningún núcleo que polarice las inversiones de manera tan intensa como en el caso anterior.
El mapa que muestra la ubicación de las empresas que están inmersas en procesos de ampliación, incorporación de innovaciones, implantación de servicios avanzados y sistemas de calidad, elaboración de planes estratégicos de gestión, etc. así como la localización de las nuevas iniciativas de negocio, identifica fielmente las áreas de mayor dinamismo económico de la Región (figura 5). De nuevo, Valladolid y los municipios de su entorno más inmediato configuran el espacio del que procede el mayor volumen de inversión y donde se contabilizan un elevado número de empresas que están desarrollando nuevos proyectos de modernización e innovación. Esta área junto con las ciudades y entornos urbanos de Burgos y León y el resto de capitales provinciales concentran conjuntamente casi la mitad de las inversiones aprobadas.
Sin embargo, destaca también la importancia de otros centros regionales de especialización industrial y de servicios como Miranda de Ebro, Aranda de Duero, Ponferrada, Medina del Campo, Benavente, Cuéllar, Briviesca, Ágreda, Ólvega o San Esteban de Gormaz, entre otros. Algunos de estos núcleos no constituyen enclaves económicos aislados sino que forman parte de espacios rurales más amplios en los que la industria y los servicios son los elementos potenciadores de la economía local. Por eso, sobresalen también, en este sentido, como áreas dinámicas en el desarrollo de proyectos, las que delimitan las principales denominaciones vitivinícolas -Ribera de Duero, Rueda, Cigales, Bierzo y Toro-, o las comarcas de orientación cárnica y chacinera de la Sierra de Salamanca y El Bierzo. Igualmente se identifica como un espacio con notable dinámica expansiva la Tierra de Pinares, englobando los municipios del sur de la provincia de Valladolid y el noreste de las provincias de Segovia y Ávila (Medina del Campo, Cuéllar, Arévalo, Íscar, Olmedo, Nava del Rey, Portillo, Rueda). Asimismo, la comarca pinariega de Soria (Navaleno, Duruelo de la Sierra, Covaleda, Vinuesa, Cabrejas del Pinar) y Burgos (Huerta del Rey, Vilviestre del Pinar, Quintanar de la Sierra), muestran una cierta vitalidad en el desarrollo de proyectos de inversión así como algunos de los municipios de la Montaña Palentina (Cervera de Pisuerga, Guardo, Aguilar de de Campóo) y la Montaña de León (Bembibre, Villablino, Toreno, La Robla, Cistierna).
A la vista de todo ello es posible afirmar que la ciudad de Aranda de es un buen ejemplo de la coexistencia de formas de innovación tributarias de las grandes estrategias y sistemas de financiación regionales y aquellas otras que dependen de la capacidad organizativa local; se encuentra en el borde de aquella porción del sistema urbano que hemos agrupado convencionalmente bajo el concepto de ciudad intermedia, un concepto que engloba una amplia gama de situaciones pero que, en una primera aproximación, podemos desagregar en tres categorías: las ciudades medias capital de un territorio, imprescindibles en el gobierno del mismo, que por estar dotadas teóricamente de toda la gama de servicios urbanos y conexiones políticas y económicas externas, están capacitadas para desarrollar múltiples y diversas actividades de carácter innovador. En un segundo nivel se situarían las ciudades medias ubicadas en entornos metropolitanos, que carecen de algunos servicios, pero que han de especializarse en alguno, o en alguna actividad, para la creación de su propio y diferenciado entorno innovador desde el que poder competir, y finalmente las ciudades medias no capitales y no metropolitanas que, con independencia de su tamaño, han de buscar la excepcionalidad o la explotación de su potencial endógeno o situación en el territorio como apoyo en el proceso de creación de su entorno innovador local. Este es el caso de Aranda de Duero.
Capital social, rutinas cooperativas y creación de un entorno innovador: de la innovación captada a la innovación generada
La ciudad de Aranda de Duero con cerca de 32.500 habitantes, es la menor de las doce ciudades que vertebran el sistema urbano regional pero ocupa un lugar relevante como núcleo industrial y además se identifica como la capital y centro de servicios de la comarca vitivinícola de La Ribera y cabecera de un área funcional que supera los 50.000 habitantes; puede considerarse, en cierta medida, como un modelo a escala de los efectos asociados a la coincidencia espacio-temporal de al menos dos de las últimas tres generaciones de políticas de innovación desarrolladas en España en general y en Castilla y León en particular. La primera de ellas, que podemos considerar clásica o lineal, según la cual el proceso de innovación estuvo estrechamente vinculado a la investigación científica o a las actividades de I+D, apenas tuvo reflejo en la estructura productiva local, ya que la ciudad de Aranda no contaba –ni cuenta- con ningún centro educativo superior ni centros de investigación, desarrollándose toda la actividad de este carácter en el seno de algunas grandes empresas locales. La segunda generación está amparada, como la anterior, por el sistema público y gestionada mediante una arquitectura institucional que tiene en la cúspide la Ley 4/1999, de 17 de Marzo, de Investigación y Ciencia de Castilla y León. A partir de la aprobación de esta ley, la Región entra en una nueva etapa, en la práctica una segunda generación- en el proceso de modernización de su política de innovación apoyándose, entre otros, en dos nuevos instrumentos la estrategia Regional de I+D+I 2002-2006, prolongada mediante nueva ley para el periodo 2007-2013, el Marco Estratégico de Competitividad Industrial, presentado en las cortes en Febrero de 2007, y la estrategia Universidad-Empresa de Castilla y León 2008-2011”. En todos ellos se asume el papel relevante de nuevos elementos en el proceso innovador como son las infraestructuras, los sistemas organizativos, así como la necesidad de generar y difundir la innovación dada la complejidad de los procesos de retroalimentación que caracterizan al conjunto del sistema; la suma de todo ello y mediante la aplicación de las ayudas analizadas en el apartado anterior, ha sido suficiente para incentivar la inversión en innovación por parte de las mayores empresas de la ciudad, vinculadas al sector, alimentario, químico, o a la fabricación de materiales de construcción por señalar sólo los más relevantes.
Pero, más recientemente, en lo que podemos considerar una tercera generación, se ha empezado a resaltar el significado de los procesos de aprendizaje compartido y el valor del emergente capital social, entendido como la interfaz que resulta de la interacción entre la administración y los restantes partícipes del proceso –empresas, organizaciones, asociaciones etc… En este contexto no sólo estarían incluidas aquellas acciones encaminadas al desarrollo de capacidades, por ejemplo a la creación de empresas de base tecnológica herederas de la generación anterior, sino también aquellas que fomentan la transferencia y difusión de conocimientos con los que estrechar la distancia entre la oferta tecnológica y la demanda empresarial, como recoge la Estrategia Universidad-Empresa de Castilla y León 2008-2011, aprobada por el Consejo de Gobierno el 25 de septiembre de 2008; y también todas aquellas actividades organizativas que contribuyen a aumentar la eficacia en el sistema como los planes, normas, impulso organizativo local, o marketing de producto como sucede con las estrategias de comercialización de los vinos de la denominación de origen Ribera del Duero[20]. Obviamente, esta forma de entender la innovación requiere, entre otras acciones, del diseño de nuevos instrumentos y procedimientos, siendo esta una estrategia que podemos considerar de última generación, impulsada tanto por el Ayuntamiento como por las nuevas redes sociales vinculadas al movimiento empresarial asociativo de carácter local y comarcal.
Y es que, la dotación de infraestructuras básicas al servicio de las empresas, especialmente suelo industrial o logístico y comunicaciones, y el desarrollo de estrategias innovadoras en materia medioambiental o dotacional no convierte per se a un entorno local en un entorno innovador; para alcanzar este nivel se requiere una fuete implicación y cooperación entre todos los agentes, sustentada en un “…clima de confianza mutua propiciado por sentimientos de identidad colectiva”[21]. Una identidad que, perdidas en muchos casos las referencias históricas o culturales que la nutría, debe reforzarse ahora mediante normas, instituciones, y organizaciones creadas ad hoc, relacionadas con el tejido empresarial existente y articuladas en torno a un objetivo común del que todo o una parte del grupo de una u otra forma participa, que exige de proximidad –real o virtual- y que necesita de hitos y rutinas cooperativas con las que afianzar los sentimientos de pertenencia colectivos. Ese conjunto de actores y las relaciones que entre ellos se generan, vienen a conformar el llamado capital social sin el que todo proceso innovador de base local es imposible.
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Figura 6. Innovación captada en el proceso de construcción de una ciudad innovadora. Aranda de Duero 2009. |
La investigación realizada en la ciudad de Aranda ha permitido diferenciar varios estratos en el proceso de construcción de su entramado innovador de base local, en el que se distinguen, en primer término, como se puede apreciar en la figuras 6 y 7, dos grandes nichos de impulso a la innovación, que hemos identificado como innovación captada e innovación generada; a la primera se llega fundamentalmente por dos vías, en primer lugar mediante la captación de recursos o la participación en proyectos de apoyo a iniciativas innovadoras-emprendedoras promovidas por la administración regional o provincial, como son los programas regionales iniciativa, impulso e idea & decide, que coordina la Agencia de Inversiones y Servicios de Castilla y león -ADE- y que ya han sido analizados en el apartado anterior, o los programas que lidera la Cámara de Comercio de Burgos orientados a la promoción empresarial y al estímulo de la innovación en tejido de pequeñas y medianas empresas; esta entidad proporciona, además de los servicios habituales de promoción -apoyo a emprendedores, “ventanilla única”, asesoramiento global a las empresas, etc.- la gestión de dos programas específicamente orientados la integración de la cultura de innovación en las estrategias de las pymes como herramienta competitiva: el Programa Innocámaras –cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional- para el desarrollo de planes de sensibilización y apoyo tutorizado a la innovación y el Programa Nexopyme dirigido a apoyar la implantación de nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
El segundo polo desde el que se obtienen –se captan- estímulos a la actividad innovadora en las empresas está relacionado con la obtención de sinergias derivadas de la integración, por una parte en redes –asociaciones- intermunicipales de marcado carácter funcional –que hemos denominado red cercana-, tales como AEMPE: Asociación de Empresarios de Peñafiel y comarca, ADES: Asociación Duero Esgueva (PRODER de Peñafiel), ATSC: Asociación Tierras Sorianas del Cid (PRODER), AVRD: asociación ruta del vino ribera del Duero, RV.AR: ruta del vino-afluente rural. RV.RD, consorcio ruta del vino ribera de Duero o RV.AR: mancomunidad ruta del vino ribera de Duero; y por otra en redes regionales o nacionales, que identificamos como red lejana –figura 6-, en las que se comparten, junto a otros, también intereses funcionales, y de las que se pueden obtener sinergias de carácter innovador, directamente relacionadas con el aprovechamiento de su potencial endógeno, como sucede con las redes de ciudades vinculadas a la producción-explotación del vino –enología, enoturismo etc… como Acevin, red de ciudades del vino o Recevin, red europea de ciudades del Vino, que garantizan un óptimo aprovechamiento de las sinergias que proporciona la integración horizontal en actividades innovadoras relacionadas con el marketing de producto, que no sólo es el vino como tal, sino la tradición, cultura y paisaje a él asociado; pero también la integración en otras redes con las que no se comparte base productiva sino otros intereses como sucede en los casos de la Red española de ciudades saludables, o la red española de ciudades por el clima, por señalar sólo alguno de los programas y redes más relevantes.
El segundo nicho de innovación es el que corresponde a la innovación generada, una actividad que, en ausencia de canales de conexión directa con las grandes entidades promotoras de innovación a escala regional –universidades, parques tecnológicos o científicos etc…-, se nutre del soporte que proporciona la creación de un entorno innovador local que se impulsa mediante un jerarquizado corpus normativo, integrado, además de por una extensa panoplia de instrumentos regionales, por el Plan Desarrollo Integral de la Provincia de Burgos, el Plan Director de Turismo de Aranda de Duero, el Primer Plan de Acción Municipal, el Plan Estratégico Aranda de Duero, el Plan de Dinamización Turística Ruta del Vino Ribera de Duero, el PGOU, o la Agenda Local 21, entre otros; y se filtra a través de redes socio-institucionales impulsadas tanto por el ayuntamiento, como y sobre todo, por medio de un gran entramado empresarial asociativo, liderado por una asociación de asociaciones –ASEMAR- que integra a empresas funcionalmente heterogéneas, y desemboca, cerrando el ciclo, en el desarrollo de productos, procesos y estrategias innovadoras impulsadas por las grandes empresas e incluso por una parte de la densa malla de pymes locales.
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Figura 7. Innovación generada en el proceso de construcción de una ciudad innovadora. Aranda de Duero 2009. |
El inventario de elementos que integran este sustrato social-urbano capaz de generar innovación, varía en cada ciudad en función de la singularidad de su tejido productivo y de la capacidad de iniciativa empresarial e institucional; en el caso de Aranda de Duero dicho inventario se encuentra simplificado y optimizado, no tanto porque sean sólo dos los actores con mayor responsabilidad en el desarrollo de estrategias innovadoras –al margen de la I+D empresarial-, como porque ambos, por su carácter institucional y asociativo, amparan y avalan prácticamente toda las iniciativas promotoras de innovación que parten del conjunto del tejido social de la ciudad y de su comarca; se trata, por una parte, del Ayuntamiento, actor prácticamente único de la red institucional responsable de la normativa y del impulso dado a la trama asociativa social de carácter local y por otra, dentro de lo que hemos denominado red no institucional, sobresale la asociación de empresarios de Aranda de Duero y su comarca, Asemar, una entidad que en cierta medida cubre las necesidades de ordenación e integración del conjunto de la comarca de La Ribera –el sur de la provincia de Burgos-, al carecer esta escala territorial en Castilla y León de formas de gobierno mancomunado capaces de atenderlas, y que resulta determinante para entender el significado del capital social en el desarrollo de procesos innovadores; una y otra constituyen, en cierto modo, el nexo de unión entre la ciudad, en la que operan múltiples actores integrados en redes de proximidad –comercio, turismo, hostelería, cultura, ocio u otras- , y el conjunto del sistema institucional o urbano que permite optimizar la innovación captada o generada, mediante fórmulas de integración en redes temáticas de ciudades, o a través de la participación en instituciones o entidades de rango provincial, regional, nacional e internacional[22].
La gestión municipal, al margen del apoyo a diversas iniciativas innovadoras de carácter cultural o económico –festivales de música, promoción de producto- el vino o los asadores- o la puesta en valor de la actividad ferial, se ha ido progresivamente sesgando en los últimos años a favor de la mejora del entorno material y social tendente a optimizar las actividad de las empresas consolidadas y de los nuevos emprendedores con alguna capacidad de innovación; con tal objeto se han desplegado, dentro de las inevitables limitaciones presupuestarias, un conjunto de iniciativas que podemos agrupar en dos categorías: por una parte la dotación de instrumentos que operen a favor de la estrategia apuntada, es decir, la mejora del entorno material, y por otra la adecuación de su estructura organizativa y el impulso de las relaciones sociales en el conjunto del tejido social urbano.
En el primero de los casos destacan las acciones relacionadas con el medio amiente –Agenda Local 21-, la promoción turística –Plan Director del Turismo de Aranda de Duero- y con la definición de estrategias de desarrollo a medio y largo plazo, como las que contiene su casi inaplicable –por ambicioso- Plan Estratégico aprobado en 2006. Estos tres instrumentos, unidos a los proyectos de revitalización turística en los que participa junto a diversos municipios de la Comarca de La Ribera y a los planes y programas de responsabilidad provincial y regional, así como a los promovidos por la Cámara de Comercio y otras asociaciones sectoriales –comercio, industria, transporte etc…- han ido abriendo expectativas que sólo en parte ocultan las limitaciones derivadas de los instrumentos urbanísticos al uso, y en particular del muy inadecuado e inadaptado Plan General de Ordenación Urbana que data del año 2000 y que probablemente precise de una nueva redacción que incorpore propuestas del Plan Estratégico y que anticipe el efecto medioambiental y funcional que tendrá la colmatación progresiva del nuevo polígono industrial Prado Marina, la ampliación del Centro de Transporte, una mejora de la estación del ferrocarril para potenciar el tráfico de mercancías y reforzar el carácter multimodal de aquél entre otras medidas que partan, a su vez, de una adecuación del viario intraurbano y perimetral que evite la presencia de grandes vehículos en el núcleo urbano.
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Figura 8. Trama asociativa institucional: áreas y actividades creativas en Aranda de Duero. |
La adecuación de la estructura organizativa municipal y el impulso de las relaciones en el conjunto del tejido social urbano constituye, como hemos indicado, el segundo pilar institucional en la creación de un entorno innovador local, apoyado en cinco grandes áreas de actividad –figura 8- : promoción, información, integración, asesoramiento y participación; en esa estrategia lo realmente determinante no es tanto el organigrama municipal que atiende las necesidades de gobierno básicas o esenciales, sino aquellas secciones que tiene un carácter creativo, contemplado éste tanto desde su propia estructura organizativa, como desde el punto de vista de las acciones que desarrolla. Para hacer frente a los nuevos requerimientos urbanos se ha dotado, entre otras, de una concejalía de Medio Ambiente, Parques y Jardines, una oficina comarcal de Medio Ambiente, una concejalía de Desarrollo Económico y Ferias, a la que está asociada una oficina de Promoción y Desarrollo, una concejalía de Turismo, de la que depende la promoción de uno de los mayores potenciales endógenos: el vino, promocionado como recurso económico junto a otros municipios en la red española de de ciudades del vino CIAVIN, o como recurso patrimonial, recuperando y habilitando para su visita turística, una parte de las más de 120 bodegas censadas en el municipio. Y finalmente una singular concejalía de Hermanamientos que gestiona los contactos con las 5 ciudades hermanadas: Miranda do Douro, Langen, Roseburg, Salon de Provence, y Santa Cruz de Tenerife, si bien estos no pasan de ser hasta el momento contactos protocolarios e intercambios programados de grupos de escolares o delegaciones oficiales.
La actividad que esta estructura municipal permite desarrollar está en la base del impulso creativo que dota de personalidad y capacidad para la innovación a la ciudad de Aranda, ya que además de gestionar parte de las acciones con mayor proyección exterior, asegura su presencia y participación en las redes de ciudades de las que deriva una parte su capacidad de aprendizaje e impulso innovador. Sobresalen en este sentido la organización de Feria de la Ribera – Fiduero- diversas jornadas gastronómicas, los premios envero, la puesta en valor de las bodegas y museos, el fomento del asociacionismo –Afotur y Asohar-, la participación en las redes temáticas de ciudades vinculadas al sector agroalimentario y turismo –Acevin, Vintur, Oviespaña, foro nacional de ovino de España etc…-, la participación a su vez en la iniciativa Comunitaria eQual denominada Los Yacimientos del Vino o en el Proyecto europeo Riberequal, el asesoramiento sobre líneas de ayudas a pymes, especialmente las gestionadas por la fundación Michelín Desarrollo, la información sobre empleo y suelo industrial, singularmente del polígono industrial Allendeduero. En todas las acciones – promoción, integración, participación, asesoramiento e información (figura 8), según se ha deducido de las entrevistas y encuestas semiestructuradas que se han realizado, el Ayuntamiento mantiene relaciones directas, acreditadas mediante acuerdos, protocolos o convenios de colaboración, hecho que no solo afianza las relaciones, sino que dota a las mismas de la seguridad y continuidad precisas para acometer iniciativas de las que se derivan acciones innovadoras en la propia instancia municipal, en las asociaciones y empresas que conforman el entramado organizativo y productivo local.
El segundo gran pilar de la innovación generada está representado por el entramado asociativo empresarial en Aranda de Duero (figura 9) ; se trata de una estructura que tiene como núcleo la asociación de empresarios de Aranda y la Ribera, creada en 1981, inicialmente como una delegación de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos –FAE-, adhiriéndose a ella, con el tiempo hasta alcanzar un total superior a los 400 asociados, empresas pertenecientes a su vez a diversas asociaciones sectoriales como ACOA-CCA, Asociación de Comerciantes de Aranda y Centro Comercial Abierto, ASOHAR, Asociación de Hostelería de Aranda y la Ribera, ASEBOR, Asociación de Bodegueros de la Denominación de Origen Ribera del Duero, ASECON, Asociación de Empresarios de la Construcción, AFOTUR, Asociación para el Fomento del Turismo Ribereño, y en los últimos meses de 2008, JEARCO, Asociación de Jóvenes Emprendedores de carácter transversal ya que el elemento aglutinador no es la actividad, como en el resto de asociaciones integradas en Asemar, sino la edad del empresario-emprendedor.
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Figura 9. Entramado asociativo empresarial. Asociación de empresarios de Aranda y la Ribera –ASEMAR- 2009. |
La particularidad de esta estructura asociativa se encuentra en que Asemar no agrupa a empresas con interés funcional compartido con objeto de mejorar un producto, que exigiese el concurso de todos; antes al contrario el conglomerado está formado por asociaciones sectoriales de naturaleza muy diversa –comercio turismo-hostelería-construcción-bodegueros, jóvenes empresarios-, no habiéndose formado ninguna asociación específica que agrupe a los empresarios vinculados al sector industrial que, aunque están integrados en ASEMAR, disponen –al menos en los de mayor peso- de sus propias estrategias de vinculación con el tejido social. Sorprendentemente, en este entramado no está representado el sector del transporte, pese a su elevado peso en la base económica local, ya que está integrado en la asociación de rango provincial Asebutra.
Los objetivos de esta estructura asociativa abierta, están directamente relacionados con la promoción del desarrollo industrial y comercial, obviamente, pero también con el fomento de contactos y colaboraciones con las entidades provinciales, territoriales, nacionales y extranjeras de análoga naturaleza y finalidad; dicho de otra manera, esta asociación de asociaciones de carácter marcadamente horizontal se postula para desempeñar un papel complementario o en su caso subsidiario del que teóricamente corresponde a las administraciones en sus diversos niveles, por lo que se ha convertido en una pieza esencial del entramado básico de innovación-aprendizaje que se registra en la ciudad de Aranda de Duero.
Todas las asociaciones mantienen contactos entre si a través de Asemar, siendo muy variado el resultado de esta colaboración interna; en términos generales el papel de esta asociación viene a ser el de aglutinar todas las iniciativas empresariales relacionadas con la actividad de la ciudad de Aranda de Duero. Para cumplir con esta función pone en contacto a todos los asociados entre si ya sea mediando coyunturas como la celebración de eventos, o ya sea de forma regular a través de la mejora de los canales de información, la coordinación de cursos o jornadas formativas, la gestión de subvenciones, la planificación, comunicación y relaciones públicas en general. Dispone de sede propia, personal especializado, edita una revista de periodicidad bimensual y dispone de página web propia.
Finalmente, y en paralelo a la actividad asociativa privada descrita, de la que se derivan notables ganancias en aprendizaje, en la ciudad de Aranda se desarrolla una apreciable actividad investigadora, soporte de estrategias de I+D empresarial, de la que en gran parte son responsables tres empresas que operan de forma relativamente independiente, en un contexto dominado por la pequeña y mediana empresa ya que el 81% de las empresas implantadas en la ciudad no alcanzan siquiera la decena de trabajadores , concentrando apenas un 15% del empleo industrial. Sólo cuatro empresas, que corresponden al umbral de mayor dimensión, son responsables de dos tercios del empleo ocupado en la industria de Aranda, y aunque tres de de ellas Michelín, GlaxoSmithKline y Grupo Leche Pascual podrían tener una entidad más o menos comparable, hay un rasgo que introduce una evidente diferenciación como es el hecho de que las dos primeras son factorías de empresas multinacionales, es decir, establecimientos con funciones de fabricación que dependen de decisiones externas y en las que el núcleo fundamental de las actividades de I+D está localizado en la sede central de la empresa matriz, mientras que la última, de origen local, tiene concentradas en la ciudad algunas de las principales funciones de fabricación del grupo pero también las de dirección, gestión, administración, comercialización e I+D, siendo esta una actividad que representa casi la mitad de las ayudas concedidas por la Ade para el conjunto de la ciudad de Aranda (Cuadro 5).
Como es lógico suponer, las actividades de I+D no son habituales entre las pequeñas firmas manufactureras que integran la mayor parte del tejido fabril de la ciudad, con la excepción de dos empresas, que ejemplifican en sus respectivos sectores, el esfuerzo innovador de las pymes en Aranda de Duero: el Grupo Gerardo de la Calle, comprometido con la investigación y desarrollo pues no en vano es receptor de una cuarta parte de las subvenciones que se conceden para desarrollar proyectos de I+D (cuadro 5); pertenece al sector de materiales y servicios a la construcción y cuenta con una plantilla de más de 200 trabajadores distribuidos entre las empresas Hormigones y Excavaciones Gerardo de la Calle, Artepref, Calferman, y Desarrollos Industriales Prado Marina, encargada de la gestión del polígono del mismo nombre. Y en el sector metalúrgico, sobresale la compañía Industrias Metalúrgicas Esgueva-IMESA -que cuenta con 80 empleados y constituye un centro de producción innovador ya que cuenta con un equipo de investigación y desarrollo y una oficina técnica para el diseño de proyectos industriales.
Actividad |
proyecto (€) |
% |
subvención |
% |
Fabricación de elementos de hormigón para la construcción |
308.544,00 |
8,25 |
66.336,96 |
7,12 |
Fabricación de elementos de hormigón para la construcción |
632.549,00 |
16,92 |
142.323,53 |
15,25 |
Fabricación de especialidades farmacéuticas |
1.702.684,00 |
45,55 |
425.671,00 |
45,63 |
Fabricación de estructuras metálicas y sus partes |
595.040,00 |
15,93 |
157.685,60 |
16,9 |
Instalaciones eléctricas |
103.658,00 |
2,77 |
37.835,17 |
4,06 |
Otras actividades empresariales |
63.863,00 |
1,71 |
15.965,75 |
1,72 |
Servicios técnicos de ingeniería |
103.963,00 |
2,78 |
36.906,87 |
3,95 |
Transporte de mercancías por carretera |
227.718,00 |
6,09 |
50.097,96 |
5,37 |
Total |
3.738.019,00 |
100 |
932.822,84 |
100 |
Fuente: Ade, Castilla y León. 2009. |
El carácter innovador del tejido productivo local se verá reforzado una vez que inicie su actividad en el polígono de Prado Marina las empresas, Dandor Sol S.L. que será primera factoría española de fabricación de placas de energía solar, la empresa Tecnoaranda, que pondrá en marcha un innovador proceso de fabricación de bobinas de chapa destinadas al desarrollo integral de torres eólicas, de modo que junto con las empresas Todoaceros y Aceros de China S.L –Chinaceros-, que desarrolla un proyecto declarado de «especial interés» por parte de la Junta de Castilla y León y por el que ya recibió un anticipo de 1.233.000 euros en el ejercicio 2007, formarán un pequeño cluster innovador en el área de fabricación de bienes de equipo destinados a la producción de energía eléctrica eólica y solar-, asegurando un cierto grado de especialización funcional al nuevo polígono, industrial Prado Marina. Es cierto no obstante que, en el momento presente, nos encontramos sólo ante una simple “concentración geográfica de empresas e instituciones interconectadas en una esfera de actividad específica”[23] y, aunque que esta concentración puede nutrirse de la actividad desarrollada por empresas parcialmente complementarias ya existentes en Aranda –especialmente las metalúrgicas-, ubicadas en el polígono vecino de Allendeduero, puede tener algunas limitaciones para su configuración como un cluster propiamente dicho al carecer de relaciones cercanas con instituciones gubernamentales, universidades, centros de investigación etc…, siendo éstas un elemento inherente al mismo según la conceptualización a uso de esta singular concentración empresarial y especialización territorial[24].
La infraestructura local al servicio de la innovación presenta, no obstante, una importante carencia como es su desvinculación con la actividad investigadora básica, salvo la realizada por las grandes empresas, que nutra y cubra, en colaboración con la Universidad y otros centros de investigación las necesidades en materia de innovación en el sector económico clave en la ciudad y comarca como es el sector agroalimentario; por fortuna esta carencia está parcialmente resuelta gracias a la actividad no reglada, desplegada por tres entidades que constituyen el nexo entre el tejido productivo innovador y los organismos que la promueven y financian: Fundación Michelin Desarrollo, el Instituto Tomás Pascual y el Centro Tecnológico Alimentario, si bien este se encontraba aún, en 2009, en fase de constitución (figura 10).
La Fundación Michelin Desarrollo es una institución esencial en los procesos asociados al impulso y aprendizaje en innovación Constituida en Francia en los años noventa, comienza a funcionar por primera vez en Aranda en 2003, apoyando iniciativas de pequeñas y medianas empresas que están en proceso de creación o de expansión, y especialmente de aquellas que tienen una orientación industrial con el fin de reforzar el tejido económico de la zona. Como resultado de su intermediación se logró la implantación de cinco empresas: Verdifresh, dedicada a procesar y envasar hortalizas preparadas cuya instalación en este municipio responde su localización próxima a la nueva plataforma de distribución regional de Mercadona de la que esta empresa es interproveedora. La empresa vasca Consonni que dedicó un millón de euros en una factoría para fabricar armarios eléctrico; Carrozados Industriales Rojo, especializada en la fabricación de remolques y volquetes, que se mantendrá en Aranda de Duero, en vez de trasladarse a Cataluña. La guipuzcoana Chinchurreta, dedicada a la producción de tubos metálicos, y el call center Digitex que, con una plantilla de 190 empleados, pretende alcanzar los 240. Con esas cinco empresas se han generado en una primera fase 440 empleos y sus proyectos de expansión prevén superar los 600.
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Figura 10. Soporte organizativo para la innovación industrial. Aranda de Duero 2009. |
El Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud, institución sin ánimo de lucro fue creado en 2007 y tiene como objetivo promover el desarrollo de la investigación en el ámbito de la salud y la nutrición para lo que ha suscrito acuerdos de colaboración con diversas entidades –Universidad de Valladolid, Universidad de Navarra, Fundación Burgos por la Investigación de la Salud, Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Cátedra en Alimentación y Salud Universidad San Pablo/CEU, etc.- para la cooperación en proyectos de investigación y de formación en el campo de la dietética, la alimentación, la seguridad alimentaria y la salud pública.
Finalmente, el Centro Tecnológico Alimentario –CTACYL- impulsado por ASEMAR, tendrá también como función principal la investigación científica en materia agroalimentaria, con especial atención a los productos e industrias regionales y nacionales, procurando de manera especial la comunicación e intercambio –aprendizaje- entre los distintos agentes implicados, así como entre éstos y la sociedad; se organizará en tres secciones: I+D+i a, que abarcará todas las áreas más relevantes del sector agroalimentario, como el ovino, el vino, los lácteos, el sector cárnico y derivados, el agropecuario y la conciencia medio ambiental, la sección de Analítica y Atención de Empresas, que ofertará servicios analíticos internos y externos, seguridad alimentaria, APPcc, iSO y brc, e ingeniería productiva y finalmente en la sección de Gestión de Tendencias y Departamento de Formación se ofertarán servicios de prospección de mercados, investigación de nuevas empresas, y marketing y desarrollo.
Una singular e innovadora estrategia asociada a la explotación del potencial endógeno en Aranda de Duero y su comarca: de la enología al enoturismo
Las posibilidades de desarrollo y de crecimiento asociadas al sector vitivinícola, se han venido apoyando, en los últimos años, en el enoturismo, una estrategia de desarrollo que precisa de un alto componente innovador tanto de producto –enología- como de comercialización cumple la premisa de que un producto turístico debe proporcionar un conjunto de prestaciones y elementos tangibles e intangibles –que incluyen recursos y atractivos, servicios, equipamientos e infraestructuras, actividades recreativas, imágenes y valores simbólicos– que constituyen atractivos para grupos determinados de consumidores, porque satisfacen sus motivaciones y expectativas relacionadas con el tiempo libre.
Partiendo de estos planteamientos, el ayuntamiento de Aranda, junto con otros municipios de la Ribera, han venido desarrollando diversos proyectos de innovación que tenían como objetivo pionero la creación de un embrionario marketing de producto a escala local -tomando como referencia la marca ruta del vino- y que se desarrolla en tres grandes niveles; por un lado en la redacción de diversos instrumentos técnicos para la gestión y promoción de Aranda como producto turístico de calidad, tales como el Plan Director de Turismo de Aranda de Duero, del año 2007, el Plan de Marketing y Actuación de la Ruta del Vino Ribera del Duero y el Plan de Dinamización del Producto Turístico “Ruta del Vino Ribera del Duero”. En segundo lugar se ha ido creando un sólido entramado asociativo regional que tiene como máximo exponente El Consorcio Ruta del Vino Ribera del Duero, constituido en 2006, y en el que participa buena parte del tejido asociativo empresarial local y comarcal integrado en la asociación Asemar, además de diversos ayuntamientos de la comarca.
Finalmente y en paralelo a estas actividades, la ciudad de Aranda y su comarca ha desplegado una estrategia asociativa a escala nacional e internacional que constituye sin duda uno de los rasgos más relevantes e innovadores de la explotación de este recurso endógeno, al igual que ha sucedido en otros países europeos como es el caso de Italia con la Associazione Nazionale delle Città del Vino, en Francia con la Réseau Associatif des Villes du Vin, en Portugal con Sol do Ave, y en Grecia con la Federación Helénica de Vinos, en España se creó en 1994 la Asociación Española de Ciudades del Vino -Acevin-, integrada por 50 Ayuntamientos, 16 Comarcas y 3 Diputaciones, que forman parte de 27 provincias, 14 CC.AA. y 25 Denominaciones de Origen Vinícolas y una identificación geográfica protegida, tiene como objetivos el promover y colaborar en las acciones concretas que tengan por finalidad el desarrollo y la diversificación económica de sus comunidades.
Un segundo nivel de participación del Ayuntamiento de Aranda en redes relacionadas con el vino, con y las posibilidades de desarrollo económico y social al él vinculado, lo constituye su participación en la Red Europea de Ciudades del Vino – Recevin-, que fue creada en 1995 con la intención de ser el interlocutor de las asociaciones de ciudades del vino de Europa con los organismos de decisión europeos para la realización de proyectos que se basen en el desarrollo local -cualificación y formación profesional, el apoyo a la creación de empresas de carácter innovador, con componente tecnológico o para personas y colectivos de difícil inserción laboral- Recevin (1998) –figura 11-. Las actuaciones en las que ha participado el Ayuntamiento de Aranda son Vinadapt, Programa perteneciente a la Iniciativa Comunitaria Adapt (1994-1999), Adapt-Bis -Building the Information Society- (1996-1999), dentro de la cual se llevó a cabo el programa Mipevin, BACCHE, desarrollado entre los años 2000 y 2001, e integrado dentro del Programa Comunitario Leonardo, EQUAL, iniciativa Comunitaria cofinanciada por el Fondo Social Europeo para el periodo 2001-2007, Emruta, en la que cooperan 21 administraciones públicas locales y 8 entidades privadas, que ha desarrollado el proyecto Los Yacimientos del Vino.
Un paso más allá en la creación de nuevas redes de innovación y colaboración entre diferentes ciudades relacionadas con el vino, lo supuso la firma del proyecto Vintur, surgido en el seno de Recevin y materializado como un proyecto en el marco de la medida europea Interreg IIIC Sur, que tenía como plazo de ejecución el trienio 2003-05. En este caso se trataba de crear un espacio común de trabajo para el establecimiento de estrategias y herramientas de desarrollo del turismo y la cultura del vino comunes a todas las regiones y ciudades del vino de Europa. En este proyecto participan la Associazione Nazionale delle Città del Vino –Italia- que agrupa a 540 municipios; la Asociación Española de Ciudades del Vino –Acevin-; la Réseau Associatif des Villes du Vin de France –Revivi-; la Assemblée des Regions Européennes Viticoles -Arev- que reúne a 63 regiones de 14 países; y las ciudades de Bühl -Alemania-, Brda-Drobovo –Eslovenia- y Rodas –Grecia-[25].
El objetivo principal es crear una oferta enoturística europea uniforme, creándose tres instrumentos de trabajo: la plataforma virtual www.vintur.org, concebida como espacio interactivo para el encuentro e intercambio de conocimientos entre los agentes del Enoturismo en Europa, la Carta Europea del Enoturismo, articulada como un documento que define el concepto de Enoturismo a nivel Europeo y establece las líneas de participación y cooperación de los distintos agentes para su desarrollo y autorregulación. Y el Vademecum del Enoturismo Europeo, entendido como la metodología para el desarrollo de la Carta Europea el Enoturismo y la creación de un Sistema de Gestión de la Calidad del Enoturismo a nivel Europeo, a partir del cual se normalice la metodología para la puesta en marcha, desarrollo y reconocimiento de las Rutas Europeas del Vino.
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Figura 11. Red de ciudades y proyectos de enoturismo en las que participa Aranda de Duero en 2009. |
En directa relación con esta densa trama asociativa y con la participación en diversos programas europeos, la ciudad de de Aranda ha prestado especial atención a la recuperación y puesta en valor de todo el vasto patrimonio mueble e inmueble vinculado a la viticultura, destacando los programas de valorización del patrimonio, e iniciativas para la creación de centros de interpretación y conocimiento del vino. Alguna de las más relevantes son: Patrivit, cuyo objetivo es profundizar en la cohesión europea a través de la cultura del vino y contribuir a la conservación del patrimonio vitícola para establecer una red de intercambio patrimonial[26]. En el mismo sentido el Plan Global de Valorización Turística del Patrimonio Bodeguero, plan que pretende optimizar un patrimonio arquitectónico degradado, especialmente el de las viejas bodegas, el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino – Ciavin-, centro inaugurado en el año 2003, coincidiendo con el V Centenario de la elaboración del Plano de Aranda de Duero en 1503, considerado como el plano urbano más antiguo de España. Ciavin forma parte de la Asociación de Museos del Vino de España, constituida en 2005 y que agrupa a 34 Museos del Vino de España, dedicados a mantener viva una parte tan importante de nuestro patrimonio histórico y cultural, ofreciendo una visión de la historia de nuestros vinos y las labores tradicionales de cultivo y producción. Vinculado a Ciavin se encuentra el Centro de Conocimiento del Vino, concebido para ofrecer infraestructura a todos aquellos que deseen realizar algún tipo de actividad relacionada con el conocimiento y aprendizaje del vino. Y finalmente la Bodega de la Ánimas, un espacio vinculado a la Arquitectura del Vino de Aranda de Duero que forma parte de la red de bodegas medievales de la localidad.
De cuantas iniciativas se han puesto en marcha al amparo del Plan Marco de Competitividad del Turismo Español, Futures I y II y especialmente los Planes de Excelencia Turística para espacios maduros turísticamente y los Planes de Dinamización Turística para destinos emergentes, son especialmente interesantes aquellas que, por su vinculación con otro tipo de iniciativas (Leader II, etc.), han permitido implementar diferentes estrategias de desarrollo en el mismo territorio. Los primeros están dirigidos a destinos que se encuentran aún en fase de desarrollo turístico y cuyo objetivo es acelerar el crecimiento y asegurar su sostenibilidad, como es el caso de pequeñas ciudades con importante patrimonio artístico o de aquellas poblaciones con gran riqueza natural. En este contexto surge la iniciativa de promover la creación de la Ruta del Vino Ribera del Duero bajo la figura de un Plan de Dinamización del Producto Turístico, el cual se concretará en la realización de actuaciones para aumentar la calidad de los servicios turísticos del destino, mejorar el medio urbano y natural de los municipios, ampliar y mejorar los espacios de uso público, aumentar, diversificar y mejorar la oferta complementaria, poner en valor los recursos turísticos, crear nuevos productos y sensibilizar e implicar a la población y a los agentes locales en una cultura de la calidad.
Este Plan de Dinamización se enmarca, a su vez, en el Plan del Turismo Español Horizonte 2020, aprobado por la Conferencia Sectorial de Turismo el 7 de noviembre de 2007, y por Acuerdo del Consejo de Ministros el 8 de noviembre del mismo año, que persigue lograr en ese año que el sistema turístico español sea el más competitivo y sostenible, aportando el máximo de bienestar social. El objetivo central consiste en convertir la Ribera del Duero en un referente del enoturismo a nivel internacional, para lo cual se propone la recuperación y promoción de producto turístico actual vinculado al vino, como los bienes patrimoniales (bodegas, lagares, viñedos…), la recuperación de fiestas tradicionales, el apoyo a las fiestas de la vendimia y la organización y promoción de eventos enogastronómicos. Al mismo tiempo se pretende la creación de nuevo producto como pueden ser el bus del vino, tren del vino, circuitos temáticos, ruta tematizada de las bodegas tradicionales, Centro de Interpretación del Duero, Centro Enoturístico de la Ribera, Red de Museos de la Ribera, Red de Senderos de los viñedos y la puesta en marcha del Observatorio Turístico de la Ribera. Se atenderá también a la creación de infraestructuras de información turística, como un programa de señalización turística, Centros de Acogida de Visitantes, Puntos de información multimedia tematizados y Red de Gestión de la Información Turística. y se pondrá en marcha un Plan de Innovación Tecnológica para Alojamientos y Servicios. Todo ello atendiendo a los principios de calidad recogidos en la Carta Europea del Enoturismo y su Vademécum que obligan a la adaptación al Sistema de Calidad de las Rutas del Vino de España.
Conclusion
La actividad desplegada por la Administración Regional a través de programas de ayuda similares a los señalados e incluso la puesta a disposición del emprendedor de líneas de financiación muy competitivas a través de Ade Financiación, no ha podido evitar que persistan los grandes problemas estructurales asociados al tejido productivo regional tales como la concentración geográfica de la población y de la actividad industrial en los grandes núcleos urbanos –algunas capitales de provincia-, la escasez de empresas de alta y media-alta tecnología, y la concentración de la actividad innovadora regional en un número reducido de empresas; a todo ello hay que añadir la baja cultura innovadora en el sector empresarial, la reducida oferta de servicios avanzados que potencien a su vez la demanda de innovación por parte del tejido productivo, la escasa interacción entre empresas y centros de investigación en actividades de I+D o el limitado número de establecimientos de sectores manufactureros de tecnología media y media alta o de patentes explotadas por empresas o centros de investigación regionales[27].
Y este conjunto de debilidades se hacen más evidentes en lo que podemos denominar los bordes del territorio innovador, es decir, en aquellas medias o pequeñas ciudades que, pese a la importancia de la proximidad e incluso de intervenciones institucionales selectivas y proactivas, persisten en rutinas organizativas poco permeables a la innovación, dado el elevado componente de sectores maduros en su estructura productiva y la escasez de iniciativas emprendedoras ligadas al desarrollo de actividades innovadoras. Y es que, al margen de algunas iniciativas empresariales relativamente aisladas y voluntaristas, en este nivel territorial son dominantes los procesos rutinarios, en parte debidos a la escasa presión del mercado y singularmente de la demanda laboral, ya que sus excedentes, especialmente los más cualificados, son drenados –al menos así sucede en la última década- hacia los grandes sumideros de actividad y desarrollo que, en la escala regional son las cuatro grandes capitales de provincia –Valladolid, León Salamanca y Burgos- y en la escala suprarregional, por su proximidad y dinamismo, es la Comunidad de Madrid.
Por fortuna, el vertical y excluyente proceso de innovación clásico, que precisa como condición sine qua non de entornos innovadores ad hoc, se está viendo completado, en una nueva generación, por nuevas redes sociales y entornos organizativos locales de carácter creativo, como los que se han analizado en Aranda de Duero, capaces de fomentar la introducción de innovaciones en producto, proceso o comercialización en cualquier sector de actividad, ya que, frente a la I+D, y como señala la Dirección General de Tributos en resolución de 21 de mayo de 2001, “…la actividad de innovación requiere la existencia de una novedad subjetiva y no objetiva, esto es, que el nuevo producto o proceso lo sea desde el punto de vista del sujeto pasivo aún cuando los mismos existan en el mercado”; y exactamente en dirección inversa al proceso anterior, es decir, de abajo arriba, con el que, evidentemente, no es incompatible sino complementario.
Notas
[1] El presente artículo ha sido elaborado en el marco general del proyecto coordinado: Procesos de innovación en ciudades intermedias y desarrollo territorial policéntrico, de la Dirección General de Investigación, Subdirección General de Proyectos de Investigación- Referencia: SEJ2006-14277-C04-04/GEOG.
[2] Caravaca, González y Silva, R., 2003.
[3] Eurostat y OCDE. 2006, pp. 22.
[4] Lundvall, 1992
[5] Lam, 2005.
[6] Lundvall, 1992; Nelson, 1993.
[7] Lundvall, 1995.
[8] Hirst, 1994; Casson, 1995.
[9] Salom y Albertos, 2009 y Salom, 2003.
[10] Salom y Albertos, 2009, p. 13.
[11] Salom y Albertos, 2009.
[12] Segarra y Blasco, 2007.
[13] García, 2001, p. 280.
[14] Martínez, 2009, p 47.
[15] Gómez y Borja, 1996, p. 220.
[16] Méndez, 2009; González, 2006.
[17] Segarra, 2007; Landabaso, 2000.
[18] Calderón y Pascual, 2009.
[19] Castillo y Díez, 2006.
[20] Fernández et al 2007.
[21] Caravaca, González y Silva, 2003, p. 108.
[22] Puntam, 2000.
[23] Porter, 1998, p.78.
[24] Porter, 1998.
[25] Acevin y Città del Vino, 2006.
[26] Maldonado, 1997.
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