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Scripta Nova
REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
Vol. VII, núm. 141, 15 de mayo de 2003

LOS INMIGRANTES POLACOS EN MADRID. UNA ETNOGRAFÍA DE LA VIDA COTIDIANA

Mikolaj Stanek
Universidad Complutense de Madrid

Los inmigrantes polacos en Madrid. Una etnografía de la vida cotidiana (Resumen)

Desde principios de los años noventa aumenta en España el número de inmigrantes polacos. El crecimiento de este colectivo es uno de los más dinámicos entre los inmigrantes procedentes de los países de la Europa no comunitaria. Sin embargo su conocimiento es todavía muy limitado. Este hecho viene reflejado por el escaso número de trabajos dedicados a este tema. Este artículo presenta algunos aspectos de la vida cotidiana de los inmigrantes polacos residentes en Madrid. Los objetivos principales son describir cómo los inmigrantes polacos que residen en Madrid reconstruyen su vida cotidiana, en qué aspectos asimilan las pautas características de la vida cotidiana características para los españoles o para otros grupos inmigrantes que viven en España y en qué aspectos mantienen su modo de vivir lo cotidiano adquirido en Polonia. Este artículo analiza también algunos aspectos de la vida cotidiana: las relaciones interpersonales en varios niveles, el manejo del espacio, el consumo y los gustos, las formas de vivir el día laboral y el día festivo.

Palabras clave: inmigrantes polacos, Madrid, vida cotidiana

The Polish immigrants in Madrid. An ethnography of quotidian life ( Abstract )

From beginnings of nineties he increases in Spain Polish immigrants's number. The growth of this group is one of the most dynamical between the immigrants proceeding from the countries of the not community Europe. However his knowledge is still very limited. This fact comes reflected for the scarce number of works dedicated to this theme. This article presents some aspects of quotidian life of the Polish resident immigrants in Madrid. Principal objectives are to describe how the Polish immigrants that reside in Madrid reconstruct his quotidian life, whereon aspects understand the characteristic guidelines of life quotidian characteristic for the Spaniards or for another groups immigrants that live in Spain and whereon aspects maintain his way of life the quotidian acquired in Poland. This article analyzes also some aspects of quotidian life: The personal relations in several levels, the spatial handling, the consumption and the likes, the forms to enjoy the workday and the feast day.

Key words: Polish immigrants, Madrid, quotidian life

En los últimos años España se convirtió en el espacio de encuentro de varias culturas y por tanto de distintas normas, valores, creencias y modos de vida, a veces muy distintos de los representados por la sociedad española. La sociedad española está ante un gran reto de conocer y comprender a los inmigrantes. Este reto tiene una relevancia especial en los debates sobre posibles modelos de políticas de integración, que tienen lugar actualmente en España (Pérez Díaz at al. 2001: 33). Uno de los modos de comprender a estos colectivos es estudiar los elementos que constituyen sus vidas cotidianas.

El historiador Fernando Braudel define lo cotidiano como pequeños hechos que apenas quedan marcados en el tiempo y en el espacio. Aunque puede parecer que la vida cotidiana es un conjunto de hechos triviales e intrascendentales, su papel en la creación de la realidad social es fundamental. La vida cotidiana es la vida más cercana al hombre y por esto es la más real, objetiva, transparente, aproblemática y ordenada. Como dicen Peter Berger y Thomas Luckmann en “Constitución social de la realidad”: "La realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de objetos que han sido designados como objetos antes de que aparezcamos en escena" (1986: 147). De hecho la vida cotidiana no necesita ninguna verificación a pesar de que esté compartida con los demás.

La situación de migrar es aquella en la que el individuo abandona la comunidad que es la base de su identidad, normas y valores, sus competencias, conocimientos y por tanto los modos de definir la realidad para encontrarse ante un nuevo universo. Aaron Cicourel constata que la situación de migrar es la situación de encontrase entre dos culturas. Entre la “que se lleva dentro” y cuyos marcos de referencia están fuera del país de estancia y la que se hizo real, objetiva y sobre todo dominante en el momento de llegar al país de acogida (Cicourel 1983: 32-37). El cambio más dramático lo nota el inmigrante en su vida cotidiana ya que es, como se ha dicho, la realidad más “próxima” al individuo. Todo el conocimiento, costumbres y usos que le eran obvios en su cultura parecen inadecuados en las nuevas circunstancias. Ante la situación de la “quiebra” de lo cotidiano del país de origen, el inmigrante tiene que reconstruir su vida cotidiana. Esto implica la necesidad de encontrar un delicado equilibrio entre las exigencias de la vida social en el país de acogida y las pautas de comportamiento y costumbres que los inmigrantes “llevan dentro”.        

La vida cotidiana de los inmigrantes polacos[1] es un universo amplio, cambiante y desconocido. Para acceder a la realidad de la vida cotidiana y conocer los elementos más importantes y sus significados se han utilizado dos técnicas de estudio: la observación participativa y entrevistas en profundidad. A lo largo del periodo de observación también se llevó a cabo 19 entrevistas en profundidad con inmigrantes polacos residentes en Madrid con el fin de profundizar el conocimiento de los fenómenos registrados a través de la observación participativa[2]. Esta técnica permite la expresión libre del sujeto y la descripción de un sentido propio y personal de varios elementos de su experiencia vital. Dichas entrevistas permitieron conocer varios aspectos de la vida cotidiana desde la perspectiva subjetiva de los mismos inmigrantes y determinar la importancia simbólica y real que dan a estos aspectos.

Contactos interpersonales cotidianos

La vida cotidiana es una serie constante de interacciones con los demás. Las interacciones que fundamentan los contactos interpersonales son un tejido en el que se fisiona tanto la identidad personal y social del individuo como las relaciones grupales e institucionales. Las interacciones tienen su propia dinámica. Como dice Amando de Miguel: "[...]la interacción es un proceso gradual: puede ir desde la simple presencia en común de los que pasean por el parque hasta la intensa actividad mutua de los miembros de un comando" (1969: 49-50). Así pues, pueden permanecer como unas relaciones efímeras o pueden transformarse también en una relación múltiple y multiforme como amistad, compañerismo o amor.

Amistad y redes de apoyo

Ya en los años setenta los sociólogos polacos observaron un fenómeno denominado familismo polaco (Nowak 1979). Este fenómeno consiste en una relación muy fuerte entre los miembros un mismo círculo íntimo. Son aquellas relaciones basadas en la lealtad, el afecto y la disposición al sacrificio entre dichos miembros. Se realizan a través de relaciones continuas, directas y ayudas mutuas entre los miembros de éste círculo íntimo, el cual está compuesto por familiares y amigos más íntimos. Este limitado grupo es el mayor marco de referencia más importante para los polacos. Su importancia e influencia sobresale sobre otras instituciones sociales como el estado, la ley y otros grupos y colectivos como grupos locales de vecinos, grupos juveniles etc.

La observación de la vida cotidiana del colectivo polaco en Madrid permite constatar que las relaciones entre los inmigrantes están condicionadas principalmente por las pautas y normas culturales vigentes en la sociedad polaca actual. Los polacos prefieren vivir y trabajar con sus familiares o amigos, limitando así las relaciones cotidianas a este grupo. Preguntados por los contactos y amigos, los inmigrantes admitían que normalmente los mantienen entre las personas de su propio círculo. En este contexto desempeñan un papel muy importante las redes migratorias en el colectivo polaco. Estas redes se basan en el grupo familiar y el círculo de amigos más íntimos.

La situación migratoria en la que se encuentran actualmente los polacos y también otros inmigrantes influyen incluso a que estas pautas de intensas relaciones interpersonales y el “egoísmo familiar” se fortalezcan. El número de inmigrantes en Madrid aumenta. Este hecho afecta a las posibilidades de encontrar un buen trabajo o una vivienda. Por tanto las redes migratorias son cada vez más selectivas y centradas en suministrar ayuda únicamente a las personas del círculo más íntimo. A la vez las relaciones con aquellas personas que no están dentro del grupo más próximo tienen un carácter cada vez más competitivo. Ante este proceso los lazos étnicos o basados en el lugar de procedencia (región, ciudad) antes bastante débiles actualmente lo son todavía más. Uno de los entrevistados describió la situación en la que uno de los polacos que alquiló una vivienda a su nombre y la compartía con otras personas les echó en el momento que vinieron sus familiares. Otra persona interrogada opinó que la única institución donde se puede pedir ayuda era la misión católica polaca en Madrid:

Ahora la gente no mira si uno es polaco. Hay muy poca gente que ayuda. El cura polaco ayuda mucho, busca trabajo, hay un abogado español que colabora con el cura y nos ayuda. Pero entre la gente no es así. Incluso, a veces si consiguen un trabajo gracias al cura al salir de la iglesia enseguida lo venden (V46, 3).

Los polacos mantienen unas relaciones muy limitadas con los españoles. Salvo algunos contactos efímeros en las calles o en las tiendas los polacos sólo mantienen relaciones sociales con los españoles en el trabajo. Sobre esta base a veces se desarrollan relaciones de simpatía, ayuda mutua, que sobresalen a los simples contactos en el lugar de trabajo. Pudiendo transformarse hacia lazos de amistad y confianza sobre todo en aquellos casos de algunas mujeres que realizan trabajos de servicio doméstico y cuidado de ancianos. Así ha sido en el caso de dos mujeres entrevistadas. Una de ellas describe como sigue las relaciones en el lugar donde trabaja:

Al principio cuidaba a la suegra de mi señora que se murió después de un año. Yo estaba con ella hasta el final y ayudaba a María [la empleadora] cuando su suegra se puso realmente mal. Cuando se murió me fui, pero María me busco después de dos años y ahora cuido a su padre. Me caen muy bien, me ayudaron mucho cuando estuve enferma y todavía no tenía seguro médico, a mi tampoco me importa si tengo que quedarme más tiempo para ayudar en algo (M45, 6).

Sin embargo, en general las relaciones entre los polacos y los españoles tienen carácter efímero y superficial. El factor principal que impide que las relaciones se desarrollen y profundicen es la falta de conocimiento del español. La mayoría de los polacos conocen el español sólo a un nivel para los respectivos trabajos que realizan.

Hay que indicar también otro factor importante que influye en el carácter de los contactos entre polacos y españoles y es la misma necesidad de relacionarse con los españoles. Las personas que vinieron con el propósito de quedarse poco tiempo mantienen normalmente relaciones limitadas a su grupo nacional. La decisión de quedarse y acomodarse es en este caso crucial para el cambio de actitudes y una apertura hacia los españoles. Los polacos mantienen relaciones de simpatía y amistad de forma más frecuente con inmigrantes de otras nacionalidades. En este caso existe cierto selectivismo. Mantienen sobre todo relaciones con personas de Europa Central y Oriental principalmente con ucranianos.          

Amor

Al igual que en el caso de las relaciones de amistad, las relaciones amorosas se mantienen sobre todo en el grupo nacional polaco. Aunque en este caso las diferencias entre sexos son más evidentes. En la entrevista se preguntaba a las personas solteras si preferirían relacionarse con polacos, españoles o inmigrantes de otras nacionalidades. Las polacas están más dispuestas a salir de este círculo nacional y relacionarse con personas de otras nacionalidades. Los varones polacos indicaban que buscaban sobre todo una novia polaca. Así lo manifestó uno de los entrevistados:

Las españolas no son serias, piensan en tonterías: solo quieren salir, divertirse. No confiaría en ellas. Las polacas son más serias y responsables e igualmente guapas. Ahora vienen muchas, se nota cuando sales de la iglesia [después de la misa polaca] (V21, 2).

Para las polacas entrevistadas la nacionalidad no tiene ninguna importancia lo más importante es el amor y la mutua comprensión:

A mi me da igual si es polaco, español o lo que sea. Lo más importante es que sea simpático y te quiera (M23, 1).

De hecho dos entrevistadas en el momento de realizar este estudio se relacionaban con inmigrantes no polacos (en un caso ecuatoriano y en el otro paquistaní). Este hecho se puede atribuir sobre todo a la similitud de la situación y los problemas a los que tienen que enfrentarse en su vida cotidiana. Algunos entrevistados mencionaban también a algunas polacas casadas con españoles. En este caso llama la atención la actitud de cierta hostilidad por parte de los demás inmigrantes hacia estas personas. A las polacas casadas con españoles se les consideran como personas que ascienden socialmente por el matrimonio y no por su propio trabajo. Por otro lado, se les ve como personas que desprecian a sus compatriotas y de cierto modo traicionan el colectivo del que provienen. Así lo expresó una de las entrevistadas:

Mi hija trabajaba para una chica polaca que se casó con un español. Lo dejó después de un mes porque no aguantó. Esta chica se sentía más española que el Rey. Le mandaba haz esto, haz lo otro, ¿por qué lo haces así y no así? Como si ya hubiera olvidado que 1 año antes también trabajaba con la fregona (M43, 2).

Esta actitud indica sobre todo que las relaciones con los españoles son consideradas como una vía de ascenso social. Por otro lado, las personas que deciden mantener relaciones afectivas con españoles tienen que tener en cuenta el posible rechazo por parte del grupo polaco.

Trabajo y descanso

Trabajo

Las pautas del comportamiento del inmigrante en la esfera laboral están condicionadas por dos factores principales. Primero está relacionado con la propia condición de inmigrante económico cuyo objetivo principal es la mejora de su situación económica. La mejora de su situación tiene su dimensión objetiva, es decir, el aumento de poder adquisitivo en relación con la situación anterior. También tiene su dimensión subjetiva (o relativa) que se traduce en una mejora de la situación del inmigrante en comparación con otras personas, sobre todos los que se quedaron. Hay que añadir que la situación migratoria deja a los sujetos pocas posibilidades de ascenso social según criterios de posiciones o estatus social. La única medida con la que se puede obtener el éxito es la cantidad de dinero que es capaz de ganar y ahorrar. El segundo factor tiene un carácter estructural  y está relacionado con la mencionada situación migratoria. En varios estudios tanto de carácter teórico como en los basados en el análisis de datos empíricos se subraya que los puestos de trabajo que obtienen los inmigrantes se caracterizan por unos salarios bajos, malas condiciones de trabajo, provisionalidad e inestabilidad y pocas posibilidades de avanzar (véase Martínez Veiga 1997: 179-181; Piore 1979). Las entrevistas realizadas para el estudio presentado corroboran esta afirmación. La mayoría de los entrevistados trabajaban en el sector sumergido del mercado de trabajo, en tareas que muchas veces estaban por debajo de sus cualificaciones obtenidas en Polonia. Ante un nivel de salarios relativamente bajos y una alta provisionalidad del trabajo, la estrategia empleada por los inmigrantes polacos es la de tener varios trabajos, para asegurarse algunas alternativas en el caso de perder alguno de ellos.

La mayoría de las mujeres entrevistadas trabaja en el servicio domestico en régimen interno, externo y por horas. Los varones trabajan en el sector de la construcción sobre todo en pequeñas empresas que realizan obras de renovación y también algunos trabajos de construcción. Durante la investigación se ha constatado que el trabajo es el elemento central de la vida de los inmigrantes. La vida cotidiana de los inmigrantes se forma en función del trabajo. El tema más común en las conversaciones cotidianas es el trabajo, las posibilidades de cambiarlo o conseguir uno adicional.

El día cotidiano de las mujeres depende sobre todo del tipo de trabajo que desempeñan y también el carácter del mismo (externo, interno o "por horas"). La mayoría de las mujeres polacas entrevistadas trabajan de forma externa o por horas porque esto les permite mantener varios puestos de trabajo a la vez y maximizar las ganancias, obviamente a costa de su estabilidad. La flexibilidad en el horario y la forma de trabajo da la posibilidad de trabajar cuanto se pueda, que en la mayoría de los casos estudiados es desde la madrugada hasta la noche. Así describe sus días de trabajo una de las entrevistadas que por las mañanas trabaja en el servicio doméstico de tipo externo (donde desempeña labores de cuidado de una persona anciana y de limpieza) y por las tardes trabaja por horas limpiando casas en varios lugares de Madrid:

A las nueve estoy en la casa donde trabajo, a las 12.30 empiezo a preparar la comida y comemos a las 13.45 ó 14.00. A las 15.00 viene Miriam [la empleadora] y yo salgo corriendo porque a las 16.00 tengo que estar en la otra punta de Madrid limpiando y así normalmente hasta las 20. Estoy en casa a las 21.00. Claro que todo esto si se tiene suerte porque hace 2 meses no tenía trabajo y me tiraba las tardes sin hacer nada (M41.2).

Otra mujer es trabajadora doméstica a jornada completa que antes de trabajar limpia portales:

A las 8 estoy en Plaza de Castilla porque limpio portales en tres edificios. Llego a casa de mis señores a las once y allí estoy hasta las 9 de la noche. Seguiré así hasta las vacaciones y después quiero hacer sólo portales por horas porque da más dinero (M43, 2).

Las dos descripciones son emblemáticas para el modo de vida de todas las mujeres empleadas en este tipo de trabajo, que se caracteriza por: una actividad durante todo el día; varios trabajos y la disposición a los cambios.

La situación más estable la tienen las personas que trabajan en régimen interno es decir viviendo dentro de una casa. Entre las polacas este tipo de trabajo no es muy común. Ninguna de las personas entrevistadas en el momento de realizar este estudio desempeñaba un servicio de este tipo. En opinión de una de las interlocutoras, normalmente este tipo de trabajo se aconseja a personas jóvenes y que acaban de llegar a España:

Siempre hay que aprender muchas cosas: cocinar, hacer la cama de otra manera, aprender el vocabulario y trabajar de interna te da estas ventajas. Claro que estas metida allí todo el día y tienes libres sólo los domingos pero para empezar está muy bien (M45, 6).

La construcción y las obras relacionadas con la renovación de edificios y viviendas es el sector donde predominan los varones polacos. La situación y pautas de comportamiento de los varones son muy parecidas a las de las mujeres polacas. En su mayoría el trabajo en este sector tiene carácter ilegal incluso si se regulariza su situación de estancia en España. En muchos casos el contrato legal incluye sólo media jornada mientras en realidad se trabaja la jornada completa más horas suplementarias. En opinión de uno de los entrevistados que se encuentra en esta situación:

No tienes otra solución, si quieres tener contrato [el contrato es necesario para ampliar su permiso de residencia] normalmente te lo dan para media jornada... si te lo dan, pero tú de todas formas tienes que trabajar 8, 10 ó a veces 12 horas al día (V28, 5).

Aunque el tipo de trabajo no permite tanta flexibilidad y movilidad como en el caso de las mujeres, los varones también intentan maximizar sus oportunidades en el mercado de trabajo. En muchos casos el trabajo realizado durante los días laborales no es el único, durante los fines de semana se realizan pequeñas obras de renovación en viviendas o los chalets (llamadas cziapuzy de la palabra española “chapuzas”).

Al igual que en el caso de las mujeres el día laboral de los varones polacos es muy intenso y dominado por el trabajo. Así lo describe uno de ellos:

Me levanto a las 6.15 y estoy en el trabajo antes de las 8.00. Trabajamos hasta la 1.30. Hasta las 3 tenemos descanso y comemos los bocadillos que nos traemos de casa. Después de las 3 seguimos trabajando y a veces hasta las 8 ó 9 (V38, 3).

La situación no cambia radicalmente si una persona trabaja en otros sectores como por ejemplo el comercio. Dos personas entrevistadas trabajaban como dependientes. En ambos casos realizaban también otros tipos de trabajos como cuidado de niños (M23, 1) y camarero en un bar de copas los fines de semanas (V18, 6). La situación legal tampoco es un factor que cambia la situación laboral de una forma radical. Normalmente las personas que tiene permiso de trabajo también realizan otros trabajos en los sectores sumergidos.          

Descanso

Tanto la intensidad del trabajo como el tipo de tareas que realizan (sobre todo físicas) no permiten un descanso activo y variado durante la semana laboral. Los momentos de descanso son sobre todo las horas nocturnas. Entonces los inmigrantes ven la televisión, realizan tareas domésticas o hacen o reciben visitas de amigos y familiares. Las visitas son un elemento de la vida cotidiana muy importante. Así lo refleja una de las declaraciones:

Cuando vuelves del trabajo y estás todo el día de pie y además tienes que hablar español no te apetece hacer nada. Normalmente veo la tele o visito a las amigas. Yo tengo aquí primas y algunas amigas que vinieron conmigo así que nos visitamos y charlamos (M32, 3).

El domingo es el único día de descanso y por tanto para muchos de los inmigrantes tiene una importancia especial. Sin embargo, el domingo para muchos tiene un orden que se repite casi todos los domingos. Una de las mujeres describió así su domingo:

Por la mañana voy al mercadillo [mercadillo polaco en Aluche] para comprar revistas polacas y ver a mis amigos, porque tu puedes ver casi a todo el mundo. Después quedo con mis amigas y vamos a un parque como el Retiro o uno que está muy cerca de Aluche. Después vuelvo a casa, como y a las 5.30 de la tarde tenemos misa, entonces veo a mi hermano que trabaja aquí en la construcción, cenamos en su casa y después me quedo hablando o vamos a ver que pasa en el centro (M25, 2).

Esta declaración refleja una estructura de domingo que se repite en otras entrevistas. La visita al mercadillo polaco por la mañana y después la misa polaca son dos elementos que ordenan todo el día.

El mercadillo polaco es un verdadero mercado alternativo de productos y servicios organizado por el colectivo polaco en Madrid. En realidad es un aparcamiento que se encuentra en frente de la estación del metro de Aluche. Todos los domingos alrededor de las 11.00 de la mañana vienen minibuses que traen paquetes mandados por las familias que se encuentran en Polonia, venden diversos alimentos polacos difíciles de comprar en España y además prensa. Durante unas 2 horas los inmigrantes polacos no sólo pueden comprar lo que quieren o necesitan sino también mandar recados y paquetes. Los minibuses ofrecen viajes a Polonia a precios muy bajos. Todo está realizado a través de una multitud de pequeñas empresas familiares que todas las semanas circulan entre Polonia y Madrid[3]. A pesar de los servicios presentados, como ya se ha dicho el mercadillo polaco es también un lugar de encuentro, de vida social e intercambio de información. El papel de este lugar de encuentros en la vida de los polacos está descrito en la siguiente opinión:

Voy al mercadillo incluso si no tengo nada que mandar ni comprar. Allí te enteras de todo. Cuando hay un trabajo la gente te informa o te vende el puesto de trabajo allí. Te encuentras con tus amigos y vas a tomar una cerveza. (V53, 4)

Otro momento del domingo es la misa polaca en una iglesia madrileña. De modo muy parecido al “mercadillo polaco” la misa también es un lugar de encuentro y punto de información. Hay que destacar la importancia del papel que desempeñan los sacerdotes polacos. Ellos son los que organizan las redes de ayuda, recogen y reparten información y coordinan la ayuda a los más necesitados.

Fiestas

El tiempo social no tiene carácter ni homogéneo ni continuo. La rutina de la vida cotidiana está separada por los periodos de fiestas. Muchos periodos de lo cotidiano pasan en “las vísperas” de las fiestas, por eso muchas actividades estan sometidas al régimen de lo festivo. Las preparaciones para las fiestas empiezan mucho antes por ejemplo el ahorro de dinero, la intensidad con la que se trabaja, los planes de vacaciones o de viajes etc. Lo festivo es un factor que influye seriamente en lo cotidiano. Así pues para que el análisis de la vida cotidiana sea más completo hay que presentar su otra cara que es lo festivo.

La forma de celebrar las fiestas es uno de los elementos que se mantiene sin cambios y puede ser considerada un fundamento de identidad nacional de los polacos inmigrantes. En la cultura polaca las fiestas con mayor importancia son las fiestas de carácter o de origen religioso. Las que más se celebra en Polonia son la Navidad y las Pascuas. A pesar de su dimensión religiosa, estas fiestas tienen un importante componente tradicional que forma parte de la identidad nacional polaca. Las personas interrogadas subrayaban muchas veces la particularidad de estas costumbres y su importancia para ellas. Para expresar el carácter específico de las costumbres Navideñas y de la Semana Santa polaca, los interrogados hablaban de “las fiestas polacas”. Uno de los varones entrevistados dijo que:

Aunque llevo aquí mucho tiempo para mi la navidad verdadera es la navidad polaca. Con las costumbres polacas: el árbol de navidad, la comida compuesta de 12 platos, los villancicos polacos (V 41, 3).

En todos los hogares observados las fiestas (la cena de Nochebuena y el día de Navidad) se celebran en familia y según las costumbres polacas. Otra forma de pasar las fiestas es simplemente volver a Polonia y celebrarlas con su familia que permanece allí. Entre las personas a las que se realizaron las entrevistas 8 se fueron a Polonia durante la Navidad del 2001. La misma situación tiene lugar en el caso de la Semana Santa, que en todos los hogares estudiados se celebró de forma tradicional polaca es decir con el desayuno del Domingo de Resurrección donde se comieron los alimentos bendecidos el Sábado Santo por el sacerdote en la “parroquia polaca”.

En la tradición polaca existen otras fiestas de carácter religioso como por ejemplo la fiesta de la Virgen de la Reina de Polonia el día 3 de mayo (que coincide además con el día de la Constitución Polaca), el día de la Asunción de la Virgen el 15 de agosto y el día de todos los Santos. Salvo el día de todos los Santos las otras fiestas no tienen mucha importancia para los entrevistados. Entre algunos polacos se mantiene la costumbre de celebrar algunas fiestas populares no relacionados con las creencias religiosas y la cultura tradicional. En dos hogares se celebró el día de la Mujer (8 de marzo) con una cena especial[4].

El manejo del espacio

Entre la calle y la casa

El hogar en la vida cotidiana desempeña un papel muy importante. Es un lugar central donde transcurre la vida. En cambio, la calle es un espacio donde uno esta “de paso”: hace la compra, va al banco. La vida más importante es la vida en casa. En uno de los apartados anteriores se ha dicho que la vida de los polacos es muy intensa en el ámbito familiar y un grupo de amigos relativamente estrecho. Esta es posiblemente la razón por la que los polacos no se adaptaron todavía a la pauta española de “vivir en la calle” (de Miguel 1994: 79-96). Los polacos se reúnen con sus amigos en sus pisos. Los bares son lugares de encuentros con personas menos conocidas y también sitios donde uno va muy de vez en cuando. Los polacos no comprenden la función social del bar en la vida cotidiana de los españoles. Uno de los entrevistados lo manifestó de esta forma:

Al principio me gustaba cuando íbamos con mis compañeros de trabajo [españoles y sudamericanos] a tomar algo después del trabajo, pero luego te aburres, siempre íbamos a los mismos sitios  y siempre veías las mismas personas. (V34, 2).

La casa es también un lugar donde cada uno tiene su espacio de intimidad. Supuestamente esta es la razón por la que a pesar de su modesta condición económica los polacos ocupan los pisos de forma menos masiva que los inmigrantes marroquíes o sudamericanos (véase Ramírez Goicoechea 1996). En las viviendas observadas el número de personas por habitación no sobrepasaba de tres.

Organización del espacio

Las viviendas en las que viven los inmigrantes polacos se caracterizan por su austeridad en cuanto a la cantidad y calidad de muebles y a otro tipo de equipo doméstico. Los polacos no suelen comprarse sus propios muebles ni electrodomésticos con excepción de equipos de música o video. Este hecho tiene muchas explicaciones, por un lado un factor determinante es la movilidad residencial permanente, que no permite acumular cosas. Por otro lado son las pautas de consumo relacionados con el bajo nivel relativo de los salarios y planes vitales, del que hablaré en uno de los siguientes apartados. También esta cierta austeridad puede explicarse por el exhaustivo ritmo de trabajo de los inmigrantes.

Dominio del entorno urbano

Otro tipo del manejo del espacio es el dominio del entorno municipal. En las declaraciones de los entrevistados predomina la seguridad y facilidad con que los polacos se mueven por todo el territorio de Madrid. Supuestamente este rasgo tiene mucho que ver con el carácter del trabajo que desempeñan. Tanto el trabajo en el servicio doméstico como en las obras de renovación requiere mucha movilidad espacial. Otro rasgo es el interés por conocer bien la ciudad. Siete personas admitieron que los primeros meses de su estancia a pesar de que buscaban trabajo e intentaban acomodarse a la nueva situación se dedicaron a recorrer la ciudad y también para conocer algunos sitios de interés turístico.

En el caso de los inmigrantes polacos destaca un buen dominio general del municipio de Madrid (y en algunos casos también de sus alrededores) y por otro lado un pequeño conocimiento de zonas más próximas. A pesar de algunos sitios cruciales como bancos, cajeros, estancos, correos o supermercados, los entrevistados no prestan mucho interés por conocer el entorno más próximo en el que viven. Se puede decir que el conocimiento y la identificación existen a nivel general - municipal más que el local.

Otro factor que influye en este tipo de dominio de espacio urbano es la alta movilidad residencial de los inmigrantes polacos. Durante las entrevistas tres personas declararon que estaban buscando un piso nuevo y otras cuatro pensaban seriamente en cambiar de su piso actual. La continua movilidad residencial está relacionada con las características de la situación migratoria: estado de provisionalidad e inestabilidad.

Consumo: gastos y gustos

Gastos

La compra es una de las actividades fundamentales de la vida cotidiana. Sin embargo puede ser realizada de muchas formas que podemos llamar estrategias del consumo. Estas estrategias determinan un tipo de producto adquirido, su calidad y también su cantidad. A las estrategias del consumo influyen dos factores, por un lado la capacidad económica (decisiones a nivel de gastos) y por otro las preferencias del consumo (decisiones a nivel de gustos).

Las estrategias de consumo de los inmigrantes polacos están determinadas sobre todo por su situación económica. Esta situación económica se caracteriza por su modestia. De once personas que se decidieron a hablar de su situación económica actual, sus ganancias mensuales netas se situaban entre 450 € - 700 €. En el colectivo investigado la pauta de comportamiento dominante (aunque hay excepciones) en este ámbito puede denominarse como “el consumo diferido”. Esta pauta de comportamiento consiste en un ahorro excesivo y recortes de todos los gastos “adicionales”. Dentro de esta pauta se pueden distinguir tres categorías de comportamiento que dependen sobre todo de la edad del inmigrante pero también de la situación en la que se encuentra el inmigrante y su familia:

1) ahorrar a largo plazo para la futura inversión o un gasto mayor previsto en el futuro;

2) ahorrar a medio plazo para mandar dinero a la familia que está en Polonia;

3) ahorrar a medio y corto plazo para gastar dinero en los bienes de consumo como ropa, equipos de música, teléfonos móviles de alta calidad y viajes de vacaciones.

En todos los casos mencionados la pauta predominante es la de bajar todos los costes de la vida cotidiana como la comida, el alquiler, ocio, cultura y viajes, con el fin de ahorrar una cantidad de dinero considerable para un gasto mayor en el futuro. Incluso la mejora en la situación económica relacionada con el cambio de trabajo o la del aumento del sueldo no cambia esta pauta general.

En el primer caso se ahorra para poder disponer de una cantidad de dinero considerable que permita hacer inversiones en negocios o bienes de carácter sólido (como casa, coche, muebles) o tener simplemente una cantidad de dinero para el futuro. En el caso de las personas que no tienen en sus planes quedarse en España el ciclo de ahorro y gasto coincide con los periodos de estancia en Polonia. Polonia es el país donde se suele gastar o invertir el dinero. Un caso muy significativo es el de un entrevistado que admitió que en Polonia tiene un coche que se ha comprado con el dinero que había ahorrado en España pero sólo lo usa cuando está en Polonia durante los meses de verano (V38, 3). Un caso parecido es el de otra persona - trabajador de un equipo de obras y renovaciones que vuelve a Polonia los meses de verano cuando hay menos demanda en este sector para construir su propia casa (V41, 3).

Los inmigrantes que quieren quedarse en España también intentan mantener los gastos en niveles muy bajos. En este caso el objetivo es más bien la estabilización de su situación en España y la reducción de la inseguridad relacionada muchas veces con el trabajo en los sectores sumergidos de la economía. Una de las entrevistadas ahorra dinero con el fin de poder financiar la entrada de la hipoteca de un piso que quiere comprar en Madrid (M45, 6). Otra persona ahorra con el fin de pagarse cursos profesionales del cuidado de personas ancianas que la permitirán conseguir un trabajo mejor renumerado en España (M25, 2).

La segunda categoría dentro de la pauta de “consumo diferido” es ahorrar para mandar dinero a las familias. Los polacos se diferencian de otros grupos inmigrantes en su forma de mandar recados. Mientras en muchos grupos la pauta predominante son envíos cada mes en la mayoría de los casos encontrados los envíos son menos frecuentes pero a la vez más cuantiosos (Martínez Veiga 1997; Ramírez Goicoechea 1996). Durante las conversaciones los indagados admitían que mandan dinero para unos fines determinados como por ejemplo ayudar económicamente durante las fiestas de Navidad (que conllevan un gasto mayor) (M43, 2), ayudar a la familia en Polonia para financiar los estudios de una de las hermanas (V28, 5).

La tercera categoría dentro del llamado “consumo diferido” se caracteriza sobre todo por personas jóvenes sin cargos familiares importantes. Esta pauta también consiste en un ahorro excesivo sin embargo, con la diferencia de que en este caso se ahorra en un plazo más corto y los bienes adquiridos son más bien de consumo “rápido”. Una de las mujeres entrevistadas empleada en la oficina de una empresa suele ahorrar dinero para poder viajar todos los veranos. En otro caso estaba ahorrando dinero para completar un equipo de música de alta calidad. Muchas personas jóvenes suelen mantener sus gastos en un bajo nivel con excepción de la ropa que es un elemento significante en la estructura de sus gastos.

Hay que añadir que las tres pautas de “consumo diferido” son intercambiables o pueden sobreponerse dependiendo de los cambios de las situaciones y los planes de los inmigrantes y sus familias. Muy ilustrativo es el caso de un varón de 53 años con permiso de residencia que ahorraba dinero para comprarse un piso en España pero decidió dar una parte de este dinero a su hijo para que éste pueda pagar la entrada de la compra a plazos de un coche y poner su propio negocio de transporte turístico (V53, 4). También es posible ahorrar dinero para los planes de futuro y al mismo tiempo de vez en cuando mandar una cantidad de dinero a los familiares más necesitados en Polonia. La mujer mencionada anteriormente que ahorra con el fin de pagarse cursos profesionales del cuidado de personas ancianas a la vez manda dinero a sus dos abuelas (M25, 2).

Como se ha dicho anteriormente no todas las personas se someten a la pauta denominada aquí como “consumo diferido”. Entre el grupo entrevistado hay personas que gastan dinero en función de sus necesidades y antojos. Una de ellas, describe su actitud de la siguiente manera:

Nunca me gustaba vivir apretando el cinturón. Aquí en España se vive bien y yo también vivo bien. No voy a ahorrar a costa de no salir o no comer lo que me apetece. Gasto lo que gasto y si me queda algo está bien (V21, 1).

Un rasgo interesante de este grupo que es sin duda minoritario (tres personas declararon no ahorrar dinero ni tener unos planes) es que su comportamiento lo describen como normal en la sociedad española y a la vez excepcional dentro del colectivo polaco. Se puede decir que una de las formas de integración para este grupo es seguir las pautas de consumo que perciben como características para la sociedad española. Así una entrevistada describía su pauta de consumo:

Mis amigas no comprenden que yo vivo normal, que cuando me apetece algo me lo compro y además invito a los demás. No voy a vivir con 3 chicas más en una habitación si me puedo alquilar un para mí. No sé porque yo no soy como mis amigas. A lo mejor porque como soy dependienta gano más dinero. [...] En Polonia vivíamos bastante mal y ahora quiero vivir normal como se vive aquí.

En el estudio se ha marcado claramente la diferencia entre las pautas de consumo de los jóvenes y las personas mayores. La austeridad en cuanto a las formas de consumo son más características para las personas mayores y con cargos familiares. En cambio los jóvenes en su mayoría están más dispuestos a ahorrar dinero a corto plazo para gastarlo en los productos de consumo rápido o simplemente no ahorran. En el colectivo polaco las personas jóvenes asumen más las actitudes características de la sociedad de consumo a la que entran.

Gustos

Otro factor que influye en la totalidad de las estrategias de consumo son los gustos relacionados con varios objetos de la vida cotidiana. En este caso el análisis se centra en los gustos relacionados con sólo algunos bienes: comida e indumentaria. En la mayoría de los hogares explorados se suele preparar tanto comida polaca como española. Durante la semana laboral el criterio más importante a la hora de elegir un alimento es la facilidad en su preparación, posibilidad de recalentarla varias veces y también su bajo precio. Así se comen tanto las tortillas españolas, la comida precocinada (revueltos, paellas, conservas) y comida polaca (sopas y caldos polacos). También se suelen comer platos “internacionales” como pizzas, hamburguesas precocinadas y macarrones. En cuanto a los platos típicos polacos se suelen preparar con ingredientes fáciles de conseguir en España. Una de las entrevistadas que vive en Madrid con su hija dijo:

Como suelo cocinar para Ramón [anciano en la casa de quien trabaja] cuando me hago la comida mezclo. Un día me hago algo polaco para no olvidarme del sabor otro día una comida española (M45, 6).

Como ya se ha mencionado el mercadillo polaco es el sitio donde se puede conseguir productos polacos. Por su relativo alto precio estos alimentos son considerados unos productos de lujo que se comen en ocasiones especiales (fiestas) o cuando apetece:

A veces te apetece comer un pimiento de estos que aquí no consigues. Por eso siempre tengo en la nevera un bote de ellos. Pero comer esto todos los días...  me arruinaría. Además me gusta la comida española (V54, 1).

Los jóvenes son los que gastan más dinero en la indumentaria. La moda es uno de los temas frecuentes de conversación entre jóvenes tanto mujeres como varones. Una importancia especial tiene la ropa comprada en España, que está considerada como de mejor calidad y “más de moda”. Una de las entrevistadas dijo que la ropa que trajo desde Polonia sólo la usa para el trabajo pero cuando sale a la calle cambia la ropa por la comprada en España (M25, 2). Otra entrevistada admitió que cuando va a Polonia siempre intenta comprarse algo nuevo para enseñárselo a sus amigas en su pueblo (M26, 3). Para los jóvenes la indumentaria es un símbolo de éxito económico del inmigrante que se presenta tanto ante los amigos en España como (y sobre todo) ante los conocidos en Polonia. Por otro lado la ropa es también una de las formas (en este caso aparentemente superficiales) de integrarse en la sociedad española. La apariencia es un elemento muy importante en las relaciones sociales de los polacos.

A modo de conclusión

En la vida cotidiana de los inmigrantes polacos se refleja el grado de integración en la sociedad española. Los polacos intentan mantener las costumbres y pautas propias características para la cultura polaca como la celebración de las fiestas de modo tradicional. También presentan cierta apertura a algunas de las costumbres españolas (culinarias). Sin embargo el factor que determina el comportamiento de los inmigrantes es la propia situación migratoria. La mayoría de los entrevistados y observados vinieron con el propósito de mejorar su situación económica. Por tanto sus actuaciones y actitudes se forman en función de estos fines. La vida cotidiana de muchos de los polacos se puede denominar como una “vida provisional” durantes el periodo en el que intentan cambiar su situación. Esta observación se refiere tanto a los que quieren quedarse en España como a las personas para las que la estancia en este país es solo una etapa en las estrategias que emplean. La intención de quedarse o no en España tiene relativamente poca influencia en la vida cotidiana de los inmigrantes. El periodo en el que se encuentran ahora es un periodo de poca estabilidad, gran movilidad y también gran sacrificio. No obstante, hay que añadir que los jóvenes inmigrantes presentan una postura diferente. Sus comportamientos en la vida cotidiana indican que su objetivo es más bien una normalización de su vida lo antes posible. Quieren llevar una vida “normal” sin grandes sacrificios. Es una postura que se ve reflejada en sus estrategias de consumo.

 

Notas

[1] El colectivo inmigrante polaco en España está constituido por dos grupos: “la vieja” y “la nueva” inmigración. Los  objetos de mi estudio serán solamente representantes de la llamada “nueva inmigración polaca”, es decir los inmigrantes económicos, que vienen a España desde los principios de los 90. No obstante, hay que añadir que en España reside cierto número de inmigrantes que vinieron a España entre los años 1947 - 1989. En el año 1987 en España vivían 422 personas de origen polaco (Malinowski-Rubio 1991: 85). Este grupo representa una serie de características muy diferentes a las representadas por el colectivo polaco que va viniendo a España desde principios de los noventa.  “La vieja inmigración”, según 3 representantes de este grupo con los que conversé, está constituida sobre todo por antiguos disidentes y refugiados políticos, que huyendo de la persecución comunista se establecieron en España. Se caracterizan por su alto nivel de estudios, ocupan posiciones relativamente altas en la estructura laboral y social española y, según mis interlocutores, muchos de ellos tiene la nacionalidad española y sus cónyuges son españoles. En mi opinión las diferencias sociales, culturales y en las trayectorias de vida entre ambos colectivos son tan profundas que no es conveniente tratarlos desde el punto de vista científico como un conjunto. Sin embargo, la vida cotidiana de la vieja inmigración es una cuestión por investigar.

[2] A la hora de determinar a quien entrevistar el único criterio era el de ser de origen polaco y residir en España más de un año (y menos de 12 es decir después del 1990). Otras variables tenían carácter casual. Los entrevistados presentaban varias características sociodemográficas. Se entrevistó a 11 mujeres y 8 varones. En el periodo en el que se realizaba el estudio, entre las mujeres 8 personas trabajaban en el servicio doméstico, 2 en el comercio y 1 como oficinista. Entre los varones 5 trabajaban en la construcción, 2 en el sector de la producción industrial y una persona trabajaba en el comercio. En el estudio se entrevistó a 6 personas entre 18-30 años y 5 entre 31-40 años. Además en las entrevistas participaron 5 personas entre 41-50 años y 3 entre 51-60. A lo largo de este trabajo en las citas de las entrevistas se presentarán símbolos que identificarán las características de los entrevistados. La letra significará el sexo, el primer número la edad y el segundo número el tiempo que reside en España. Por ejemplo (M45, 6) significa mujer de 45 años que en el momento de entrevista llevaba en España 6 años y (V21, 2), varón de 21 año que reside en España desde hace 2 años.

[3] En el análisis de las redes migratorias de los inmigrantes polacos en Bruselas Aleksandra Grzymala-Kazlowska advierte que el colectivo inmigrante polaco puede contar con los servicios alternativos de una multitud de pequeñas empresas que tienen las mismas características que las observadas en el “mercadillo polaco” en Madrid (2001: 278-281).

[4] Esta fiesta fue una de las fiestas implantadas por los gobiernos comunistas a principios de los 50 que se mantuvo en el calendario festivo de muchos polacos incluso después de la caída del telón de acero.

 

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© Copyright Mikolaj Stanek, 2003
© Copyright Scripta Nova, 2003

Ficha bibliográfica:
STANEK, M.
Los inmigrantes polacos en Madrid. Una etnografía de la vida cotidiana. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15 de mayo de 2003, vol. VII, núm. 141, . <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-141.htm> [ISSN: 1138-9788]


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