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Scripta Nova.
 Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] 
Nº 69 (33), 1 de agosto de 2000

INNOVACIÓN, DESARROLLO Y MEDIO LOCAL.
DIMENSIONES SOCIALES Y ESPACIALES DE LA INNOVACIÓN

Número extraordinario dedicado al II Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio)

LA CIRCULACIÓN DE LA NOTICIA EN EL ESPACIO DIGITAL

Elias Machado Gonçalves*
Profesor de la Universidade Federal da Bahia, Brasil
Doctorando en Periodismo  - Universidad Autónoma de Barcelona



La circulación de la noticia en el espacio digital (Resumen)

La revolución en las tecnologías de la información in los últimos 30 años ha creado un nuevo ambiente socioespacial, el medio técnico-científico-informacional. Como parte de la red técnica mundial, el periodismo es un instrumento de producción, circulación y acción. Este trabajo intenta debatir las funciones de las organizaciones periodísticas en la estructuración de los espacios de la globalización y la productividad espacial de los lugares en el mercado mundial de la noticia.

Palabras clave: Circulación/ noticia/ periodismo/ espacio digital/ globalización.


The circulation of news in space digital (Abstract)

The revolution in technologies of information in the last 30 years created a new environment, the media technical-scientific-informational. As part of world technique Net the journalism is an instrument of production, curculation and action. This paper intends to debate the functions of jornalistic organizations in the structuration glabalization’s spaces and the spatial productivity of places in the world marketplace of news.

Key words: Circulation/  news/ globalization/ journalism/ digital space


Sólo el espacio imaginario del no-lugar y del no-tiempo se nos
permite bucear en el universo humano de todo tiempo y lugar
Augusto Roa Bastos
 Los sistemas de distribución como activadores de espacios sociales

La revolución impulsada por el entramado de relaciones suscitadas por la tecnología digital ha creado un nuevo tipo de entorno social, el medio técnico-científico-informacional. Como las redes son al mismo tiempo centralizadoras y dispersoras se ha producido un enriquecimiento de la dimensión espacial. La red, como señala Milton Santos1, es global y local, una y múltipla, estable y dinámica y revela la superposición de varios sistemas lógicos cuyo ajuste es presidido por el mercado, por el poder publico y sobre todo por la propia estructura socioespacial.

El periodismo representa, al menos desde mediados del siglo pasado, con el aparecimiento de las agencias de noticia, un factor fundamental en el sistema mundial de producción de información y en consecuencia de la delimitación del tiempo y del espacio hegemónicos en la geografía del planeta. El sistema heredado de las agencias de noticia y perfeccionado por las cadenas de televisión por satélite es vertical y centralizado. En cambio, la arquitectura de las redes digitales aunque no supone el fin de la jerarquía, comporta una multiplicidad de emisores y una horizontalidad mucho más acentuada.

Como se trata de un instrumento clave de producción, circulación y de acción para la red técnica mundial, mucho antes de la consolidación del ciberespacio, el periodismo emprendió un profundo proceso de reestructuración para adaptarse a los incipientes espacios de la globalización. Desde comienzos de la década de los 70 en algunos estudios se preveía los posibles ajustes en el mercado de producción de las empresas periodísticas: "…El productor no se puede limitar a producir. La industria es un proceso de satisfacción de las necesidades del consumidor y no un programa de producción de bienes…Establecidas las necesidades del consumidor, la industria se desarrolla a la inversa, preocupándose primero de los medios de entregar materialmente los objetos que las satisfarán; seguidamente va más allá para crear los productos…"2.

El cometido del diario de gran tirada en los años 80 para contrarrestar a la competencia de los medios electrónicos se basaba en cubrir de modo sistemático el mercado y desarrollarse en función de las circunstancias espaciales3. Como forma de acercarse a los consumidores en todas las etapas del proceso productivo se hacía imprescindible descentralizar las estrategias de difusión del periódico, vinculándolas a la evolución de la demanda en cada punto específico del territorio. La descentralización permitiría aplicar una novedosa concepción de las redes de distribución, planificadas como un componente de la política general de previsión de la gestión empresarial.

En contraste al centralismo histórico que ha favorecido la expansión de los medios en torno de las capitales nacionales o provinciales, la evolución y la difusión del diario de gran tirada en los años 80 incorporó las diversificaciones del medio circundante. La revolución tecnológica que posibilitó la diversificación de los parques gráficos impulsó la vocación regional de los diarios nacionales a través de la descentralización de los contenidos. Mediante la impresión simultánea en puntos diferentes la empresa periodística a un solo tiempo reforzó las relaciones con su mercado originario (con aumento de la cobertura local) y sentó las bases para la continua expansión en todo el territorio nacional.

Como en las operaciones para descentralizar la producción de los periódicos la meta prioritaria era la ocupación espacial del mercado, el objetivo del sistema de distribución consistía en que el diario llegara a las manos de los lectores antes de la competencia. Para la empresa de prensa el diario de gran tirada se trata de un producto de consumo y cada ciudadano representa un comprador en potencial. El diario del mismo modo que los programas periodísticos de radio y televisión (en contraste con las publicaciones digitales) no es almacenable, y, como tal, condiciona la elección de los circuitos de distribución a la capacidad de facilitar una comodidad de adquisición o difusión máximas.

La constitución de los telediarios en red desde los comienzos de los años 60 en Estados Unidos anticipó la política de cobertura a lo largo y a lo ancho de todo el territorio de los diarios, con significativas consecuencias para el modelo de producción y distribución de la noticia. Con los telediarios en red nació el concepto de noticia nacional. En cierto modo cualquier ocurrencia puede ser transformada en noticia nacional a través de la asociación de un conjunto de casos alrededor de un mismo tema. Un productor del NBC News, por ejemplo, transformó la apertura del metro de Cleveland en una noticia nacional por asociarla a imágenes del curso de las obras en los metros de Chicago y San Francisco y presentarlas como un relato sobre los transportes en el país4.

En la radio la expansión del formato todo noticia desde la mitad de la década de los 80 reavivó la antigua modalidad de las cadenas nacionales, con emisoras asociadas distribuidas en todo el territorio. El dispositivo de las cadenas en cierta medida reduce las voces locales, una vez que durante una considerable parte del día transforma las emisoras afiliadas en simples transmisoras de una misma programación centralmente producida. Si bien que, como la estructuración del flujo discursivo de la radio tiene que pactar de alguna manera con la variedad espacial, de una parte, con objetivo de constituir una audiencia nacional para la programación periodística, la definición de las pautas toma el país como referencia, y de otra parte, cada afiliada dedica determinados programas para la difusión de noticias locales.

Es curioso como la difusión por satélite supuso un doble movimiento de centralización y descentralización en el periodismo. En los medios electrónicos ahorró los costes con los sistemas de transmisión por microondas y revitalizó las cadenas, mientras que, en las publicaciones en papel, la redistribución de los parques de impresión significó un aumento del control de la prensa regional por las empresas de corte nacional. La descentralización de la producción es una parte del proceso continuo de concentración del control y de la gestión de la distribución en las empresas periodísticas. En el fondo la concesión para los contenidos locales es un factor de una política de difusión de los medios nacionales.

Para las empresas periodísticas los sistemas de distribución son concebidos en función de las sucesivas mutaciones del territorio en el transcurso del tiempo. Como hemos visto el centralismo de la prensa, de la radio y de la televisión hizo parte de una estrategia política de consolidación del territorio nacional. La puesta en marcha de los telediarios nacionales en la televisión brasileña contó con el apoyo de los dictadores militares5. En muchos países como Estados Unidos, por ejemplo, la legislación impone una cuota mínima de noticias nacionales en los medios electrónicos6. La descentralización de parte de los contenidos de los medios, en el caso francés respondió a una necesidad nacional y europea de desarrollar la vida regional y de las provincias7.

Con la eclosión de las redes digitales por los cuatro cantos del mundo se acentúa la función ejercida por los sistemas de circulación de noticias como activadores de espacios sociales. La agencia Reuters, por ejemplo, tomó parte del desarrollo de la tecnología para crear el mercado electrónico mundial8. El sistema de pacto en línea dónde se puede hacer inversiones en tiempo real y que representa un 33% de los ingresos de la empresa difiere mucho de los servicios tradicionales de la agencia. En el ambiente que enlaza los especuladores de los cuatro cantos del planeta a un solo tiempo Reuters edifica el espacio dónde se hace posible establecer las transacciones y suple las noticias para orientar las aplicaciones en el casino planetario.

Mientras el sistema de transmisión de los medios electrónicos una vez construido disemina las noticias por todo el territorio, la red de circulación de los periódicos supone la organización de un conjunto de puntos de venta para alcanzar los lectores a cada nuevo día. Como el costo medio de distribución representa más de un tercio del precio de venta del ejemplar, la manutención de departamentos de distribución de publicaciones es muy dispendiosa y acaba por estimular la cooperación entre las empresas. Con la descentralización de la impresión se busca recortar gastos con transporte y reforzar la presencia institucional en las regiones.

La red de puntos de venta formada por las empresas periodísticas agrega un conjunto de partes en que cada nodo añadido se amolda a la matriz al mismo tiempo que le modifica. El artificio de imprimir contenidos locales, por ejemplo, es una operación que al señalar la voluntad del sistema de circulación de incorporar los miembros de la colectividad afecta la cadena productiva del periódico. Como el conjunto de las partes se asocia por medio de relaciones volátiles un juego sutil entre los involucrados en el transcurso del tiempo comanda las conexiones. A la larga el saldo entre adhesiones, oposiciones y frustraciones es lo que autoriza la continuidad o la muerte de los sistemas de circulación de noticias.

Como la estructura de los sistemas de circulación de noticias es fluida y condicionada por los sucesivos enlaces entre los miembros, la empresa periodística que representa la parte intemporal de la red, debe a través de campañas como las tarjetas de fidelidad de los suscriptores, para poner un ejemplo, solidificar el potencial de conexión de las personas. El sistema de circulación de noticias mantiene una relativa autonomía y es dotado de una regulación propia que transforma en orden funcional los ruidos provenientes del exterior. La estructura mutante de los sistemas de circulación supone una estrategia que incorpora un orden en el desorden por medio de una adaptación continua al medio circundante9.

En los sistemas de circulación de la noticia la ausencia de una estructura definida que podría engendrar un límite cabal a una actividad sistemática es la fuente de toda estructuración posible. Como ni el mercado ni la red son entidades con vida previa a las relaciones intercambiadas y la activación del circuito por la empresa periodística es siempre un paso en falso, hace falta impulsar mecanismos tipo la credibilidad de los medios o las cifras de audiencia para a un solo tiempo cristalizar el espacio e impedir que toda la construcción se desplome. Las bases estructurales de las redes son, como los jardines suspensos de Babilonia, edificadas en el aire.

Lo raro es que, como si fuera por un capricho de la naturaleza de las cosas, en la medida que el sistema de distribución de noticias de las empresas periodísticas se implanta en una comunidad pasa a detener el poder de fijar a lo largo del territorio el tiempo y el espacio hegemónicos. La hora del telediario, por ejemplo, encarna un ritual litúrgico. Como una especie de dispositivo que activa el espacio y el tiempo hegemónicos el sistema de circulación de noticia, en cierto modo, dicta el ritmo de las intervenciones de las personas en la esfera publica. La red de circulación de noticias, por lo tanto, es más que los puntos de venta, un simple camino o vía de acceso para distribución de datos o publicaciones puesto que actúa como un instrumento que autoriza los contactos entre los actores sociales ubicados en sitios remotos.

Lo que sorprende es ver como a menudo, en la definición de los medios como fuentes emisoras, el circuito de distribución de noticias (prensa, radio y televisión) gana la forma de canales por dónde se transporta una determinada mercancía a los quioscos o a las casas de las personas. Como se suele considerar los sistemas de circulación sólo por los elementos estáticos inherentes a su función instrumental se olvida de sus aspectos dinámicos, manifestados a través de las relaciones activadas y mantenidas en el área conformada alrededor de cada medio y del sistema de comunicación como un todo.

La aparente condición del mercado como un producto natural de la demanda oculta la condición inestable y volátil del pacto fiduciario de los medios con él publico que requiere una permanente reactivación por parte de las empresas periodísticas. Como la transmisión se presenta como la totalidad de la actuación de los medios, haciendo la paráfrasis de Alsina en lo que se refiere a la producción10, se podría decir que el espacio social constituido por las redes de circulación de la noticia es la cara oculta de la luna. Mal comparando, reducir el sistema de circulación a los puntos de venta es como intentar descifrar los secretos del cuerpo humano por las particularidades del esqueleto.

El reparto del poder social en los circuitos de distribución de las redes

Como la arquitectura de los medios refleja las relaciones de poder en una determinada sociedad, el modelo de constitución de los sistemas de circulación de noticias es variable y dependiendo del juego de las fuerzas involucradas, puede asumir conformaciones simétricas o asimétricas11. En contra de lo que se suele decir no es la tecnología que determina la estructura de los sistemas de circulación, sino que los tipos de gestión de los medios o de relación entre los periodistas y los usuarios lo que impone un cierto tipo de sistema de circulación de noticias en detrimento de otras alternativas. Es en los periodos de ascenso de una nueva tecnología que sale a la luz el carácter convencional y precario de las nociones elementales asentadas por el sistema antes hegemónico.

El periodismo en la forma de publicaciones destinadas a audiencias masivas, si bien que pudiera adoptar formatos más interactivos con los miembros del publico, supone la distribución linear de las noticias por medios centralizados para colectividades de oyentes o televidentes. Cómo la habilidad para controlar el flujo reposa totalmente en los periodistas el resultado es una asimetría en el reparto del poder social en los actuales sistemas de circulación de las noticias. La propia imparcialidad en el contenido de las publicaciones, uno de los componentes claves de la objetividad periodística, como acentúan Newhagen and Levy, se torna una cuestión para el periodismo por causa que la sociedad percibe la desigualdad de poderes entre los periodistas y las personas legas12.

Si bien que es cierto que la objetividad periodística cumple, por una parte, una función de deontología, poniendo los parámetros para balizar la producción de los medios, y, por otra, una función de ontología, una vez que establece los fundamentos para el periodismo como un método de interpretación del presente social, el actual modelo de producción centralizada de la noticia pone en relieve la objetividad como un ritual estratégico. El reto del periodismo en las redes, pues, consiste en reestructurar el sistema de producción para que la objetividad reasuma de pleno sus funciones originales. Con un ambiente que promocione la integración productiva de las personas la objetividad cesa de operar como una especie de escudo de los periodistas para constituirse en una instancia del continuo consenso entre los usuarios del sistema.

Los complejos sistemas de producción masiva de noticias han sido estructurados de una manera que requieren al mismo tiempo, por una parte, una gran especialización y diferenciación, y, por otra, que el proceso de circulación de la noticia fuera concebido como un sistema de distribución de datos previamente manufacturados. El reparto del poder social se manifiesta en el grado de control que cada instancia tiene sobre el material bruto. En la cadena productiva la diferenciación se da por una doble división de funciones. En el nivel interno entre los periodistas divididos entre reporteros, redactores o editores, mientras que en el nivel externo por la demarcación de las fronteras entre los productores y los consumidores de noticias.

Cómo el lector, el televidente, el oyente y, en muchos casos, el usuario de las redes, como veremos adelante, recibe sólo una diluida dosis de los datos concentrados en la forma de noticias publicadas, emitidas o puestas en línea, en la era de los medios masivos e incluso de cierto tipo de personalización, de un modo distinto que en los primeros tiempos de la imprenta, se ha ampliado la distancia social entre los productores y los consumidores de mensajes. Con el advenimiento de los medios masivos el control de calidad de la producción reforzó al encuadro del publico como una audiencia y asumió largamente la forma de especialización de los profesionales aparejada con un aumento de la complejidad del sistema periodístico como un todo.

Las agencias de noticias, para poner un ejemplo dado por la continua expansión de las redes de distribución, como vendedoras de noticias al por mayor, hicieron de los periódicos consumidores de noticias. En la lógica de las relaciones entre los integrantes de los sistemas mundiales de distribución de noticias lo que menos cuenta es el aumento de la participación de los usuarios en la producción de los contenidos. Acostumbradas a una relación asimétrica en el control del trafico de noticias para las agencias ha sido difícil tolerar los circuitos directos de trueque y su pleno desarrollo puede incluso significar la desaparición de algunas las redes regionales de intercambio13.

En gran parte es el predominio de modelos verticales de producción de la noticia donde el lenguaje de los medios se presenta como un sucesivo conjunto de mecanismos de control que induce a que se postule que los sistemas de circulación de noticias con múltiples emisores son incompatibles con la naturaleza del discurso electrónico. La interacción en sus diversos formatos contemporáneos y más aun en los soportes numéricos puede asimilar sin traumas un reparto del control discursivo entre los participantes porque es discutible que el cierre es una de las características de la escritura incorporadas por la tecnología electrónica para superar las limitaciones del discurso oral14.

Si es cierto que la escritura potencia la apertura del discurso como lo demuestra la escritura simultanea en las pantallas de los ordenadores15, solo es posible decir que el discurso de la radio supone la participación de una voz entre millares de oyentes mudos a quienes se dirige el enunciado, cuando se asume el control unilateral como un dado fundacional del lenguaje del medio. En cambio, si se admite que la reversión discursiva presente en los programas populares o en las tertulias enriquece el discurso periodístico, no se puede aceptar que la interacción efectiva que la electrónica proporciona y que podrá permitir aun más en el futuro se completa con potenciar el oyente como sujeto de la recepción del enunciado y no exactamente de la enunciación16.

La dirección del flujo de los datos en las redes de circulación de noticias depende del continuo ajuste de las relaciones de poder entre los periodistas, las empresas, los actores políticos o sociales y los ciudadanos que va dibujando un paisaje a la vez que ubica las funciones a cada uno de los participantes. El modelo de entrega de titulares por correo electrónico, por poner un ejemplo, que posibilita el envío de mensajes a diferentes partes y por diferentes rutas pone al desnudo que la concentración de datos es compatible con la arquitectura de las redes digitales. La producción dispersa de mensajes característica de la correspondencia personal es sólo una de las aplicaciones en un horizonte de usos múltiples de la herramienta. Por consiguiente, la adaptación de los cánones o patrones producidos en conformidad con los medios masivos puede ser real y posible en un lugar donde, en principio, cualquier participante podría igualmente venir a ser tanto un productor como un consumidor de mensajes.

De modo que clasificar un sistema a priori de sus relaciones concretas como hábil para tornar sus miembros verdaderos pares o reivindicar un formato discursivo de modo metafísico tal vez sea la mejor manera de impedir la edificación de códigos sociales capaces de evitar la ampliación de las desigualdades de poder en el periodismo. En las publicaciones periodísticas la dispersión del reportaje de los datos, con la recolecta tomando lugar en cualquier punto de la red, y lo que es más importante, la pérdida parcial por los editores del control de la agenda se vincula más al reparto del poder que a una imposición de la tecnología. Hace falta rehuir a la trampa tendida por el determinismo tecnológico que conduce al equívoco de suponer que la compresión de datos no es una técnica adecuada para reducir la complejidad in una arquitectura paralela y distribuida17.

En el periodismo digital la interpretación y la clasificación de los datos como el control de la cantidad y del contenido de las noticias sobre la red puede pasar a ser una preocupación tanto de los periodistas como de los usuarios en vez de una función abrazada exclusivamente por los profesionales y las empresas periodísticas. La forma más eficiente para gestionar las relaciones entre empresas, periodistas y usuarios parece implicar un reparto del poder que redunde en un modelo que tenga la compresión de los datos por los profesionales como una etapa de un proceso interactivo con los miembros de la red, incluyendo, como veremos en el próximo capítulo, una colaboración permanente con los documentalistas.

En los actuales servicios de noticias personalizadas de medios digitales raras veces los mecanismos empleados son adecuados para promocionar el reemplazo de los modelos tradicionales por un sistema de circulación compatible con un periodismo descentralizado. El envío de titulares personalizados por correo electrónico, con noticias actualizadas y seleccionadas de acuerdo con las preferencias de los usuarios, toma como patrón las redes de televisión dónde un centro emisor distribuye los datos para varios puntos y por lo visto ni siquiera intuye que a lo mejor para los propósitos de una relación simétrica sea poco conveniente el acceso a un gran numero de reportajes sin ni al menos necesitar navegar por entre las páginas de noticias.

En cualquiera de los frentes de actuación de los grupos periodísticos, de los envíos de titulares por correo electrónico a los programas especiales de entrega de contenido, lo más notable como queda reflejado en el nombre de la tecnología utilizada – push, es su preocupación en empujar noticias personalizadas a los usuarios en vez de estimularlos a recogerlas en la red o asumir alguna función en su proceso productivo. De ahí que la difusión de las tecnologías de entrega de contenidos venga aparejada con algunas polémicas entre los usuarios y los profesionales del área de medios interactivos.

Para los entusiastas se va a revolucionar la manera con que se da la interacción a través de la personalización y por la reducción del tiempo gasto para obtener los datos, mientras que para los críticos el modelo activa un sistema centralizado de distribución de uno para muchos que había sido superado por la lógica descentralizada de la red. Pese lo incierto de las predicciones es posible que a largo plazo una tecnología que empuja noticias tenga más interés porque representa una determinada filosofía de circulación de la noticia que por su aportación al desarrollo de redes simétricas.

Lo que pone en entredicho el futuro de los servicios de entrega de noticias por correo electrónico es que solo se puede recibir una reserva previamente empaquetada por los medios, mientras que un sistema que aproveche la virtualidad espacial rehuiría a lo predeterminado por estimular un proceso creativo descentralizado. En la operación de envío de titulares la mayor parte de las tareas cabe a un programa de ordenador que organiza los datos dentro de un universo finito de posibilidades. En cambio, la incorporación de una lógica simétrica al proceso presupone que se conciba la producción de la noticia como una sucesión indeterminada de acciones cooperativas entre los usuarios del sistema que actualizan el espacio y los eventos18.

Luego si se considera que las tecnologías de empujar las noticias para los usuarios son una especie de extensión del viejo modelo de comunicación centralizado suena temeraria la actitud de definirlas como una herramienta a más entre las tantas otras a disposición de las personas19. La cuestión ni siquiera es especular si en el futuro el mecanismo puede cambiar los hábitos de navegación de las personas, sino que calcular los riesgos que supone para la cultura de las redes jugar todas sus fichas en un servicio de entrega de contenidos. Lo que se puede deducir de la experiencia del envío de titulares por correo electrónico es que la red por si solo no significa una superación inmediata del modelo de producción vertical en el periodismo.

Como espacios abiertos a variadas formas de relaciones las redes de circulación de la noticia pueden tanto transformarse en un campo de pruebas para novedosos modelos periodísticos como hacer de las publicaciones del futuro un reflejo de los medios anteriores. El reparto asimétrico del poder entre las empresas, los periodistas y los demás ciudadanos hizo que hasta hoy la dispersión de la noticia en el tejido social estuviera sometida a una arquitectura central y jerárquica. Si la necesidad de multiplicar las relaciones horizontales es, pues, más que una metáfora parece inevitable que en las redes articuladas alrededor de las publicaciones periodísticas del futuro un sistema de circulación descentralizado reemplace a los actuales servicios de distribución de noticias.

La productividad del espacio para las publicaciones digitales

El universo del periodismo en las redes, como una esfera de la sociedad humana en proceso, a través del escrutinio de las particularidades del espacio y sus usos; del tiempo y sus usos; de la materialidad y sus diversas formas; de las acciones y sus diversas facetas es un lugar dónde se puede tornar el tiempo empírico y asimilarlo al espacio. Como realidades históricas mutuamente convertibles, tiempo, espacio y mundo son en cada periodo unificadas por la tecnología lo que por una parte posibilita hacer empírico el tiempo y, por otra, permite una calificación de la materialidad sobre la cual trabaja una determinada formación social20.

De ahí que en cada época el tiempo del proceso directo del trabajo, de la circulación, el tiempo de la división territorial del trabajo y el tiempo de la cooperación sea medido en función del conjunto de técnicas autorizadas a permanecer activas en un espacio de trabajo dado. En las redes conformadas por las empresas periodísticas el espacio se modula por la tecnología que comanda la tipología y la funcionalidad de los sistemas de circulación de noticias. Mientras la producción de la noticia supone siempre un lugar especifico, la circulación supone una extensión espacial. Como el proceso productivo directo es adecuado al lugar y la circulación a la extensión, las dos instancias del trabajo periodístico en el espacio son, pues, unificadas por medio de las tecnologías de uso del tiempo.

La productividad del espacio para el periodismo se manifiesta de modo claro cuando en la segunda mitad del siglo pasado el cable hizo de la noticia una mercancía y el mercado mundial de la noticia asumió la forma de un cartel, con una estructura ologopólica e jerárquica controlada por Reuters, Havas y Wolf en el topo en asociación con un creciente numero de agencias nacionales de noticias. Cada miembro del triunvirato tenía el derecho para distribuir sus servicios de noticias, incorporando los despachos del cartel a sus territorios, determinados por acuerdos periódicos y formales. Con algunas excepciones unos miembros del triunvirato eran prohibidos de vender sus noticias a clientes en los territorios de los otros, a pesar de que ellos podrían buscar sus noticias de modo independientes en todos los sitios.

El triunvirato de Reuters, Havas e Wolf suplía a las agencias nacionales de noticias en contrapartida de un servicio de noticias nacionales y del pagamento de una suscripción de las noticias del cartel en su territorio. La mundialización del mercado de la noticia supuso, pues, un sistema de mutua compensación entre los detentores del control de los mercados domésticos y de los externos. Como la noticia tornase rápidamente de dominio común para que pudiera sobrevivir el oligopolio de las agencias tuvo que ser hábil para limitar el uso de las noticias a los periódicos suscriptores de sus servicios. Con la progresiva erosión del cartel la propiedad cooperativa se perfiló como una de las formas de asegurar la reserva de los mercados y proteger a los contenidos de la difusión pública21.

La evolución tecnológica que marca las etapas del proceso de trabajo y las relaciones sociales señala al mismo tiempo las particularidades de los sistemas de circulación de la noticia. Es en consideración a las funciones del espacio y de los procesos como las redes son activadas en el tiempo que un sistema periodístico se distingue de los otros. Como a lo largo del tiempo un sistema de circulación actúa en consonancia a un sistema de técnicas la aparición de los satélites digitales supuso para las agencias de noticias nuevas formas de acciones.

En un mercado abierto a la competencia mundial la agencia, por una parte, pierde la exclusividad de la venta al por mayor de las noticias externas a cada país que pasa a disputar con las cadenas mundiales de televisión o los sistemas regionales de intercambio y, por otra, entra en los mercados internos y externos al por menor. El patrón espacial emergente es mucho más complejo y productivo porque la metamorfosis funcional de las agencias obedece a unas relaciones pactadas en el escenario de las redes digitales que contempla una escala jerárquica distinta de los lugares.

Como un producto provisorio de la tela de relaciones que preña de contenido social a unas formas espaciales en principio virtuales el sistema de circulación de noticias actualiza de modo sucesivo la contradicción entre un presente invasor y ubicuo que nunca se realiza completamente y unas reminiscencias del pasado objetivadas en las formas sociales y en las formas geográficas encontradas22. Cuando el sistema de circulación de noticias actúa sobre el espacio, no lo hace a través de un medio aislado, sino que como un conjunto de medios, dónde las formas y los contenidos de unos son determinados por las articulaciones con los demás. La definición de las funciones de las empresas periodísticas y la constitución del espacio son así acciones continuas y simultaneas.

Las redes integrantes de los circuitos por donde pasa la noticia son partes del espacio mundial articulado por la división internacional del trabajo. En la división territorial del trabajo la totalidad de la mercancía noticia aparece distribuida social y geográficamente entre diferentes tipos de medios. Gracias a las sucesivas intervenciones de las organizaciones periodísticas y de los actores políticos y sociales sólo un pequeño porcentual de los recursos disponibles enriquece todo día a las constelaciones de datos del sistema mundial. Como el espacio total reúne todas las formas locales y fuera de los lugares las empresas periodísticas son abstracciones el valor real de cada una y de las noticias de las áreas particulares depende de su cualificación geográfica y de las conexiones que cada cual engendra por ubicarse en lugar dado.

En los sistemas de circulación de noticias, como las acciones específicas captadas por las organizaciones periodísticas se localizan en los lugares, conviven entrelazadas entre sí de forma virtual incontables redes. Muchas veces una protesta vinculada a los vectores mundiales de la economía como, por ejemplo, la tomada de Quito por los campesinos que ocupa las páginas de las publicaciones ecuatorianas es probable que ni siquiera aparezca en los diarios de los países vecinos. Es que las situaciones traducidas en noticias en las secciones particulares o en los espacios mundiales del circuito son como una ínfima muestra de las infinitas posibilidades puestas a vagar en el espacio por la circulación sincrónica de los eventos en los medios.

Con la convergencia de los momentos se puede conocer instantáneamente eventos lejanos y percibirlos de modo sincrónico. El gran salto del periodismo de nuestro tiempo con relación al siglo pasado es que, a pesar de cada evento encarnar un tiempo específico en una determinada parte de la tierra, se les puede reunir por una lógica común mediante la exposición contigua en el espacio de las redes de circulación de noticias. La diversidad de las distancias, que fuera un obstáculo insuperable para las empresas periodísticas hasta que se pusiera en órbita un conjunto de satélites que autorizara a los medios reflejar la simultaneidad de los eventos, desaparece en las redes.

Mientras que en los sistemas de distribución de noticias de los medios masivos las noticias simultáneas de las ocurrencias alejadas son idénticas para los miembros de una misma audiencia, la arquitectura dispersa de las redes digitales multiplica las sucesiones espaciales virtuales en conformidad con las expectativas individuales de las personas de los distintos lugares. La naturaleza abierta de la navegación en las redes digitales multiplica de forma exponencial la circulación unificada como noticias de los eventos remotos porque el tiempo del conocer y el conjunto de las acciones sincrónicas son al menos en parte variantes dependientes de las elecciones de los usuarios.

Con la expansión de los sistemas de circulación de noticias se consuma el vínculo entre las noticias de las secciones particulares de la red, posibilitando que se sepa inmediatamente en cada parte lo que pasa en cualquier otro punto. La forma instantánea con que la noticia circula en el espacio digital ajusta a escala del mundo la relación reticular entre los lugares y los acontecimientos por medio de la edición como elementos contiguos de las acciones antes concebidas como desconectadas. En todos los lugares cada noticia que aparece en las distintas publicaciones comprende eventos que son manifestaciones específicas de un mismo sistema mundial de relaciones.

De modo que el progreso de la tecnología favorece el aumento en cada lugar del numero y de la frecuencia de los eventos. El espacio conjunto se torna más espeso porque la opulencia noticiosa de una zona depende más de las operaciones selectivas que sufra cada lugar que de una suma de sus acciones aisladas, aunque las condiciones preexistentes y su estructura sean las coordinadas que orientan la productividad en los sistemas de circulación de noticias. En las redes de circulación de noticias es el espacio puesto en movimiento como una serie de conexiones tangenciales que dispone como son estructuradas las noticias en el transcurso del tiempo.

Como las redes son fluidas las combinaciones espaciales entre los lugares son portadoras de una multiplicidad de tiempos sociales. Si bien que en la lógica de los sistemas de circulación de noticias cada lugar es objeto de continua adecuación para atender a las exigencias del sistema como un todo, la relativa autonomía de los lugares se revela en las singulares rupturas temporales operadas por las realidades locales. La repentina desaparición del conflicto de los Balcanes del noticiario, por ejemplo, señala que ni siempre el tiempo de los lugares se conforma a las demandas del tiempo hegemónico y que una serie de intereses conjugados determina la continuidad o la suspensión de las noticias en las diversas instancias de las redes.

En los sistemas mundiales de circulación de la noticia la especialización temática de las áreas espaciales estimula una necesidad creciente de intercambios. Como las noticias de cada parte asumen cada vez más valores de uso, la circulación representa una función determinante en las mutaciones sufridas por la producción y por el espacio. La profundización de las especializaciones productivas tiende a acentuar la velocidad de la circulación de la noticia y la volatilidad de las redes. Las posibilidades técnicas y la organización de las empresas en forma de redes permiten la transferencia a distancia de las noticias y hacen que las especializaciones productivas sean solidarias en nivel mundial.

Como las ventajas productivas comparativas de los espacios son distintas cada combinación asume una lógica propia e involucra a empresas periodísticas y personas específicas. Los lugares se distinguen por su capacidad de ofrecer rentabilidad noticiosa para los medios en virtud de las particularidades y de los acontecimientos de cada zona. La heterogeneidad noticiosa entre los lugares induce a una división social del trabajo más profunda y a relaciones más intensas en los sistemas mundiales de circulación de noticias, que asumen formas diversas en la medida que las organizaciones y las personas inciden sobre determinadas disposiciones espaciales.

Tomándose en cuenta los volúmenes de noticias que producen o mueven los medios periodísticos se dividen en los que activan flujos y los producen noticias. Las asociaciones entre las empresas y los usuarios de los sistemas de circulación de noticias son dadas según diferentes escalas de poder y se les debe diferenciar por su poderío para injertar una expectativa de fluidez entre los miembros de las redes. Como la circulación preside la producción es la capacidad para mover a los flujos de noticias que señala la posición de cada participante, del medio o de la red de publicaciones en la economía de la noticia en las distintas secciones de los circuitos mundiales.
 

BIBLIOGRAFÍA

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PARROCHIA, D. Philosophie des Réseaux. París: PUF, 1993.

RANTANEN, T. The struggle for control of domestic news markets. In BOYD-BARRET, O. and RANTANEN, T. The Globalization of News. 1988.

SANTOS, M. A natureza do espaço. Técnica e tempo. Razão e emoção. São Paulo: HUCITEC, 1996.
 

Notas

* Periodista. Profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidade Federal de Bahia-Brasil. Actualmente concluye el doctorado en el Departamento de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona como becario de la Fundação CAPES con una tesis sobre el periodismo en las redes digitales.
1.SANTOS, Milton. 1988. A natureza do espaço. Técnica e tempo. Razão e emoção. HUCITEC, 3ª ed. pp. 221-222.
2.MORGAINE, Daniel. 1971. Dix ans pour survivre (Un quotidien gran public en 1980). París, Hachette,  pp. 67-68.
3. Ibden. pp. 69-70.
4. Véase EPSTEIN, Edward Jay. 1974. News of Nowhere. New York. Random House. pp. 58.
5. Véase MATTOS, Sergio. 1982. The impact of the 1964. The revolution on brazilian televisión. San Antonio, Texas, Klingesmith Independent Publisher.
6. Véase EPSTEIN, Edward Jay. 1974. op. cit. pp. 62-63.
7. Véase MORGAINE, Daniel. 1971.op.cit. pp. 70.
8. Veáse Palmer Michael et all. 1988. Global financial news. In BOYD-BARRET, Oliver and RANTANEN, Terhi. The Globalization of news. op.cit. pp. 3
9. Véase PARROCHIA, Daniel. 1993. Philosophie des réseaux. París. PUF, pp. 74-75.
10. Véase ALSINA, Miquel Rodrigo. 1993. La producción de la noticia. Barcelona, Paidós. pp. 37.
11. Véase NEWHAGEN, John and LEVY, Mark R. 1988. The furure of journalism in a distributed Communication Architecture. In BORDEN, Diane and HARVEY, Kerric. (eds.). The electronic grapavine. Rumor, reputation, and reportagin in the news on-line Environment. New Jersey, Londonm Lawrence Erlbaum Associates Publishers. pp. 09.
12. Ibden. pp. 09.
13. Véase HJAVARD, Stig. The news exchange. In BOYD-BARRET, Oliver and RANTANEN, Terhi. 1988. op. cit. pp. 222.
14. Véase MEDITSCH, Eduardo. 1999. A rádio na era da Informação. Coimbra, Minerva. op.cit. 211-212.
15. Véase LÉVY, Pierre. 1995. Qu´est´ce que le virtuel?. Paris, La Découverte. pp. 37.
16. Véase MEDITSCH, Eduardo. 1999. op.cit. 212-213.
17. Véase NEWHAGEN, John and LEVY, Mark R. 1988. op.cit. pp. 16.
18. Véase LEVY, Pierre. 1995. op.cit. pp. 38.
19. Véase MANTA, Andre. 1998. Noticias personalizadas. In Guia de Jornalismo digital. (http://www.facom.ufba.br/cyber/pesq)
20. Véase SANTOS, Milton. 1988. op.cit. pp. 44-45.
21. RANTANEN, Terhi. The struggle for control of domestic news markets. In BOYD-BARRET, Oliver and RANTANEN, Terhi. 1988. op. cit. pp. 36.
22. SANTOS, Milton. 1988. op.cit. pp. 88.
 

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