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Espere, por favor...

Ánima sola (IX)

Robustiana Armiño de Cuesta

El Correo de la Moda
Linguaxe
Español
Xénero
Novela por entregas
28
Páxinas
219-221
Data
1853

Resumo

Azucena lee la carta de Antonio. En ella, éste le dice que ha sabido que alguien la pretende. Alegando que a él le quedan aún cinco años para poder volver, le pide que no desaproveche ni su belleza ni su juventud y que no lo espere. Azucena se siente abandonada, sola, sin familia y sin amor, por lo que en ese momento no ve más alternativa que lanzarse al río Tormes para acabar con su desdicha. Cuando está a punto de hacerlo, oye las campanas de una iglesia cercana, que parecen llamarla. Se acerca al templo, pero está lleno de gente. Avergonzada, se esconde de la multitud y se desmaya. Al acabar la misa, el prior la encuentra en el suelo. La ayuda y la reconforta, escuchando su historia. Azucena le pide al párroco que la acompañe al palacete de D. Félix para devolverle el oro. 

Violencia de/contra as mulleres

Violencia cultural (suicidio como única salida, religión como salvación)

Esta carta hizo a Azucena el efecto del rayo; enmudeció, empezó á temblar, y aglomerándose en su imaginación todas las desgracias de aquel día, la soledad en que se hallaba, y el porvenir desastroso que se estendia á sus ojos, se levantó repentinamente y corrió hacia el Tormes, esclamando con desesperacion: 

- Familia! amor! honor! oh! no!...

Pero en el momento en que dominada por el dolor iba á lanzarse al rio para poner fin á tanto sufrimiento, el sonido melancólico y suave de la campana de Santo Domingo, que sonó á lo lejos, llegó á sus oídos como un llamamiento al cielo.

Azucena se detuvo, y una sacudida nerviosa conmovió todo su ser. La vista de la profunda corriente a la que iba a lanzarse la horrorizó, y aflijida, asustada y llorando el llanto amargo del desconsuelo, volvió á la ciudad y entró en el convento de Santo Domingo, persuadida que habia sido llamada allí por la voz de Dios. (219)

Fórmulas de captatio benevolentiae que conllevan auto-humillación

- ¡Ah! señor, balbuceó la pobre muchacha recordando todos los acontecimientos de aquel dia…soy una infeliz huérfana, abandonada. En nombre de Dios compadecedme, oidme algunos minutos y os bendeciré después como á mi padre. Azucena empezó á llorar amargamente. (221)

Localización orixinal

Biblioteca Nacional de España, Sede de Alcalá

Data

10 Feb 2024

Espazo(s)

Salamanca, río Tormes (suicidio)

Personaxes

Azucena (ánima sola), prior (religioso)

Autoría

Antonio Terrón Barroso