En una sociedad vertiginosamente cambiante y con importantes desigualdades sociales, los sistemas educativos y los profesores están expuestos a fuertes tensiones. En este contexto, la resiliencia de los profesores cobra una importancia cada vez mayor, de forma que puede ya considerarse como una competencia esencial para los maestros del futuro. Se entiende por resiliencia la adaptación funcional a situaciones adversas, a menudo con crecimiento profesional y personal. Formar maestros resilientes es, por lo tanto, un reto y una prioridad de primer orden para la formación del profesorado.