El objeto de esta obra es la Unión de autores dramáticos catalanes. En el preámbulo es lo que motiva el objeto de estudio: la falta de información sobre el tema, que se centra en las tres páginas que se dedican a Francesc Curet en la historia general del teatro catalán; la reiteración de esta información en los otros eruditos, sin consultar ni remitir las fuentes; la valoración negativa de la actuación de la Unión, instalada como la verdad indiscutida, que se trata de un fracaso (un fracaso comercial, político y social); la idea generalizada de que es mejor pasar página o porque no tienes interés, o porque es mejor callarse para no terminar hablando mal de nadie.
En el presente trabajo después de un capítulo introductorio se describe la gestación y la Constitución de la Unión de autores y el teatro dramático dos temporadas que la Unión opera como sociedad mixta, primero en el teatro Eldorado que pasa a ser dicho teatro en Cataluña, y luego en el teatro español, situado en paralelo. A mediados de la primera temporada uno de los capítulos se detendrá en la polémica a través de la prensa entre uno de los hombres fuertes de la Unión, Wells y Farmer, que en este caso actúa como portavoz, y un crítico de la l’esquella de la Torratxa, Jori romano. Además, al salir del teatro Eldorado Plaza Catalunya y la profusión de artículos hay un equilibrio. Al final de la segunda temporada, se señalarán las secuelas o los flecos que permiten comprender los acontecimientos que seguirán. La exposición cierra con un capítulo de conclusiones que no son más que una batería de preguntas que el análisis de la obra ha planteado.
Como se hace difícil contar la historia en rodajas — como diría Coromines —, antes de entrar en el campo, se introduce el tema resaltando los aspectos más importantes que permiten entender la situación del teatro catalán a comienzos de la segunda década del siglo XX. El marco jurídico coercitivo que tiene en cuenta los espectáculos como manifestación del entretenimiento social limita los rendimientos de los teatros que se realinean hacia la caridad. La arbitrariedad, la falta de protección del estado, que rige la privatización deben definir suficientemente bien el funcionamiento del teatro catalán. Pero los movimientos regionalistas catalanes, la formación del renacimiento cultural y literario, el, y, por lo tanto, la búsqueda de la tradición que tiene un nuevo desafío a la sociedad que industrializan forma un teatro que necesita mirar hacia atrás y hacia adelante y que ha sido adaptarse con mucha velocidad a los cambios. Esto explica que los estilos de vida, géneros, conceptos, teorías y prácticas teatrales incluso opuestas. Sin embargo, hay momentos en que la melodía con el público. Podemos hablar, bueno, de un teatro popular catalán, que depende de los empleadores, y sobre todo de una realidad lingüística que se vuelve demasiado rápidamente debido a factores de diferentes presiones migratorias, la represión del estado (signo, lejos de la tributación, tan literario, Filología y estandarización del lenguaje)…