El objetivo central de este trabajo es investigar la relación entre arte y poder en el mundo de los negocios durante la segunda mitad del siglo XIX en Cataluña, a través del estudio del caso del banquero don Evaristo Arnús; indagando en los mecanismos que operaron en el accionar de sus actividades empresariales y su faceta de mecenas y como esta última, se convirtió en una herramienta más al servicio de los intereses del empresario.
De Evaristo Arnús la información que se maneja es bastante reducida. En términos generales sabemos que fue uno de los empresarios catalanes más destacados de la segunda mitad del siglo XIX: corredor de bolsa, banquero, senador, benefactor de numerosas instituciones y ejemplo destacado dentro del mecenazgo cultural de la burguesía catalana.
La historiografía que se ha ocupado de Evaristo Arnús es escasa,aunque las líneas generales de su trayectoria de vida se pueden conocer gracias a las numerosas necrologías que la prensa barcelonesa le dedicó cuando falleció en 1890 (nosotros las hemos recogido en el Apéndice I).El trabajo que aquí presentamos suma dos tipos distintos de trabajo intelectual. Por un lado, la localización, manejo y estudio de la bibliografía que tiene que ver con el tema de nuestra investigación, es decir la figura de Evaristo Arnús y su entorno empresarial y social. Por otro, la profundización en algunos aspectos de su vida, por lo general poco tratados hasta ahora, con documentación archivística inédita.
En concreto las principales aportaciones en la investigación sobre la figura de este banquero que contiene el presente trabajo radican en cuatro áreas:
La reconstrucción de la participación de Arnús en los negocios inmobiliarios del Ensanche barcelonés:
Esta área la hemos trabajado utilizando fuentes inéditas, mediante una exhaustiva investigación en el Archivo de la Propiedad de Barcelona número 1. La información obtenida la hemos contrastado y ampliado con los documentos localizados en el Archivo de Protocolos Notariales de Barcelona, obteniendo así mayor información.A partir de nuestra investigación podemos afirmar que Evaristo Arnús participó de dos de las operaciones de especulación inmobiliaria más importantes que se desarrollaron en España durante la segunda mitad del siglo XIX: Los Ensanches de Barcelona y de Madrid.
En el primer caso, se sabía que Arnús había adquirido algunos terrenos en el Eixample barcelonés, pero no se había indagado en el método y condiciones en las que fueron adquiridos y comercializados. Ahora podemos asegurar que desde sus inicios (1864) este negocio se realizó en el marco de una especulación inmobiliaria “clásica” (comprar barato, esperar el mejor momento y vender caro) desde la plataforma comercial que le otorgaba su pertenencia a la Sociedad de Crédito Mercantil, de la cual Arnús fue uno de sus fundadores y uno de sus principales accionistas.
La Sociedad de Crédito Mercantil (SCM) compró y vendió los terrenos del principal parque de la ciudad de Barcelona –los jardines de los Campos Elíseos– que se situaban saliendo de la ciudad al costado derecho del Passeig de Gràcia, en una superficie que abarcaba 60 hectáreas.
Con este negocio Arnús y sus socios obtuvieron un 182% de beneficios por sobre la inversión inicial. A estos beneficios, debemos agregar que mediante esta operación, Arnús adquirió también el terreno en donde construiría su vivienda familiar (1864), al que luego anexaría los terrenos correspondientes al corazón de los antiguos Campos Elíseos (1876), los cuales contenían un edificio-teatro que posteriormente Arnús remodelaría convirtiéndolo en el Teatro Lírico (1881). A esto debemos agregar que la adquisición del núcleo central de los Campos Elíseos por parte de Arnús se llevó a cabo en una operación financiera que abiertamente manipulaba el valor de los mismos, consiguiendo pagar por ellos, prácticamente el mismo precio que se había cancelado doce años antes, cuando la fiebre especulativa inmobiliaria del Ensanche de Barcelona se había desatado de manera vertiginosa.
Para situar mejor la adquisición del teatro y parte de los jardines de la mencionada propiedad por Arnús, hemos reconstruido la serie de ventas de solares efectuadas por la SCM a diversos particulares; esto nos ha permitido ubicar la red de importantes propietarios que se hicieron con los terrenos, pudiendo elaborar con esta información el Apéndice II de nuestro trabajo.
El Teatro Lírico de Arnús, se constituyó en una importante garantía comercial y en un destacado centro de eventos para las familias de la élite barcelonesa, en donde se desarrollaron numerosas fiestas y una intensa actividad social que permitieron a Arnús realizar todo tipo de contactos y negocios.En el segundo caso, por primera vez podemos aseverar que Evaristo Arnús también participó del negocio inmobiliario en el Ensanche madrileño con el objetivo de beneficiarse del negocio especulativo de la capital española. Esta transacción se llevó a cabo a fines de la década de 1880 en una operación cuya contraparte fue Claudio López, segundo marqués de Comillas. La propiedad no aparece en el inventario post mortem de los bienes de Arnús, por lo que podemos confirmar que el negocio de la reventa de la propiedad se ejecutó expeditivamente.
La actuación política de Evaristo Arnús:
De la actuación política de Evaristo Arnús no se había dicho nada hasta el momento, salvo en los trabajos de Àngels Solà que lo mencionaban como senador y un político cercano a Práxedes Sagasta, gracias a lo que decía alguna necrológica. Nosotros hemos indagado en la acción política directa de Evaristo Arnús y gracias a la documentación encontrada en los Diarios de las Sesiones de Cortes, hemos podido establecer claramente la forma en que llegó a convertirse en senador, cuales fueron sus tareas en el senado y qué intereses defendió dentro de él.
Se puede asegurar que Arnús participó mínimamente en el trabajo del senado, ya que durante su periodo como senador, 1883-1890, Arnús intervino sólo en tres oportunidades en el hemiciclo. El común denominador a todas su intervenciones estuvo en que las tres veces que participó activamente de la discusión parlamentaria, lo hizo para defender asuntos que concernían directamente a las empresas de las que participaba: una consistió en su defensa de los derechos de la empresa de ferrocarriles Norte en junio de 1883, otra en su intervención para desacreditar los rumores que ligaban a la Compañía Trasatlántica con irregularidades sanitarias y contrabando en julio de 1883 y la última en una argumentación a favor de que se renovase el contrato del Estado con la Trasatlántica para el servicio de correos a las Antillas en mayo de 1887. Por lo anterior podemos afirmar que las intervenciones parlamentarias del senador Evaristo Arnús que hemos podido documentar, demuestran claramente que Arnús estaba en aquella institución para representar a la red de relaciones que había posibilitado su nombramiento, es decir la red Comillas.
Según también consta en los registros del Senado, Arnús participó en la comisión de carreteras tres veces: en la de la carretera de Sort a Berga, la de carretera de Balaguer a Tremp y la de carretera de Parlabá.El vínculo Evaristo Arnús-Víctor Balaguer:
Otro de los aspectos que no se había estudiado nunca por la historiografía fue la relación que mantuvieron Arnús y el importantísimo político catalán Víctor Balaguer. Gracias a que en la Biblioteca-Museo de Vilanova i La Geltrú se nos ha permitido tener acceso al archivo epistolar de Víctor Balaguer, hemos podido comenzar a reconstruir la profunda relación que ambos sostuvieron y la forma en que esos vínculos se encuentran insertos dentro de la red de relaciones del Grupo Comillas.
Concretamente hemos procedido a la localización y estudio de la correspondencia inédita y sin catalogar entre Arnús y Balaguer en algunos años, examinando más de 6.000 cartas correspondientes a los años 1882, elegido porque en su transcurso el partido liberal de Barcelona hizo un homenaje a Balaguer en el edificio del Teatro Lírico propiedad de Arnús; 1888 año en que se celebró la Exposición Universal de Barcelona, evento que ocupó la atención de todas las personalidades de la ciudad y que Balaguer promovía como Ministro de Ultramar y 1890 por corresponder a los últimos meses de vida de Arnús.
Allí hemos podido ubicar doce cartas que le dirige Arnús a Balaguer en las que se puede entrever la posición distanciada y paternalista desde la cual Evaristo Arnús emite sus opiniones políticas y se vislumbran claramente los motores de acción que mueven su actuación, ligada constantemente a los intereses del empresariado catalán.
Al mismo tiempo hemos podido establecer que Arnús cumplió primero un rol de intermediario en los lazos informales entre la dirección del Grupo Comillas y Balaguer (como queda demostrado con la serie de correspondencia encontrada correspondiente a mayo de 1882) pero que a partir de 1886 la relación de éste último con el grupo se institucionalizó y pasó a formar parte integral del mismo. Pero por sobre de esto, debemos destacar que la amistad entre Evaristo Arnús y Víctor Balaguer prevaleció y alcanzó un nivel de profundidad muy importante y se mantuvo hasta la muerte de Evaristo Arnús en diciembre de 1890.
Las actuaciones como mecenas de Evaristo Arnús.Durante el transcurso de nuestra investigación, hemos ahondado en las actividades que Arnús desarrolló dentro del área artística y particularmente en el mecenazgo, situándolo dentro del dinámico marco social burgués en el que se desarrolló y estableciendo cuales fueron las reales contribuciones de Evaristo Arnús al mundo del arte. Las necrológicas nos indican que el mecenazgo que Arnús desarrolló se encontraba especialmente centrado en el ámbito musical, destacándose particularmente su propiedad del Teatro Lírico en el que se dice pagó actuaciones en las que perdió dinero.Podemos afirmar que el mecenazgo de Arnús contenía fuertes elementos pragmáticos, que apuntaban a los más evidentes beneficios económicos directos, hasta llegar a alcanzar algunos algo más sutiles. En este sentido cabe señalar que la propiedad del Teatro Lírico –ubicado en los mejores terrenos del Ensanche barcelonés– además de ser claramente garantía de la solvencia de Arnús, aportó a Evaristo numerosos beneficios simbólicos quizá hasta más poderosos que la garantía comercial; su nombramiento como Caballero de la Gran Cruz de Italia en agradecimiento por haber prestado repetidas veces el edificio a la comunidad italiana de Barcelona y que hemos podido demostrar con la información encontrada en el Ateneo Obrero de Badalona, vale de ejemplo de esto último.
Como hemos señalado, este tipo de actuaciones, fueron fundamentales en la configuración de la imagen de prohombre que poseía Evaristo Arnús y que se menciona reiteradamente en las necrológicas que hemos recopilado, destacándolo como protector de las artes. A esto debemos añadir que la imagen del buen burgués era un bien de primera necesidad dentro del dinámico mundo financiero catalán de la segunda mitad del siglo XIX, y en el caso particular de Arnús desempeñaba un rol muy importante en la generación y consecución de confianza.
Utilizando los conceptos que ocupa Francesco Poli para referirse al tema, se puede asegurar que el mecenazgo de Arnús pertenece a un orden mixto, dado que en sus motivaciones se encuentran intereses económicos y culturales, los cuales se potencian y se equilibran armónicamente.
A partir de las necrológicas y crónicas del entierro de Evaristo Arnús que hemos coleccionado, básicamente en la prensa barcelonesa, podemos constatar hasta que punto tuvieron repercusión estos eventos. Así hemos constatado que en total fueron recogidos por lo menos en diez publicaciones periódicas barcelonesas, entre diarios y semanarios, y en una madrileña, de distintas tendencias políticas, que han sido recogidas en el Apéndice I. La prensa ha sido consultada también con el objetivo de conocer los por menores de algunas de las actividades de Don Evaristo como la celebración de funciones y actos en el Teatro Lírico bajo su patrocinio –notas que cubren desde 1875 a 1890– o bien la construcción del Liceo.Mediante la profundización tanto en las actividades y lazos económicos y políticos de Arnús como en sus vinculaciones al mundo del arte y el mecenazgo, hemos podido generar –a nuestro entender y de este modo– una imagen más integral y apartada de tópicos, que permite dimensionar de una manera más objetiva la figura de Evaristo Arnús.