Manuel Romero-Fiol Prats realizó una investigación sobre la arquitectura institucional del Segundo Reich Alemán. Esta investigación permite hacernos una idea de la composición del Estado promovido por Otto von Bismarck y cuestionar la supuesta unidad y cohesión conseguida durante el Segundo Reich.
El Fin del Sacro Imperio Romano Germánico y la Creación de la Confederación del Rin
El Sacro Imperio Romano Germánico (o más propiamente el “Sacrum Imperium Germanicae Nationis” o “Heiliges Römisches Reich Deutscher Nation”) hacia 1787 se componía de 294 Estados oficialmente representados en la Dieta de Ratisbona: 80 Estados Eclesiásticos, 163 Estados Laicos y 51 Ciudades Libres (aparte de casi un millar de principados menores). A partir de 1794, los ejércitos revolucionarios franceses irían tomando posesión de la “orilla izquierda del Rin” y por la Paz de Luneville se reconocería la incorporación de la misma a Francia, a cambio de indemnizaciones a los príncipes hereditarios desposeídos. Por la “resolución judicial principal” de la Dieta de Ratisbona de 25.2.1803 desaparecieron 112 Estados Miembros del Imperio: 3 Electorados, 20 Episcopados, 44 Abadías del Imperio y 45 Ciudades Libres. Prusia, Baviera, Baden y Württemberg recibirían importantes compensaciones territoriales y aumentos de población. El hasta entonces Emperador Francisco II (Habsburgo) renunciaría a su dignidad de Emperador Electivo Alemán, para convertirse en Emperador hereditario de Austria, como Francisco I.
En la Dieta de Ratisbona, el 12.7.1806 se firmó la creación de la Confederación del Rin (Rheinbund) por la que se confederaban – bajo el protectorado de Francia – 39 Estados Miembros: 4 Reinos (el de Sajonia y los nuevos de Baviera, Württemberg y Westfalia), 19 Principados, 5 Grandes Ducados y 11 Ducados (quedaban excluídos Austria, Prusia y Hannover). La derrota de Napoleón en Leipzig, el 18.10.1813, precipitaría el fin de la Confederación del Rin.
La Confederación Germánica: En el Congreso de Viena, Metternich patrocinaría la creación de la Confederación Germánica (Deutscher Bund) cuya finalidad era “el mantenimiento de la seguridad exterior e interior de Alemania y la independencia de los Estados Confederados”. Su único órgano federal era la Dieta, con sede en Frankfurt.
Desde el punto de vista territorial, Prusia fue el Estado más beneficiado (con la adquisición de la nueva provincia de Rheinland, separada físicamente de la propia Prusia). La Confederación Germánica se componía de 39 Estados (incluido el Imperio de Austria).
La Formación del Zollverein: (Unión Aduanera)
Su formación, propiamente dicha, estuvo precedida por una cadena de intentos de la misma naturaleza y finalidad, entre 1830 y 1833, promovidos básicamente por Prusia – aunque también se registraron iniciativas de otros Estados – que fueron involucrando progresivamente a la mayoría de los Estados de la Confederación Germánica. El 1.1.1834 el Zollverein se encontraba ya en vigor en 20 Estados Alemanes y, a partir de 1854, había logrado integrar a casi todo el territorio que en 1871 iba a constituir el Imperio Alemán (con la excepción de los dos Grandes Ducados de Mecklenburg y las Ciudades Libres de Hamburg y Bremen).
El Zollverein representaba una unión aduanera completa. Las únicas barreras aduaneras subsistentes eran aquellas entre los Estados Miembros y el Mundo Exterior (incluído el Imperio Habsburgo). El período de formación y consolidación del Zollverein – 1834 a 1854 – coincidiría con el “despegue” de la economía alemana, caracterizado por un proceso de modernización e intensificación de la agricultura y por el desarrollo de la industrialización (ferrocarriles e industria pesada). La creación del Zollverein sería una de las bases más sólidas para el proceso hacia la unidad de Alemania.
El Fin de la Confederación Germánica
Tras la guerra austro-prusiana de 1864 contra Dinamarca, con el corolario del condominio de Schleswig-Holstein, surgirían graves discrepancias entre Prusia y Austria, que llevarían inevitablemente a un enfrentamiento bélico. Baviera, Hannover, Sajonia, Württemberg, Nassau, Frankfurt y Hesse-Meiningen se alinearían con Austria y casi la totalidad de la Alemania del Norte secundaría a Prusia. La batalla de Königgrätz puso punto final a la Confederación Germánica. En la Paz concluida en Viena el 23.8.1866, Prusia fue reconocida como vencedora y se anexionó Hannover, Schleswig-Holstein, Kur-Hesse, Hesse-Nassau, Hesse-Meiningen y Frankfurt. En los Tratados de Paz con sus anteriores oponentes, Prusia extremó su generosidad con los Estados vencidos, renunciando a compensaciones territoriales e imponiendo simplemente reparaciones económicas y la concertación de alianzas militares defensivas. Bismarck procedería en 1867 a la preparación y creación de una nueva Confederación Alemana del Norte, compuesta de 22 Estados (y de la que permanecerían al margen, Baviera, Baden, Württemberg y otros). En cuanto a Austria, quedó excluida para siempre del espacio alemán.
La Confederación Alemana del Norte
Todos sus integrantes estuvieron de acuerdo en que un futuro Parlamento (Reichstag) – elegido a través de un sufragio masculino universal – redactara una Constitución Federal y en que las fuerzas armadas conjuntas estuvieran bajo el mando supremo del Rey de Prusia. El proyecto de Constitución se basaba en el principio de que la soberanía tenía que residir dentro del Estado Federal y que la autonomía de los Estados Miembros tenía que ser preservada. Para ello, dichos Estados Miembros estarían representados en un Bundesrat (Consejo Federal). El poder ejecutivo residiría en la Presidencia Federal asignada a la línea hereditaria de la corona de Prusia. Sin embargo, el Rey de Prusia no sería un monarca federal, sino que como Presidente del Bundesrat era simplemente un “primus inter pares”. Como tal Presidente, era quien designaba al Canciller Federal que no era responsable ante el Reichstag, sino que se limitaría a rendir cuentas periódicamente ante el mismo. El 16.4.1867 el Reichstag Constituyente aprobó la Constitución, que entraría en vigor el 1.7.1867. La Alemania del Norte era ahora una unidad poderosa, consolidada políticamente y viable económicamente, y con fuertes lazos con los Estados Alemanes del Sur a través de las alianzas militares defensivas de Prusia con todos ellos.
La Guerra Franco-Prusiana y la Unidad de Alemania
El incidente de la candidatura Hohenzollern para el trono de España, con el telón de fondo de las exigencias de Francia, llevarían en 1870 a la guerra entre Prusia y sus aliados y el Imperio de Napoleón III. Y cuando Francia declaró la guerra a Prusia el 19.7.1870 el sentimiento nacional alemán se galvanizaría instantáneamente, dejando de lado el particularismo de la Alemania del Sur. La derrota de Francia a manos del ejército alemán, coordinado y dirigido por Prusia, infundió nuevo ímpetu a la urgencia de la unidad nacional, una tarea que no podía conseguirse simplemente “desde arriba” sino que dependía también del “soporte de abajo”. El 15.11.1870 se firmaron los primeros Tratados entre la Confederación Alemana del Norte y los Estados Alemanes del Sur. Para vencer las reticencias fundamentalmente de Baviera, pero también de los otros Estados, se tuvo que acceder al reconocimiento expreso a su favor de “derechos especiales”. El 24.11.1870 el Reichstag de la Confederación Alemana del Norte empezó la discusión de dichos Tratados, que serían aprobados en pocos días. El nuevo Estado sería denominado provisionalmente, la Federación Alemana, bajo un Presidente Federal, pero todos los participantes eran conscientes del objetivo común de restablecer el Reich, bajo un Kaiser. La corona había sido formalmente ofrecida por los príncipes a Guillermo I de Prusia. La fecha de su proclamación fue señalada para el 18.1.1871, día de la antigua coronación prusiana. Guillermo I quería ser designado como Emperador de Alemania (resaltando el carácter territorial del título), mientras que Bismarck – cuyo criterio prevalecería – entendía más político el título gentilicio de Emperador Alemán (Deutscher Kaiser), por estar más en concordancia con la estructura federal del Reich y resultar más atrayente para el sentimiento nacional alemán. La primera tarea del Emperador sería nombrar al órgano ejecutivo supremo del Reich, esto es al Canciller Federal, nombramiento que recayó en Bismarck.
El 23.1.1871 se reunió el Bundesrat, ahora incrementado hasta un total de 58 escaños (17 a favor de Prusia). Serían convocadas elecciones para el Reichstag para el 3.3.1871. En dichas elecciones los partidos que habían apoyado, sin reservas, la fundación del Reich Alemán reunirían una mayoría de 192 escaños (Liberales Nacionales y Conservadores).