“El caso Serra i Moret” fue como se conoció en el ambiente político el asunto protagonizado por el político socialista catalán y vicepresidente segundo del Parlamento de Cataluña, Manuel Serra i Moret (1884-1963), al asumir (defendiendo la legalidad establecida en el Estatuto de Cataluña) la presidencia interina del Parlamento de Cataluña en 1950, a la muerte de Rovira i Virgili, y, cuatro años más tarde, la presidencia interina de la Generalidad de Cataluña, a raíz la dimisión de Josep Irla.