Josep Bielsa Guiu analiza el proceso de integración de los inmigrantes extracomunitarios en las poblaciones tarraconenses de Vandellós y l’Hospitalet de l’Infant con el doble objetivo de conocer cómo y de qué manera se realiza el proceso de integración y, por otro lado, mejorar las pautas de inserción social de estas minorías.
Cuando planteé la realización de la presente investigación sobre la integración de las segundas generaciones y una aproximación a la situación de la inmigración de origen extracomunitario en el municipio de Vandellós y l’Hospitalet de l’Infant, establecí unas líneas de investigación enmarcadas en el concepto de «comunidad», desarrollado desde la concepción de neoetnicidad que expuso Oliver Roy del mismo. Posteriormente, analizaremos el tratamiento que hace Roy del concepto comunitario, y como lo relaciona con la umma islámica (comunidad de creyentes). Creo, también, que su interpretación es extrapolable a otros grupos que mantienen unos vínculos comunitarios no sólo articulados a partir del hecho religioso. Desde este punto, se desarrolla la investigación de los procesos de asentamiento de población de origen extracomunitario en Cataluña, y en consecuencia, en los municipios de Vandellós i l’Hospitalet de l’Infant.
No sólo quiero referirme a los flujos migratorios actuales motivados por los cambios socioeconómicos que se han dado a nivel global, que, sin duda, agravan las diferencias existentes entre el Sur y / o Periferia (países pobres), y el Norte y / o Centro (países ricos), sino que también quisiera hacer una especial mención a la nueva etapa de asentamiento de las diferentes comunidades que configuran el arco de la diversidad de la inmigración de origen extracomunitario. Creo que ya ha sido superada una primera fase de provisionalidad de llegada de población foránea, y ha llegado el momento que aparezca públicamente un nuevo sector de la ciudadanía catalana, los hijos e hijas de aquellos que han llegado al Principado por motivos básicamente económicos desde países de ámbito extracomunitario. Los jóvenes se encuentran en una etapa de la vida en la que la definición de la identidad es clave para el establecimiento de modelos de integración que configuren el nuestra sociedad como punto de encuentro de diferentes culturas, y que éstas se redefinir por crear una nueva, aprovechando los canales tradicionalmente integradores de la sociedad catalana (ius solis). Por lo tanto, el respeto hacia la multiculturalidad de la sociedad catalana debe ser el objetivo de las políticas dirigidas a fomentar la cohesión social. Sin embargo, la multiculturalidad deberá dejar paso, progresivamente, a la interacción de los diferentes rasgos culturales no sólo de los colectivos, sino de los individuos, que mediante la participación deberían poder modelar los espacios de intervención públicos y privados.