Leonardo Dolores es un reconocido gestor del sector editorial peruano. Dentro de su carrera profesional ha participado en proyectos de emprendimiento de diversas editoriales y asociaciones culturales, que lo han llevado a tener un prestigio y posicionamiento en el sector, a tal punto que actualmente ejerce como Coordinador de la producción y circulación del libro en el Ministerio de Cultura de Perú.

En esta entrevista, realizada en el marco de la asignatura Prospectiva de Proyectos Culturales del Máster en Gestión Cultural de la Universidad de Barcelona por la alumna Diana Maceda, podemos detallar distintos puntos de vista del sector cultural peruano, específicamente el editorial, también encontraremos distintas reflexiones del trabajo en el sector público y privado de la cultura peruana. Y finalmente, tendremos una mirada global de la situación de la industria editorial peruana, las políticas del libro y la lectura y sus reflexiones sobre la problemática del mismo.

¿Cómo decidiste emprender en el sector cultural y, especialmente, en la industria editorial?

Fue de casualidad. Conocí a un grupo de gente en talleres de escritura, y en un momento uno de ellos quiso publicar un libro, buscó una editorial, pero no la encontró. Entonces, dijimos ‘publiquémoslo nosotros mismos’. La editorial se funda muy rápido, o sea armar una empresa y todos los trámites que conlleva hacer, yo los había hecho antes, porque hace algunos años había creado una empresa de computadoras, tenía la experiencia de cómo vender algo en la formalidad peruana, por eso se hizo muy rápido; desde que se tomó la decisión, en un par de semanas ya estaba creada la empresa. Aunque, solo pensé en la parte formal, tener la editorial y publicar ese libro, que este autor iba a financiar con la ayuda de cada uno de nosotros seis, que éramos los socios que conformamos la empresa. Participé en el trabajo de edición del libro, pero no tenía la idea de edición, de posicionar el libro, nada de eso, solo quería que el libro saliera bien.

A partir de tu experiencia, ¿cuáles serían los principales problemas del sector editorial en Perú? ¿Has pensado en posibles soluciones?

La distribución es un punto importante, no existen los suficientes canales de distribución, las tres cadenas que existen son insuficientes. La distribución en Perú es mala en general para cualquier producto, por eso Amazon no viene. Piensa en ciudades como Chiclayo, que durante un fenómeno del niño son totalmente inaccesibles, entonces con esto bloqueas cualquier tipo de comercio, así sea de televisores o libros. Tampoco hay suficientes librerías por habitante, existe un déficit. Los libros que se publican no pueden conseguir al menos exhibirse, que es el paso previo a que alguien las adquiera.

La solución, a largo plazo, es crear bibliotecas. La distribución comercial se va a dar cuando sea atractivo comercialmente poner una librería cualquier provincia. Lograr eso es difícil, yo creo que el mismo Estado si pudiese ofrecer los fondos para financiarlo, podría apoyar en el inicio de la conformación de la empresa, pero no sé si lograría que sea sostenible.

Están los malles, que tienen librerías, y las contamos porque venden libros, pero igual es posible que el libro de una editorial independiente no se exhiba, venden libros de autores peruanos pero editados por transnacionales, y no del 80% de las otras editoriales que existen en Perú. Para mí el tema pasa por crear bibliotecas y formar lectores, y a partir de los lectores, la sociedad civil, exigir que haya librerías. Por ejemplo, San Borja, es un distrito en el que está la Biblioteca Nacional, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación, el Gran Teatro Nacional y todavía no ocurre el momento en que alguien diga ‘voy a arriesgar tanto dinero para poner una librería ahí’.

¿Qué es lo que has aprendido en tu labor como gestor cultural en el Ministerio de Cultura?

Ahora dudo de que en lo político nazcan grandes cosas, creo que es la sociedad civil la del poder, cuando eres parte de la sociedad civil piensas que es el estado es quien podría resolver las cosas y cuando estas en el Estado piensas ¿por qué sociedad civil no se queja?, porque tú estás en una posición en la que no puedes rebatir decisiones políticas verticales por una cuestión de puestos, es propio de cualquier estructura laboral, no eres el único que decide, pero si sociedad civil se involucrara más, se podrían lograr mejores cosas.

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