«En realidad, yo no me defino como gestora cultural»
Lucía Egaña es formalmente artista, pedagoga, escritora y Doctora en Comunicación Audiovisual.
Con todo eso, su trayectoria se define más allá de estas categorías.
A través de su participación en proyectos muy diversos ha desarrollado un activismo versátil, negándose a poner límites entre la creación artística y la gestión cultural -o la organización cultural, como prefiere llamarlo. Desde la coordinación del festival de postpornografia Muestra Marrana (2008-2017), a dirigir el Programa de Estudios Independientes del MACBA, pasando por Hangar o La Escocesa, ha participado en infinidad de proyectos con el objetivo de hacer del activismo su empleo, aunque no siempre sea remunerado.
En todo su recorrido, tanto profesional como activista -en caso de que hubiera alguna diferencia-,
Lucía Egaña se ha convertido en un referente feminista en los círculos afines, especialmente con
la publicación de su último libro.
Es esta inquietud la que me hace acercarme a Lucía, para conocer más de cerca qué piensa acerca
de los diversos ejes políticos que a mí me mueven y que son los que fundamentan mi voluntad de
ejercer la gestión cultural. Una gestión cultural que debe ejercerse como posibilitadora de
cambios y no como parte administrativa de una cultura industrializada. Y es que en Lucía también me proyecto, saltando de proyecto autogestionado en proyecto autogestionado, fuera de las
lógicas de la inmovilidad.
Puedes consultar la entrevista completa aquí. Realizada por Estel·la Muñiz, estudiante del Màster oficial en gestió cultural.