El 13 de enero de este 2024 se celebró la reactivación de la Asamblea antipatriarcal de Palma, después de casi cinco años de parada, necesaria, desde su punto de vista, para una reflexión hacia los movimientos feministas en la isla de Mallorca. La celebración fue al Ateneo Popular Sano Fonera, un espacio autogestionado en el corazón de la ciudad de Palma. La Asamblea, afirman, nace de la necesidad urgente de autoorganizarnos contra las agresiones de un sistema sustentado en los pilares del patriarcado.
La Asamblea antipatriarcal de Palma ha diseñado el ciclo de charlas feministas, a que denomina «Llamaradas. Espacio de encuentro y de transformación», que se desarrollará entre febrero y junio de este año. El ciclo, que, por encima de todo, se conforma como un espacio de encuentro inclusivo, contempla, de forma transversal, cuestiones relativas al antifascismo y los feminismos. El programa del ciclo «Llamaradas», de momento, trata el antifeminismo en los centros educativos; el feminismo como herramienta para construir el antifascismo cotidiano; la grassofòbia; el antifeminismo y fascismo al entorno digital; y la violencia sexual.
A pesar de estar más centrada en estos temas en este año 2024, la Asamblea antipatriarcal (tanto la de Palma como la de Manacor, otro municipio mallorquín) no olvida la dimensión de las curas, y uno de sus pilares ha sido hacer visible la importancia de las tareas de curas y la desigualdad de género en la responsabilidad social hacia estas. Han señalado la doble jornada y la brecha que existe en la conciliación laboral.
Pasado el 8 de marzo, tal vez conviene recordar aquello de que si las mujeres paramos, el mundo se para.