Will Kymlicka


"Empecemos con los derechos de representación de grupo. En términos generales, las reivindicaciones de derechos de representación de los grupos desfavorecidos son reivindicaciones en favor de la inclusión. Los grupos que se sienten excluidos quieren que se les incluya en el grueso de la sociedad, y el reconocimiento y la acomodación de su «diferencia» tiene como objetivo facilitar este proceso. De hecho, se puede considerar que estos derechos de representación son la extensión de unas prácticas ampliamente aceptadas y arraigadas en el seno de las democracias liberales. Siempre se ha sabido que una democracia mayoritaria puede ignorar sistemáticamente la voz de las minorías.

En los casos en los que las minorías están concentradas en regiones, los sistemas democráticos han respondido trazando las fronteras de las unidades federales, o de las circunscripciones electorales de cada una de ellas, con la intención de crear centros de poder en los que la minoría esté en mayoría. Los defensores de la representación especial no hacen más que extender esta lógica a los grupos no territoriales que también la pueden necesitar (como, por ejemplo, las minorías étnicas, las mujeres y los discapacitados). La conocida práctica de delimitar las circunscripciones electorales para asegurar la representación de las «comunidades de intereses» no supone ninguna amenaza a la unidad nacional, sino que, por el contrario, se cree que fomenta la participación cívica y la legitimidad política. En ese caso, ¿por qué garantizar la representación de las comunidades de intereses no territoriales debería suponer una amenaza a la unidad y no una muestra del deseo de integración de dichas comunidades? Ciertamente, esta propuesta se enfrenta a enormes obstáculos prácticos. Sin embargo, el impulso básico que inspira los derechos de representación es la integración no la separación."

  • Kymlicka, Will: Ciudadanía Multicultural. Una teoría liberal de los derechos de las minorías. Paidós, Barcelona 1996. P. 242-243.