Estados nacionales
La mayoría de Estados que constituyen
la comunidad internacional son Estados nacionales. El hecho de darles este nombre
no significa, necesariamente, que estén formados por poblaciones nacionales (étnicas
o religiosas) homogéneas. Significa que un único grupo dominante organiza la vida
en común, de manera que refleja su propia historia y cultura. Ello determina el
carácter de la educación pública, los símbolos y ceremonial de la vida pública,
el calendario estatal, las fiestas y las vacaciones. El Estado nacional no es
neutral, su aparato político es la maquinaria para su reproducción nacional. La
tolerancia, en el Estado nacional, no se centra en los grupos, sino en los individuos
que participan en ellos. Generalmente, se insiste en que las minorías nacionales
deben aprender y utilizar el lenguaje mayoritario en todo tipo de actividades
públicas.
Los Estados nacionales,
hasta los nacionales liberales, disponen de menor espacio para la diferencia que
los imperios multinacionales o las confederaciones. Pero se produce aquí un doble
efecto, ya que los miembros de las minorías también son ciudadanos, o sea, portadores
de derechos y obligaciones. Con ello, aunque el Estado nacional sea menos tolerante
con los grupos, puede ser que fuerce a los grupos a ser más tolerantes con los
individuos.