Limitaciones al individuo rawlsiano: el
subjetivismo moral
El eje central de la crítica de Sandel
a Rawls se refiere a su concepción de persona y al subjetivismo moral que, según
Sandel, se derivaría de él. Rawls considera que las personas
tienen las capacidades de la justicia y del bien. La justicia sería pactada entre
todos los individuos que compondrían la sociedad y, por tanto, igual para todos
ellos. Sin embargo, todos los individuos podrían escoger entre múltiples opciones
lo que sería bueno para su vida privada. Es esta reducción de la moral personal
a una elección entre un amplio abanico lo que suscita el máximo desacuerdo de
Sandel respecto a Rawls.
Si las
personas pudiesen elegir sus objetivos, sus creencias, sus finalidades, ello significaría
que éstos son atributos aleatorios, es decir, lo que nosotros somos quedaría reducido
a una elección arbitraria, sería similar a la expresión de una preferencia personal.
Este tipo de relación entre el sujeto y sus atributos es lo que Sandel define
como subjetivismo moral.
Para
Sandel, como para todos los comunitaristas, las personas están vinculadas íntimamente
con su comunidad. Ello quiere decir que las personas se forman en comunidad, y
que muchos de los valores que tienen los individuos nacen de esta relación formativa.
Estos valores, para Sandel, son inherentes a la identidad de los individuos. Consecuentemente,
para Sandel toda teoría que no tenga en cuenta este vínculo, como la de Rawls,
está equivocada.