Crítica a la concepción rawlsiana de persona


La crítica central que Sandel hace de Rawls se refiere a su concepción de individuo y a la relación que las personas mantienen entre ellas. Podemos diferenciar tres aspectos de esta crítica:

  1. El concepto rawlsiano de persona implica que las metas, objetivos y fines son siempre cosas a las cuales decidimos vincularnos y lo hacemos a través de la voluntad. Para Sandel, esta concepción voluntarista no es la única posible en el momento de definir nuestra relación con los propios fines.

  2. Rawls propugna una idea de persona previamente individualizada. Los objetivos, fines y creencias del individuo rawlsiano no son inherentes a su identidad como sujeto. Rawls separa sustancialmente "lo que yo soy" y "lo que yo valoro". Sandel considera que esta relación que Rawls establece entre lo que una persona es y los atributos que tiene, es una separación incorrecta porque no incluye toda la variedad de relaciones que una persona establece con sus fines y sus objetivos.

  3. Para Sandel, la versión rawlsiana de sujeto le obliga a entender de manera muy pobre la comunidad política. Para Rawls, la comunidad política no es constitutiva de la identidad de las personas, esta visión no da cabida a todos aquellos que creen que todo vínculo con la comunidad no es solamente un atributo, sino que puede entenderse como un aspecto fundamental para su bienestar y para su identidad.