Concepto de la mujer en Marruecos.

En el Islam la religión hace hincapié en la imposición colectiva de la moral pública, es decir, la religión pretende organizar las prácticas de la vida social y los pequeños detalles de la vida de familia. Esto significa que la importancia del gobierno viene dada por el papel que se espera de éste como guardián del código moral.

"En la cultura islámica existe el concepto de la mujer como sexualmente activa que puede hacer perder al hombre su autocontrol. Esto sumado al hecho de que la cultura árabe pone más énfasis en la moral externa que en la interna, provoca que, en vez de esperar el autocontrol del hombre, se busque la solución ocultando el cuerpo de la mujer. La sexualidad, en el Islam, no se la condena como pecaminosa, en contra de lo que diríamos sucede en el Cristianismo. El acto sexual, realizado legalmente" - dentro del matrimonio -"se considera una obra agradable a Dios y garantía del orden divino (...) Por tanto, no hace falta que se los justifique con la necesidad de la procreación" ( HELLER, Erdmuter y MOSBAHI, Hassouna: Tras los velos del Islam. Erotismo y sexualidad en la cultura árabe. Editorial Herder, Barcelona, 1995.)

En Marruecos hay un modelo de sociedad en que las mujeres son consideradas siempre menores de edad, es decir, la mujer ha de estar siempre vinculada al hombre para formar parte de la sociedad. La vinculación de la mujer al hombre se puede observar desde, en teoría, tres situaciones: soltera (en un futuro estará vinculada a un hombre), casada (está vinculada a un hombre) y divorciada o viuda (estuvo vinculada a un hombre).

A pesar de que sólo se concibe a la mujer inserta en la familia como esposa, en la actualidad se está produciendo un cambio de mentalidad: la mujer trabaja, gana dinero, se escolariza,... Por esta razón las asociaciones femeninas pidieron en 1992, y siguen pidiendo, un cambio de la legislación referente a la mujer. La respuesta que reciben por parte de algunas instituciones e intelectuales es que no es necesario efectuar un cambio oficial ya que la sociedad sigue un camino distinto al establecido por el código. Aunque es cierto que parte de la población, en especial la de las ciudades, no sigue el código, éste sigue existiendo y, por lo tanto, ejerce presión sobre la sociedad favoreciendo a los hombres y perjudicando a las mujeres.