Represión punitiva contra las mujeres.
La represión franquista fue igualmente dura con la mujer: ser madre, mujer o hija de antifranquista suponía el arresto precedido de distintas humillaciones. Si no se encontraba a los parientes masculinos, se empezaba con el resto de la familia. Se practicaba la "caza a la roja", consideraban los franquistas "rojas" a las comunistas, anarquistas, socialistas, republicanas y aquellas mujeres que tuvieran cualquier grado de parentesco con alguno de los defensores del Frente Popular. Para las militantes las penas partían de los 20 ó 30 años a la pena de muerte. Antes de ser enviadas a la cárcel iban a las comisarías de policía o a la Dirección General de Seguridad, donde sufrían torturas. Según el Libro Blanco de las cárceles franquistas de A.Suárez y el Colectivo 36, entre 1939 y 1940 había 30.000 detenidas en toda la España franquista. En la cárcel de mujeres de Las Ventas, en Madrid, había a finales de 1939 unas 10.000 (la mayor concentración de presas), siendo de una capacidad real muy inferior, de 1/10 parte aproximadamente, lo que nos puede dar una idea de las condiciones de vida de las reclusas. Prisiones para mujeres había por todo el territorio nacional: Girona, Tarragona, Segovia, Mallorca, Barcelona,...