Terapia génica somática y germinal.
"Históricamente, de acuerdo con Friedman, un pionero en este campo, en dos décadas aproximadamente los conceptos y tecnología de la ingeniería genética aplicados a la terapia han pasado desde prácticamente ciencia-ficción a su inicio de utilización clínica. En forma esquemática, la terapia génica consiste en la compensación de un gen anormal por uno normal que se encargue de las funciones del gen defectuoso". [Santiago Grisolía, "Genoma humano: algunas expectativas en el siglo XXI", en Bioética 2000, p. 217.]
Santiago Grisolía cree que, en general, se suele estar de acuerdo en que la terapia génica de células somáticas no presenta problemas de tipo ético, aunque sigue siendo, a los diez años de su primera aplicación, una técnica experimental.
Más conflictiva es la posibilidad de aplicar la terapia génica en células germinales. Para Javier Gafo Fernández, "realizar hoy una terapia génica en las células germinales de humanos, con la finalidad de que los embriones no estén afectados por anomalías genéticas, equivale a una ruleta rusa de consecuencias imprevisibles para el nuevo ser. En la circunstancia actual y privando la expresión de su contenido quizá grandilocuente, se puede seguir hablando de la inviolabilidad del genoma humano o de la exigencia de que cada nuevo ser humano reciba una dotación genética que no haya sido manipulada. La situación se modificará cuando se avance mucho más en la terapia somática y la finalización del Proyecto Genoma aporte mayor conocimiento de la genética humana". [J.G.F., "Ética y manipulación genética", en Bioética 2000, p. 236.]