Ceremonias y rituales: importancia del sexo, la autoridad y el parentesco en el sistema simbólico de los gitanos.
En la comunidad gitana la alianza matrimonial supone la unión entre dos grupos de parentesco, independientes en la organización política y económica. Los hijos pasarán a formar parte del linaje del padre. La mujer seguirá conservando la pertenencia al linaje paterno. Señala Elisenda Ardevol: "Alrededor del matrimonio se crea la cooperación necesaria para el funcionamiento de la unidad doméstica y se estructuran las relaciones con los parientes más cercanos de ambos cónyuges, configurándose un marco de convivencia y organización económica de la vida cotidiana."
El periodo de noviazgo es corto. Se aconseja que el cónyuge sea pariente. Después de este periodo se realiza el "pedimiento de la novia", que es realizada por los padres del novio, presentándose en casa de los padres de la novia. Se les pide a los jóvenes su confirmación. Si éstos están conformes, la ceremonia se celebra poco tiempo después.
La ceremonia gira entorno a la virginidad de la novia. Ya hemos dicho que ésta es considerada la mayor virtud de la "moza" gitana, y se realiza un ritual para comprobarla, realizada por una "ajuntaora", experta en estas lides, bajo la atenta mirada de todas las mujeres de ambos grupos de parentesco. En la boda gitana participan todos los componentes más importantes de la estructura social de la comunidad gitana. El papel de los ancianos, del padre en particular, es esencial en el ritual previo de la "pidía".
Posiblemente el ritual más impactante del colectivo gitano sea el ritual funerario. Este comienza con la congregación en casa del fallecido a todas las gentes de su linaje y las del linaje del cónyuge. Es el periodo del "velatorio". Es el momento de elogiar las virtudes del muerto y olvidar sus defectos. El entierro conlleva la unión de todo el linaje del difunto. La familia extensa tiene que pedir apoyo económico al linaje, para sufragar los enormes gastos que conlleva un enterramiento gitano. Debe gastarse cuanto se tenga: la lápida debe tener un buen aspecto. Comienza posteriormente un periodo de luto, muy riguroso, en el cual se han de cumplir una serie de preceptos muy estrictos, como la abstinencia de carne.
"Existe la creencia de que los antepasados muertos pueden intervenir en la vida de sus descendientes" como afirma Elisenda Ardevol. Su intervención puede producirse como castigo a sus descendientes por haber incumplido alguna norma moral. Estos rituales forman parte de una cosmovisión cuyos ejes fundamentales son: la superioridad natural del varón, la sabiduría progresiva del anciano, la legitimidad del poder del padre y los ancianos, la legitimidad de la posesión de los hijos por el padre y su grupo, el derecho de los niños al alimento, al cuidado y a la libertad, el derecho de las niñas al alimento y al cuidado y su necesidad de disciplina. Todo ello son ideas asumidas por la fe que se fundamentan en el orden social y se relacionan entre si sistemáticamente.