Orígenes.
Actualmente no existe ninguna duda en situar el origen de la etnia gitana en la India, gracias al trabajo de lingüistas que han situado su lengua, el romanó, en un conjunto de lenguas neoarias, concretamente en el noroeste hindú. Está estrechamente ligada a lenguas actuales como el hindi y el cachemiri. En efecto, son los lingüistas los precursores del estudio sobre este grupo étnico.
A través de estos análisis lingüísticos se puede aventurar el origen de la diáspora gitana, aunque no disponemos de datos fidedignos que nos puedan confirmar fechas concretas. Lo que si parece evidente es que los gitanos se presentaron en Europa como un pueblo nómada, que no tardaría en entrar en conflicto con el sistema sedentario europeo. El nómada es aquel que necesita desplazarse para sobrevivir, mientras que el sedentario ha logrado adaptarse a su entorno y controla a su favor el medio en el que le ha tocado vivir. Son dos formas de vida que necesariamente chocan.
El colectivo gitano se presenta como un grupo de peregrinos que marcan en dirección a Santiago. Vienen en pequeños grupos, que oscilan entre las 30 y las 100 personas, guiadas por un conde. Se afirma que su procedencia se sitúa en Egipto Menor.