El papel de la floreciente clase media.
Otra de las consecuencias de la Revolución Industrial fue la aparición de la clase media, de una ingente masa de las llamadas familias pequeño-burguesas. Las mujeres de estas familias, sobretodo las solteras se enfrentaban a una situación desoladora en términos de expectativas profesionales y civiles.
Se entiende por tanto que en esta situación, tal y como indica Richard J. Evans, surgiera el movimiento feminista por parte de las mujeres solteras de clase media; que empezaron a movilizarse para conseguir la admisión en la vida profesional de un modo que les permitiera garantizar unos ingresos y una posición similar a los de la familia en la que habían nacido.
En definitiva, la Revolución Industrial y las revoluciones o cambios políticos que se dieron a la par e íntimamente ligados a la primera supusieron grandes avances económicos, tecnológicos, culturales y civiles de los cuales tan sólo participaban los hombres; mientras las mujeres fueran de la clase social que fueran quedaban excluidas de los mismos.
Los hombres disfrutaban de más derechos, recursos y posibilidades; mientras que el status de las mujeres seguía siendo el mismo que el que había sido durante siglos. Este contraste, junto con todos los movimientos sociales y políticos de la época (sindicalismo, liberalismo, abolicionismo, etc...) fueron el caldo de cultivo del temprano, tenaz y perseverante movimiento feminista inglés.