Distinción entre nacionales y extranjeros.

Así pues, el acceso a la ciudadanía establece una clara distinción entre nacionales y extranjeros en el terreno de los derechos políticos, civiles y sociales. Ciudadanía y nacionalidad, son conceptos de "cierre social", conceptos que funcionan como principios de inclusión, pero también como principios de exclusión.

Todo estado moderno define estrictamente quien es ciudadano nacional y quien es extranjero, y la frontera que separa las dos categorías es hoy más importante que nunca. Esta distinción entre nacionales y extranjeros es clara y rica en consecuencias, porque a través de ella se establece la inclusión o la exclusión de unos y otros en los derechos políticos, civiles y sociales y en ámbitos relevantes de la interrelación social:

1) Permite trazar las fronteras jurídicas externas al estado y establecer un sistema de cierre que define quien tiene libre acceso al territorio nacional y a residir en él, y quien no tiene ese derecho.

2) La legislación sobre la nacionalidad es el sistema de clasificación que permite a todo estado moderno distinguir entre los que pertenecen al Estado (y a los que, en principio, el estado pertenece: los ciudadanos y ciudadanas) de los que son solo residentes, extranjeros, no miembros de la comunidad de ciudadanos, y por ello excluidos de los derechos reservados a estos.

3) La legislación sobre la nacionalidad también permite establecer las condiciones para el acceso a la ciudadanía de los residentes extranjeros y de sus descendientes. Esa legislación varía de unos Estados a otros.

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