El estado nacional como depositario de la ciudadanía.
En la cultura jurídica occidental, la ciudadanía supone la adscripción de un sujeto a un estado nacional, diferenciando entre ciudadano y extranjero. Desde esta perspectiva, la ciudadanía es un estatuto jurídico vinculado a la nacionalidad y al Estado que atribuye a los sujetos que la poseen un conjunto de derechos políticos, civiles y sociales, y un conjunto de obligaciones para con el Estado y la comunidad. En el plano del derecho internacional, el Estado Moderno opera en el cuadro del llamado "modelo Westfalia", aun vigente a pesar de las Naciones Unidas. Según este modelo los sujetos del derecho internacional son los estados, mientras los individuos como tales no tienen relevancia alguna, sino como miembros de una organización estatal.