Independencia o reconocimiento
Mientras el dialogo de sordos entre Québec y Canadá hizo fracasar los acuerdos del lago Meech, la mayoría de los quebequenses, incluida un buena parte de los francófonos, no comparte el criterio del Partido Quebeques, de que la independencia sea el único instrumento capaz de asegurar la supervivencia y el desarrollo de la identidad francófona quebequesa, a la que no considera amenazada por la pertenencia de Québec a Canadá. Es más muchos de ellos no quieren renunciar a las ventajas, no solo económica, de la pertenencia de Québec a Canadá, siempre que esa pertenencia pueda hacerse partiendo del reconocimiento de lo que Taylor ha llamado la "diversidad profunda" de Canadá, esto es, de un modelo de sociedad basado en una ciudadanía no uniforme, sino política y culturalmente diferenciada, que les permita ser canadienses desde su condición de integrantes de las primeras naciones.
Para Taylor el camino para rehacer un identidad nacional canadiense, no puede sustentarse en los modelos de EE.UU. o Francés, donde la relación se da de forma exclusiva entre los ciudadanos y ciudadanas y el estado. Tampoco sirve el modelo que esta en vías de aparecer en Europa, donde los ciudadanos pertenecerán a la entidad europea, en la medida en que lo sean de las naciones constituyentes.
Taylor nos sugiere la vía de la innovación a partir de una aceptación de los valores políticos comunes de la democracia liberal, y de unos mismos intereses a la hora de abordar las necesidades del estado de bienestar. A partir de aquí sería más fácil permitirnos aceptar que lo que es propio de cada componente, puede ser defendido más fácilmente de la gran estructura que es Canadá.
Este Canadá tendría una importante dimensión dualista, sin embargo, ambas sociedades estarían cada vez más diversificadas internamente, cada una de ellas sería más variada en el plano étnico, y en muchos aspectos más multicultural, y ninguna de ellas sería una república cerrada uniforme.
Son estos procesos de ajuste intercultural, mediante la neutralización de los aspectos más conflictivos de las diferentes identidades, y la adopción por parte de todos los grupos de pautas y referencias comunes, mirando hacia un futuro en el que la identidad comunitaria común cobre peso respecto de la identidad de pertenencia a cada una de las partes.
La otra solución, para Taylor la de la rendición, solo puede ser la de la separación pacifica, que evite tensiones que puedan llevar al conflicto abierto