El nacionalismo del Québec
La sociedad canadiense, como el resto de las sociedades modernas, es una sociedad compleja, marcada por la diversidad y el pluralismo por lo que se refiere a las pertenencias.
La consolidación de una minoría francófona en el Québec y una mayoritaria en el resto de Canadá, ha estado acompañada del asentamiento de una minoría anglófona en el Québec, y una minoría francófona en el resto de Canadá.
Mientras que en el terreno de los derechos civiles y sociales, la búsqueda de una justicia igualitaria ha dado lugar a una carta canadiense de derechos, concebida para garantizar la igualdad entre las personas, y que ha servido para dar satisfacción a las reivindicaciones de los ciudadanos y ciudadanas que buscan su reconocimiento como tales, en el terreno del reconocimiento de las identidades comunitarias específicas, los avances fueron mínimos.
Si partimos de la base de que el componente comunitario, o de identidad nacional es inherente a toda sociedad moderna, En el caso de Canadá, compuesto por dos grupos distintos (cultura, religión, lengua), el grupo mayoritario, es decir el anglófono tiende a imponer su identidad dominante, convirtiendo la igualdad en una uniformidad sutilmente impuesta. Para la comunidad francófona, el ser reconocidos como ciudadanos iguales o sujetos de derecho, o como personas autorizadas a recibir un servicio cualquiera, pero a la vez, el no reconocer su identidad específica, supone sentirse rechazado como grupo integrante de la nación.
Esta visión ha supuesto que el proceso modernizador en Canadá se haya realizado según las preferencias del grupo mayoritario, sin tener en cuenta los intereses de la comunidad francófona, lo cual propició la aparición de un nacionalismo en el seno de esta comunidad, que se siente excluida y que busca su acomodo, o bien a partir de una posición de reconocimiento dentro del estado, o bien mediante la autoexclusión de ese estado nación.
Hay que tener en cuenta, que para la comunidad francófona, el reconocimiento de su identidad específica, ha estado vinculado históricamente, a un sentimiento de pertenencia al Canadá. Es a partir del rechazó por parte de alguna provincias a los acuerdos del lago Meech , cuando el sentimiento independentista creció con fuerza.