Modelo liberal.
El modelo liberal concibe al ciudadano como portador de derechos, pero no de obligaciones. Este modelo cree en un individuo suficientemente autónomo, como para desarrollarse por si mismo al margen de la sociedad. Corresponde al estado garantizar la libertad de este individuo, y para ello a de ser neutral; porque en ningún caso es legítimo que la mayoría impregne las leyes con sus propios valores. En este modelo, la política común está pensada para maximizar los beneficios individuales. A principios de los años noventa, uno de sus máximos representantes, Ronald Dworkin introduce el concepto de "comunidad liberal", entendido como un liberalismo favorable a la comunidad. El objetivo es superar el individualismo atomístico que en el pasado se había asociado al liberalismo, e introducir el nuevo valor de la integración social, pero sin renunciar por ello a los valores tradicionales de la tolerancia, la autonomía del individuo y de la neutralidad el estado. Entiende que la parte mayoritaria tiene el derecho a imponer las normas por lo que se refiere al ámbito de la vida política en común, pero no tiene derecho a legislar en los aspectos que quedan fuera de este marco estricto.