La nación,
la guerra y la ciudadanía.
La afirmación de las
mujeres de su voluntad de participación política, de pertenecencia a la nación,
tuvo múltiples formas de manifestarse, desde las más prácticas -reclamación de
derechos civiles y políticos, participación en los acontecimientos claves del
proceso revolucionario- a las más simbólicas, como el portar la cocarde, la escarapela
o el gorro frigio. Y probablemente una de las expresiones más radicales de este
sentimiento de pertenencia fue la reivindicación de portar armas. Théroigne de
Méricourt y Pauline Léon constituyen las figuras más representativas que ligan
el derecho a la ciudadanía a la demostración por parte de las mujeres de su capacidad
para portar armas y defender la patria, como antes De Gouges lo había hecho basándose
en la igual capacidad intelectual. Frente a la afirmación de la diferencia realizada
por De Gouges, De Mericourt recurre al ideal viril, los valores del heroísmo y
del sacrificio por la patria como acceso igualitario a los derechos cívicos.
La reivindicación de portar armas desató fuertes reacciones por parte de
la mayoría de los hombres, independientemente de su procedencia social o de su
adscripción política. La defensa de la patria, expresión máxima de la pertenencia
a la nación y a la ciudadanía, se consideraba el paso irreversible hacia la plena
ciudadanía para las mujeres. Y tal vez por ello constituyó una barrera infranqueable.
En el terreno militar no se permitió a las mujeres, a pesar de las múltiples reivindicaciones,
armarse o participar en la guerra. Existieron algunas mujeres que lo hicieron,
algunas de ellas disfrazadas de hombres, pero fueron minoría. Duhet habla de una
treintena, Albistur menciona la organización en provincias de 154 legiones de
Amazonas aunque no llegaron a tomar parte en la lucha armada. El acceso de las
mujeres a las armas, como muestran otros momentos históricos de revolución y de
guerra mucho más recientes, ha constituido y constituye aún hoy un conflicto central
de las relaciones de poder entre hombres y mujeres.